Cinco grandes mentiras sobre los coches eléctricos

Hoy tiramos por tierra cinco grandes mentiras sobre los coches eléctricos. Lo hacemos con ayuda de Volkswagen que nos da argumentos de peso para saber por qué estos cinco falsos mitos no son más que eso: falsos mitos.

1. No se pueden cargar cuando llueve.

Falso, puedes recargar la batería de tu coche cuando lo necesites, independientemente de su llueve, nieva, hace sol o frío. La batería y todos los componentes electrónicos están protegidos y el acoplamiento mediante el conector es tan hermético que el agua no puede penetrar.

2. Hay que cargarlos durante toda una noche.

En las estaciones de carga públicas por corriente continua, basta con media hora para cargar la batería hasta el 80% de su capacidad. Y de hecho no suele ser necesaria tanta capacidad: en el uso cotidiano, es raro que la carga de la batería descienda por debajo del 30 por ciento. 

3. En caso de accidente, los conductores pueden sufrir una descarga eléctrica.

Mentira muy mentirosa. Si hay un choque, varios sistemas de seguridad detienen de inmediato el flujo de corriente. Y, aún suponiendo que esto no pasara, la tensión de las células individuales de la batería es de sólo 4 voltios, nada peligroso.

4. Conducir un coche eléctrico no es excitante.

Pocos son los que saben que en un enchufable toda el par motor está disponible inmediatamente después de arrancar y esto hace que sean cocges muy dinámicos. Volkswagen dice que la sensación de pilotar un eléctrico es similar a la de flotar en lugares de ingravidez, ya que su propulsión es prácticamente silenciosa. Además de que hay coches eléctricos muy potentes (aquí puedes ver los 10 coches eléctricos más rápidos del mundo).

5. Los eléctricos no son prácticos para uso diario por su escasa autonomía.

¡Todo lo contrario! Los eléctricos de Volkswagem por ejemplo, recorren más de 160 kilómetros sin parar a cargar. Los estudios demuestran que el 80 por ciento de los conductores no llegan a recorrer, ni siquiera, 50 kilómetros al día, ya se trate de quienes se desplazan cada día al trabajo o de conductores frecuentes.