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J. Clarkson: ¿quién quiere un coche hecho por españoles?

Jeremy Clarkson, ex presentador de Top Gear, ha tenido acceso al Seat León ST X -Perience y en su prueba sobre el vehículo ha optado por arremeter contra la industria automovilística española. En su columna en Sunday Times pone en duda la existencia de la marca mientras que emplea tópicos para atacar al país.

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El siempre polémico y controvertido Jeremy Clarkson vuelve a las andadas tras su retirada hace unos meses de Top Gear, aunque esta vez le ha tocado a España y su industria automotriz. Una serie de críticas de dudoso gusto es lo que ha escrito Clarkson en su columna de Sunday Times (aquí puedes leerlo), donde ha otorgado dos de las cinco estrellas posibles al Seat León X-perience (prueba) al que tuvo acceso para realizar una prueba.

Ya hace un tiempo, el ex presentador confesó que a lo largo de su carrera jamás había tenido acceso a un Seat, por lo que la marca con sede en Martorel optó por ceder una unidad de la versión aventurera del León con el objetivo de que pudiera probarlo. Lejos de realizar una prueba habitual, Clarkson prefirió arremeter contra la industria automotriz española. Se argumenta en que como los Seat comparten motor con Volkswagen y Skoda, es preferible comprar alguno de estos antes que los de la marca española: "¿Quién puede querer un coche hecho por españoles, que son buenos pescando en Cornualles, cuando puede tener uno exactamente igual hecho por alemanes?".

Para Jeremy Clarkson, la existencia de Seat se remonta al Gobierno de la época y como una medida para sacar al país 'del tercer mundo', mientras que su nombre no le gusta 'no tiene ni un nombre decente', para finalmente lamentar que el coche que le prestó la firma española para realizar la prueba fuera 'marrón'. Sobre el vehículo admite que 'es una pérdida de tiempo. ¿Quién en la tierra puede comprar esta cosa?'. Finalmente, Clarkson concluye con que su principal ventaja es el precio, aunque si se atiende a ese criterio prefiere el Skoda Octavia.

Siempre es lamentable escuchar este tipo de comentarios y críticas que provienen de alguien considerado un referente en la industria del automóvil. Es cierto que el vehículo puede merecer o no una buena crítica (tan solo le otorga dos de las cinco estrellas posibles), pero esto no justifica un ataque ofensivo contra un país, una cultura y su población.

Fuente: ABC

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