Citroën C3 vs Citroën C3 2017, ¿en qué ha cambiado?
Nacho de Haro
Citroën C3 vs Citroën C3 2017, ¿en qué ha cambiado la tercera generación del utilitario de Citroën? En este artículo te contamos las principales diferencias que hay entre la anterior versión del modelo y el nuevo Citroën C3. Todo para ayudarte a tomar la mejor decisión si estás mirando qué coche comprar y, de paso, para entender mejor por qué está registrando resultados tan positivos en los datos de matriculaciones.
VÍDEO: Así es el nuevo Citroën C3
Porque en lo que llevamos de año, del Citroën C3 2017 se han comercializado más de 14.400 unidades, dato que representa un incremento de nada menos que el 41,6% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Y eso permite que se sitúe como el segundo vehículo más demandado del fabricante galo, solo superado por el todavía más exitoso Citroën C4, que ocupa la tercera posición general entre los coches más vendidos del año con más de 22.000 ejemplares matriculados.
Fue presentado oficialmente en la pasada edición del Salón de París, aunque al Citroën C3 pudimos verlo unos días antes en un evento organizado para la prensa. Y por supuesto, ya hemos tenido ocasión de probar el Citroën C3 en profundidad, por lo que podemos contarte cuáles son los cambios más interesantes que presenta con respecto a su predecesor y en qué puntos no ha mejorado tanto como esperábamos.
De entrada, la diferencia más evidente entre el antiguo Citroën C3 y el nuevo Citroën C3 2017 atañe a su aspecto: el más reciente presenta una imagen muchísimo más llamativa, tanto por fuera como por dentro, con unas posibilidades de personalización nunca antes vistas en el modelo. Y eso ya es una importante ventaja para muchos compradores.
El nuevo hereda parte de las líneas estéticas estrenadas por el Citroën C4 Cactus y C4 Picasso, con los grupos ópticos en dos alturas, y una parrilla en el que el logo de la marca se une a las luces diurnas. La longitud de la carrocería del C3 2017 alcanza los 3,99 metros y la anchura 1,75, es decir, es unos 6 cm más largo y unos 2 cm más ancho que su antecesor. Espacio destinado principalmente para mejorar el hueco disponible para los pasajeros de la segunda fila de asientos.
Pero, por otro lado, la altura del conjunto ha disminuido (1,47 metros frente a 1,52), por lo que aunque el espacio para las piernas y los hombros sea mayor, no sucede lo mismo con el destinado para la cabeza. La capacidad del maletero del Citroën C3 actual es idéntica a la de su predecesor, con 300 litros. Sin embargo, la boca de carga del último es algo más estrecha y alta, por lo que no es tan sencillo introducir objetos pesados o voluminosos.
El nuevo chasis ha permitido mejorar el confort de marcha, al tiempo que la marca ha prestado especial atención a la insonorización, que también es mejor. Lo mismo podemos decir de las calidades y los acabados del habitáculo, que son superiores en el nuevo, a lo que hay que sumar el hecho de que su diseño resulte infinitamente más fresco, con un aspecto más maduro y menos ‘plasticoso’.
En el siguiente punto, la ventaja del Citroën C3 2017 es mucho más clara con respecto al modelo al que sustituyó a comienzos de año: el apartado tecnológico y la conectividad. Equipa una pantalla táctil de 7 pulgadas desde la que se manejan la gran mayoría de las funciones, pero lo que más llama la atención en este sentido es la cámara que puede llevar integrada en el retrovisor interior. Llamada ConnectedCAM, puede enviar vídeos y fotos al teléfono a través de una aplicación.
VÍDEO: Así son los vídeos que captura la ConnectedCAM del C3
Pero esa no es su funcionalidad más interesante, ya que como se usa constantemente, este dispositivo puede hacer las veces las funciones de una ‘dash cam’ para recoger pruebas de cualquier accidente, ya que guarda automáticamente los vídeos cada vez que se active el sistema SOS incorporado en el nuevo Citroën C3. Así que si eres un loco de la tecnología, la tercera generación te gustará mucho más que la segunda.
Donde no hay novedades es en el apartado de motorizaciones, donde se mantienen los mismos motores de gasolina, diésel y GLP de antes, con potencias de entre 68 y 110 CV. Todos estos propulsores montan de serie una caja de cambios manual, pero opcionalmente el más potente (el gasolina de 110 CV) se ofrece con una transmisión automática. Caja que, por cierto, es de convertidor de par y no de embrague pilotado como la que equipaba su predecesor.
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