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Lo que casi nadie sabe del Porsche 918 Spyder

Lo que casi nadie sabe del Porsche 918 Spyder
Lo que casi nadie sabe del Porsche 918 Spyder son varias cosas, aunque todo el mundo está al corriente de que es uno de los coches más espectaculares que han salido de las puertas de Zuffenhausen en los últimos años. Ha cambiado la forma de entender los superdeportivos y, junto al Ferrari LaFerrari y el McLaren P1, conforman el tridente de superdeportivos híbridos. Además, es el vehículo de producción más rápido en Nürburgring, título que posee desde hace ya varios años.

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Lo que casi nadie sabe del Porsche 918 Spyder son varias cosas, aunque todo el mundo está al corriente de que es uno de los coches más espectaculares que han salido de las puertas de Zuffenhausen en los últimos años. Ha cambiado la forma de entender los superdeportivos y, junto al Ferrari LaFerrari y el McLaren P1, conforman el tridente de superdeportivos híbridos. Además, es el vehículo de producción más rápido en Nürburgring, título que posee desde hace ya varios años.

Desde el Porsche 959, la firma alemana no había lanzado ningún otro producto que estuviera a la altura de suponer una revolución tecnológica de tal envergadura en la industria automotriz. Con un peso de 1.675 kg (1.633 con el paquete Weissach), es el más pesado del tridente, pero también el que incluye un sistema de tracción total con un eje direccionable trasero que le permite no solo ser el más rápido en Nürburgring, sino en cualquier pista en la que se enfrente a sus rivales de McLaren y Ferrari.

Así se fabrica un Porsche 918 Spyder:

Dispone de cinco modos de conducción: E-Drive, Hybrid, Sport, Race y Hot Lap. Los dos primers permiten ahorrar combustible y emitir menos partículas contaminantes que un Toyota Prius, mientras que los dos últimos modos son los más agresivos, particularmente el modo Hot Lap, el cual desbloquea una descomunal cantidad de potencia directa de sus motores eléctricos y el de combustión (887 CV en conjunto) que pasa directamente al asfalto. 

Pese a parecer un coupé con motor central, el Porsche 918 Spyder es un convertible cuyo techo debe retirarse manualmente y guardarse en el maletero. Porsche requiere tres veces más tiempo en fabricar el 918 que un Porsche 911, pero no impide que a plena capacidad, la firma de Stuttgart sea capaz de sacar cuatro unidades al día. Dada la limitada disponibilidad de piezas, tan solo siete unidades del 918 Spyder Weissach pueden ser creados a la semana.

Aunque el paquete Weissach supone un desembolso de 76.000 euros, tan solo reduce el peso del vehículo en 42 kg, y lo hace mediante la eliminación de diferentes comodidades como el aire acondicionado, la tapicería de cuero con Alcántara y el uso de llantas de magnesio. Incluso los pernos de acero que sujetan los componentes del bastidor auxiliar y la suspensión entre sí se reemplazan por tornillos de magnesio, los cuales cuestan hasta diez veces más que sus homónimos de acero, pero son un 60% más ligeros.  El motor, por su parte, pesa 140 kg, o lo que es lo mismo, 100 kg menos que el motor del 911. Esto es posible gracias al Inconel, una aleación ligera que se mantiene fuerte incluso a altas temperturas.

La razón por la que el Porsche 918 Spyder equipa los escapes en la parte superior se debe a la gestión de la temperatura, ya que no solo el motor V8 de 4.6 litros necesita frío, sino que las baterías, montadas en el piso, también necesitan bajar de temperatura. Como curiosidad, volver a pintar el 918 Spyder cuesta 59.000 euros, la transmisión cuesta más que un BMW M4, mientras que todo el sistema de propulsión supone desembolsar la friolera de 238.000 euros. Es por esto que el 918 Spyder está al alcance de unos pocos afortunados.

Fuente: Carbuzz

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