El Bugatti Veyron Grand Sport de Bernar Venet

Arte y automovilismo se han unido una vez más. Esta vez, el Bugatti Veyron Grand Sport se ha puesto en manos del escultor francés Bernar Venet, quien ha creado una mezcla entre un exterior pictórico atrayente con un interior con reminiscencias a la alta costura.

El Bugatti Veyron Grand Sport de Bernar Venet se podrá ver en la colección de la familia Rubell de Miami durante Art Basel Miami Beach y es para el jefe de diseño de Bugatti, Achim Anscheidt, "una auténtica obra de arte, un homenaje a la capacidad humana que cuestiona y redefine los límites establecidos".

Para el artista francés, "un Bugatti es ya una obra de arte por sí sola, que transporta a su conductor hacia nuevas dimensiones de la realidad”. Venet, quien dice sentirse atraído por las operaciones matemáticas y los tratados científicos, plasmó en la carrocería las ecuaciones ideadas por los ingenieros de Bugatti. “Era, por así decirlo, una conclusión lógica y un nuevo reto en términos específicos".

Los coches han servido de fuente de inspiración para muchas de las vanguardias artísticas de la primera mitad del siglo XX. En la década de 1970, artistas como Robert Rauschenberg, Roy Lichtenstein y Andy Warhol, grandes apasionados del mundo del motor, utilizaron como lienzo a algunos de los vehículos más emblemáticos. Ahora, ha sido el turno del Bugatti Veyron Grand Sport, que ha servido de cuadro para los experimentos de Bernar Venet.

Desde la década de los 90, varios han sido los artistas internacionales que se han concentrado en explorar y variar el significado histórico cultural del coche. Esto ha dado lugar a respuestas escultóricos y conceptuales como las de Erwin Wurm, Gabriel Orozco, Keller Christoph, Olafur Eliasson y Damián Ortega, que tienden a contextualizar el coche como un paradigma de los cambios agudos sociales y culturales de un mundo globalizado.