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Al volante de un Humvee, esto sí que es impresionante

Raul Toledano

Probar cualquier automóvil en su terreno es lo más justo para valorar sus condiciones reales. Un deportivo en circuito, un eléctrico en ciudad... o un humvee en una base militar norteamericana, donde un periodista se ha puesto al volante del vehículo de combate más famoso del ejército norteamericano.

Un privilegiado periodista de Autoblog se sube a bordo de toda una institución del transporte militar, el Humvee, con tres soldados de la Reserva del Ejército de los Estados Unidos. Se trata de una serie especial que la web está realizando con vehículos de trabajo, conociendo su historia a través de las personas que los conducen.



Acostumbrado a verlo en películas bélicas por todo tipo de terrenos, en esta ocasión tenemos la oportunidad de ver cómo se entrena el Humvee (HMMWV, en inglés, las siglas de vehículo multipropósito de tracción total y alta movilidad). Para conseguirlo, el probador se puso en contacto con la División del Ejército en Relaciones con los Medios (MRD) y la Oficina de Asuntos Públicos (OPCA), acordando un viaje a Michigan para ocupar el asiento trasero de todo un Humvee a las afueras de Chicago, Illinois.

Esta prueba con el Humvee incluía un día de conducción por tierra y otro en asfalto, donde el Humvee no se encuentra tan cómodo, y su motor turbodiésel V8 de 6.5 litros de cilindrada se tiene que conformar con una velocidad máxima de apenas 112 km/h. Según los militares, se trata de una mecánica de baja potencia (unos 200 CV) y alto par (380 Nm); y no precisamente refinada.

Los soldados que conducen los Humvee en el ejército norteamericano necesitan de dos días de formación en el aula, otros dos días de formación práctica, y un día de pruebas tanto escritas como de conducción para ser conductores de estos vehículos militares, que el ejército sustituirá próximamente después de 30 años de dominio táctico (¿por qué ahora van a ser sustituidos?).



Cuando la primera generación del Humvee empezó a llegar a las bases del ejército norteamericano, a mediados de la década de 1980 para sustituir a los Jeep, los militares se quejaban de que el nuevo vehículo militar no estaba concebido para la primera línea de combate. Sus características como la tracción a las cuatro ruedas y la distancia libre al suelo de su carrocería, además de la electrónica protegida de las inclemencias del terreno, le hacían más válido para el transporte de soldados.

Sin embargo, en los primeros años de los años 90, coincidiendo con la llegada de la versión de calle del Humvee, más conocida como Hummer, y con una variante blindada que añadía un considerable peso y gasto, el ejército norteamericano configuró un espectacular vehículo de combate con la posibilidad de incorporar armas (bien desde la escotilla del techo o desde dentro del habitáculo con una ventana deslizante de doble grosor hecha en vidrio balístico).

Por supuesto el periodista se pertrechó de todo el equipo de protecciones obligatorio en el ejército, además de contar con cinturones de cuatro puntos de anclaje o extintores a bordo. En el interior, espartano y poco amigo de las medidas de confort del coche actual, nos encontramos con multitud de mandos y palancas para activar distintos dispositivos del Humvee (a subasta la mayor colección de vehículos militares).

“En el asiento de atrás, me encontré con espacio suficiente para acomodar mis largas piernas detrás del asiento del conductor, y había espacio suficiente en los laterales para guardar las mochilas, las maletas, la comida y otro tipo de objetos de los tres soldados y mío”, cita el periodista.

La jornada de pruebas se realizó con un "riesgo medio", acercando lo máximo posible a la realidad al periodista pero dentro de los márgenes de seguridad. También tuvo que practicar cómo cambiar un neumático (¡con 32 tuercas!) con una llave de rueda de cuatro vías y gato de tijera incluido. No faltó el barro… y el agua. Porque este Humvee aguanta lo que le echen, y si no mira cómo pasa por un río de aguas profundas gracias al kit de vadeo que incorpora. 

Fuente: Autoblog

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