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El coche del futuro es el ordenador más potente que tendrás

El coche del futuro es el ordenador más potente que tendrás
El coche del futuro será el ordenador más potente que tendremos en nuestra vida. Según asegura el fabricante de procesadores Nvidia, los vehículos que llegarán los próximos años ofrecerán la capacidad de procesamiento de un superordenador y en un espacio reducido similar al de un autoradio.

El fabricante Nvidia es muy conocido por sus potentes procesadores gráficos para videoconsolas y ordenadores. No obstante, y desde hace diez años, la marca está introduciendo sus chips en la industria automovilística. La tercera generación del Audi A8, lanzada en 2009, fue el primer coche que utilizó procesadores Nvidia, en concreto para hacer funcionar su sistema de navegación 3D. Ahora, la firma informática asegura que el coche del futuro será el ordenador más potente que jamás tendremos.

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Actualmente, existen casi una decena de coches con procesadores Nvidia en sus tripas: entre ellos están modelos de Tesla, Volkswagen, Honda, Mercedes y Audi. No obstante, Danny Shapiro, director senior de la división automovilística de Nvidia, señala que esto solo es el comienzo y, que gracias a los contratos firmados con varios fabricantes de coches, Nvidia estará presente en unos 25 modelos en los próximos años. “Los jóvenes que van a comprar su primer coche han crecido con iPhones y iPads, así que cuando van a gastarse mucho más dinero –en la compra de un vehículo- esperan que la electrónica que tenga sea al menos igual de buena que su tablet”.

Según Shapiro, las marcas automovilísticas dedican un gran esfuerzo a la construcción de sus modelos, desde el chasis hasta los sistemas de iluminación o incluso los lujosos habitáculos. Sin embargo, el directivo de Nvidia considera que, tradicionalmente, ese esfuerzo ha sido mucho menor a la hora de implantar los sistemas informatizados en los coches. No obstante, la mayor demanda de pantallas digitales de alta calidad dentro de los coches (cuadros de instrumentos digitales, sistemas de navegación integrados en el salpicadero y sistemas de infotainment en las plazas traseras) han obligado a las marcas a mirar más allá de sus proveedores tradicionales para ofrecer un valor tecnológico añadido a sus vehículos.

El mejor ejemplo es el Tesla Model S, que incorpora una impresionante pantalla táctil de 17 pulgadas que reemplaza las funciones de numerosos botones físicos, como el control del aire acondicionado, la configuración de la suspensión o incluso la apertura de su techo panorámico.

Por su parte, el futurista prototipo Mercedes F015 concibe el habitáculo como un "espacio de vida digital" que permite a los pasajeros interactuar intuitivamente con el vehículo conectado mediante gestos y pantallas táctiles de alta resolución.

Shapiro ha revelado que el objetivo de Nvidia es que la pantalla muestre de forma fidedigna la apariencia material del interior de un coche. Esto significa, que un potente procesador sea capaz de representar imágenes de materiales físicos (fibra de carbono, metales como el aluminio o incluso el cristal) con una apariencia similar a la realidad. También que sea capaz de mostrar mapas en 3D con efectos de iluminación y una visión perimetral que facilite las maniobras y el aparcamiento. Para lograr todo esto es necesario un procesador potente, como el Tegra X1, que es capaz de realizar un billón de operaciones por segundo (hace 15 años hacía falta de un ordenador de 500 metros cuadrados para conseguirlo).

Esta tecnología hará posible que el coche del futuro sustituya el cuadro de instrumentos convencional de dos dimensiones por otro con muchas más posibilidades y efectos, que además podrás ser personalizado según las preferencias de cada conductor (actualmente, algunos modelos ya incorporan cuadros digitales con atractivos efectos visuales).

Pese a todo lo dicho anteriormente, Nvidia sigue siendo un jugador pequeño en el negocio de chips en la industria de la automoción: grandes empresas como Texas Instruments, Intel y Qualcomm actualmente dominan el mercado. De todas formas, el verdadero objetivo de Nvidia es conquistar el mercado de los coches sin conductor. Con este fin, la compañía ha lanzado recientemente su ordenador autopilotado Drive PX , que procesa los datos procedentes de 12 cámaras posicionadas alrededor del coche , y los combina con su capacidad de aprendizaje para determinar qué ocurre alrededor del coche. Según Shapiro, esta capacidad de aprendizaje continua permitirá que los coches del futuro puedan desplazarse de forma autónoma, ya que serán capaces de reconocer las señales, los carriles, los otros coches e incluso los peatones.

De momento, Nvidia ya ha trabajado con Audi en su tecnología de conducción autónoma zFAS, presente en el Audi A7 sin conductor que condujo desde San Francisco hasta el CES de Las Vegas el pasado mes de enero.

“A la gente le gusta conducir coches. No le gusta necesariamente aparcarlos o estar atascada en medio del tráfico. Para eso están estos sistemas automatizados que permiten que el coche se conduzca por sí mismo o que, cuando quieras, los conduzcas tú”, añade Shapiro. “Una vez que comencemos a ver que estos sistemas disminuyen drásticamente los accidentes, los heridos y los muertos, no hay razón para que se conviertan en obligatorios”, sentencia.

Fuente: Business Insider.

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