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Cinco virtudes y un defecto del Renault Koleos

La segunda generación del SUV grande hace borrón y cuenta nueva respecto al original, ¿será suficiente para tener más éxito?

El Renault Koleos es uno de los todocaminos primigenios de nuestro mercado, estuvo a la venta pero, a pesar de conseguir unas ventas acumuladas de 400.000 unidades a nivel mundial, pasó sin pena ni gloria. Quizá la mayor culpable de esto fuera una estética bastante discutible, demasiado cuadradota y poco atractiva. Pero la marca francesa no abandonó al modelo, decidieron rehacerlo desde cero, y en el pasado Salón del Automóvil de París de 2016 presentaron su segunda generación. Ahora bien, el cambio es suficiente? Aquí tienes cinco virtudes y un defecto del SUV.

VÍDEO: Renault Koleos 2017: todos sus accesorios

El primer punto positivo es sencillo: no tiene nada que ver con la primera generación. Este hecho aporta beneficios en múltiples áreas, pero la que salta a la vista es la estética. Su imagen está mucho más conseguida y evoluciona el frontal ya visto en otros modelos de la marca como el Kadjar o el Mégane. El conjunto es más armonioso y las líneas generales adoptan una silueta más “a lo SUV estándar”, que recuerdan al Qashqai.

El habitáculo experimenta una mejora considerable, ganando mucho espacio interior, sobre todo en las plazas traseras ya que, a pesar de su tamaño, la marca francesa ha optado por no ofertar una configuración de siete asientos. Pero si algo llama la atención es su consola central, que de serie cuenta con una gran pantalla vertical de 7 pulgadas que en los acabados superiores aumenta su tamaño hasta las 8,7.

Prueba Renault Koleos: ahora es un SUV de verdad

Como empieza a ser costumbre en los modelos del fabricante, quien busque un plus de lujo y exclusividad tiene a su disposición la versión Initiale París. Luce el exclusivo color de carrocería ‘Negro Amatista’, calza llantas diamantadas de 19 pulgadas, todos sus faros son LED, cuenta con tapicería de Nappa, volante, palanca de cambios y ciertas zonas del salpicadero son de cuero; los asientos son calefactados y ventilados y el sistema de audio es Bosé.

A pesar de un ser un coche grande (4.673 x 1.843 x 1.678 mm) ofrece un comportamiento dinámico bastante bueno, con un paso por curva estable ágil, unas suspensiones que filtran bien y ofrecen bastante confort de rodadura y una baja rumorosidad que se potencia gracias al gran aislamiento acústico de la cabina.

Aunque no sea lo común cuando se habla de SUV, lo que realmente sorprende es el comportamiento fuera de carretera de las versiones equipadas con tracción integral. Éstas tienen 210 mm de altura libre (en lugar de 190), utiliza neumáticos mixtos y el sistema de tracción ofrece tres modos, entre el que destaca el 4WD Lock, que a menos de 40 km/h reparte el par en proporción 50/50 entre ambos ejes.

El necesita mejorar se lo lleva claramente su gama mecánica: aunque el modelo cuenta con cuatro motores, en el mercado español solo se oferta con dos bloques, ambos diesel, lo que deja sin opción de gasolina a los interesados. El de acceso es el 1.6 dCi de 130 CV y el superior el 2.0 dCi de 175 CV.

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