Una carrocería que identifica quién te ha dado un golpe

Cuántas veces hemos ido a un supermercado o a un aparcamiento público y, tras hacer los recados pertinentes, descubrimos que alguien nos ha rozado la puerta. Estas situaciones tan molestas podrían tener los días contados si llega a buen término la última propuesta del fabricante Hella, una carrocería inteligente que reconoce quién te ha dado un golpe.

Caja negra para coches. ¿Qué es? ¿Cómo funciona?

Para que esto sea posible, Hella propone una estructura de láminas recubiertas con una red de sensores electrónicos sensibles a la presión, que detectan el impacto contra el coche, así como roces y arañazos. Toda la información obtenida por esta carrocería inteligente se completa con una serie de cámaras del propio coche y un sistema GPS que permite registrar dónde estaba el vehículo que te ha golpeado. Gracias a esta nueva tecnología, tanto el propietario como la aseguradora podrían saber quién es el responsable del desperfecto.

Actualmente las compañías aseguradoras de automóviles ya reducen hasta en un 50% las tarifas de sus seguros de coches a aquellas personas que, por ejemplo, instalan una cámara en el salpicadero. A fin de cuentas, estas pruebas irrefutables, grabadas en vídeo, son la mejor prueba ante un incidente en la carretera. Incluso EE.UU. propone que todos los coches lleven 'caja negra', una medida que permitiría resolver muchos casos de accidentes ya que registraría toda la información pertinente, desde la velocidad del coche a la forma de conducir, distancia de seguridad....

Parabrisas sin ángulos muertos y con un coche GPS virtual

Compañías como BMW ya han mostrado su interés en la nueva tecnología de Hella, aunque como han confirmado, todavía está en fase de investigación y su inclusión no llegará antes de 2018.

La utilización de esta carrocería inteligente capaz de reconocer quién te ha dado un golpe podría traducirse en un aumento de la seguridad en carretera, así como en la disminución de las tasas de siniestralidad. También puede convertirse en un arma que podría ser utilizada por compañías aseguradoras y empresas de alquiler de vehículos para evitar fraudes.