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Comienza la F1 2017: ¡vistos para sentencia!

Comienza la F1 2017: ¡vistos para sentencia!
Se acabó el tiempo. Comienza la temporada de Fórmula 1 más esperada de los últimos años y esta es una mirada, desde dentro, a lo que nos espera.

Ocho de la mañana. El sol aún se muestra perezoso y en el circuito reina una aparente tranquilidad. Hay olor a café en el paddock y algún que otro bostezo entre los ingenieros...  Tienen poco más de una hora para cargar las baterías al 100%. Cafeína en vena y estarán listos. Siempre lo están. Por mi parte, llego ya con el turbo... Hay mucho que descubrir en estos test de pretemporada 2017 de Barcelona y tengo muy poco tiempo para digerir todo lo que aquí vea. A fin de cuentas, este aperitivo será el que me deje buen o mal sabor de boca de cara a los próximos meses. Y hay hambre de batalla. 

 

Los coches aún no han salido a pista pero en la sala de prensa, cientos de dedos teclean ya frenéticos en el ordenador antes de que comience el baile: un nuevo reglamento que contar, nuevos personajes a los que presentar... Todos estamos deseosos de que algo ocurra. Dentro o fuera de la pista.

Ese momento llega cuando empiezan a sonar los motores; a partir de ahí, se activan las alarmas y quien se duerma en los laureles se perderá en alguna de las vueltas rápidas que parecen llevar la firma de Mercedes. Precisamente, si hay alguien a quien todos esperan es a Valtteri Bottas, el sucesor de Rosberg en el trono que el alemán dejó libre, ante el estupor de todo este reino nómada y en especial, de su séquito, los miles, ¡millones! de aficionados que temporada tras temporada siguen fieles a los vaivenes despiadados de la FIA.

El arsenal de la marca de la estrella para revalidar su título mundial es imponente y su arma más potente se llama Mercedes W08. Es imposible ver salir al monoplaza del box y no dejar volar la imaginación. ¿Habrán dado de nuevo en la diana con esta flecha plateada? ¿Se alzarán con el título una vez más? Muchos misterios que resolver... 

Lo que sí parece es que no lo van a tener fácil. A lomos del caballo más mítico de la historia del automovilismo, dos campeones del mundo vienen dispuestos a frenar el vertiginoso ritmo de los Brackley. Raikkonen y Vettel se hacen con los mejores tiempos (1:18.634 y 1:19.024, respectivamente), por delante de Bottas y Hamilton. Massa, el repetidor de la parrilla, consigue colocarse en quinto lugar. ¿Y los Red Bull? ¿Dónde están? ¿Acaso esconden algún as en la manga? Es más que probable.. Intento sacar algún gesto de complicidad de la cara de Adrian Newey, pero tan solo conversa relajado con un grupo de periodistas. Sonríe. Todo apunta a que sí...

No hace falta ser demasiado observador, sin embargo, para darse cuenta de la situación en McLaren. La cara es el espejo del alma y las expresiones de los de Woking son devastadoras. Suplican en silencio la necesidad de una operación de urgencia, un corazón compatible que permita a los coches naranjas mantenerse al trote en la lucha por los puntos. Las peores pesadillas se confirman de nuevo: no hay potencia, no hay entendimiento con Honda... Solo dos pilotos que intentan llevar como buenamente pueden su papel en la escudería de la eterna incertidumbre: un recién llegado con sed de victoria y Alonso, el viejo samurái, encerrado en un círculo vicioso. Esto ya lo hemos vivido antes. 

Estoy agotada. Podría sentarme a descansar sobre los nuevos neumáticos de Pirelli para la temporada... sus descomunales dimensiones me permitirían hacerlo: el neumático delantero ha pasado de 245mm de ancho a 305mm y el trasero, de 325mm a 405mm; es decir, la anchura del neumático ha aumentado en un 25%. Respiro. ¡Qué bien lucen los nuevos monoplazas! No ha llovido sobre la pista, pero el chaparrón de novedades que trae la nueva Fórmula 1 inunda mi cabeza. Menos mal que es agua fresca para una competición que pedía a gritos un cambio. ¿Será este el más acertado? Sin Bernie Ecclestone a los mandos, la nueva dirección de la Fórmula 1 tendrá que sentar cátedra al respecto. 

Liberty Media quiere espectáculo a la americana, carreras que se emitan de nuevo en abierto – una buena manera de devolver al público lo que un día fue suyo – y en definitiva, más diversión. Aunque no hay plazos. De momento, entre proyectos de futuro, coches (y promesas) de color de rosa como el de Force India y profecías autocumplidas como la de McLaren, la F1 2017 pone rumbo a la primera carrera de la temporada. Hagan sus maletas y prepárense para la primera parada de un largo viaje por el mundo: Australia. 

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