25 años del debut de Michael Schumacher en F1

El automovilismo y, sobre todo la Fórmula 1 es una carrera a fondo. Siempre hay que estar atento ante cualquier oportunidad que aparezca y aprovecharla sin pensarlo demasiado, porque te pueden cambiar la vida. El GP de Bélgica de 1991 cambió la vida de un jovencísimo piloto alemán de 22 años llamado Michael Schumacher y cambió la historia de la F1, pero nosotros todavía no lo sabíamos. Hoy, 25 de agosto de 2016, se cumplen 25 años del debut de Michael Schumacher en F1.

El equipo Jordan, con Eddie Jordan al mando, había iniciado su andadura en la Fórmula 1 en aquel 1991 con el veterano italiano Andrea de Cesaris y el belga Bertrand Gachot. Siendo un equipo debutante, el comienzo para Jordan no estaba siendo nada malo: De Cesaris y Gachot lograron puntuar regularmente desde la quinta carrera, la de Canadá, con cuartos, quintos y sextos puestos, solo por detrás de los Ferrari, McLaren, Williams y Benetton. Pero la historia se torció a mitad de la temporada, cuando llegaba Spa-Francorchamps. 

Un altercado con un taxista en Londres, al que roció con un aerosol tras una discusión, hizo que cayese sobre Bertrand Gachot una condena a prisión de varios meses. Un asiento en Jordan, por tanto, se quedó libre y fue entonces cuando el mánager de Michael Schumacher, Willi Weber, movió los hilos para que el alemán pudiese correr en Spa. Por aquel entonces, Schumacher participaba en el Mundial de Sport Prototipos con Sauber-Mercedes, a donde había llegado siguiendo también el consejo de Weber. Michael nunca había corrido en el circuito belga, pero ni se le pasó por la cabeza rechazar la oportunidad de comenzar de esta forma tan arriesgada su andadura en la categoría reina.

La única muestra del talento de Schumacher a los mandos de un F1 del que tenía constancia Jordan era que el alemán hizo un test la semana previa al GP de Bélgica de F1 y tanto el diseñador de Jordan Gary Anderson como el jefe del equipo, Trevor Foster, quedaron impresionados. Weber, mánager de Michael, les dijo que Michael conocía Spa… pero acabó conociéndolo a bordo de una bicicleta que se llevó al circuito.

“Eddie quería saber si él (Schumacher) había conducido antes en Spa, así que le dije “claro, unas cien veces”, lo que era una completa mentira, porque Michael nunca había estado en Spa. Dijo que quería tiempo para pensar, pero no se lo dí. Le llamé cada hora”, recuerda Weber.

Otros pilotos con más experiencia, como Keke Rosberg, Stefan Johansson o Derek Warwick fueron considerados por Jordan, pero ellos habrían querido cobrar y lo que el equipo necesitaba era aportación económica. Finalmente, Michael Schumacher fue anunciado como piloto de Jordan para Spa. El precio del asiento rondó las 150.000 libras, que recaudó gracias al apoyo de las marcas Dekra y tic tac y de Mercedes, marca le apoyaba en aquél entonces.

A pesar de la presión que tenía sobre sus hombros, Michael logró concentrarse y quedarse sólo en el cockpit con el monoplaza. Él y la máquina. Y no pudo ir mejor. El alemán logró un fabuloso séptimo puesto en clasificación que le permitiría salir justo tras Nelson Piquet. Superó a su compañero Andrea De Cesaris, que partiría undécimo. “Estoy feliz, pero tengo que decir que con este coche puedes hacer una clasificación como esta. Me lo he pasado muy bien”, señaló Schumacher tras bajarse del Jordan 191.

En la salida del Gran Premio, Schumacher logró ganar dos puestos, pero un problema de embrague le dejó tirado en la segunda curva. Más tarde, el alemán confesó que pidió que se lo cambiaran tras el calentamiento: “el embrague se había calentado, pero no quisieron cambiarlo”. Michael abandonó, pero comenzó lo más importante, una larga carrera en la Fórmula 1. Ya no volvería a dejar de ser piloto de F1 nunca más.

Schumacher acabó la temporada en el Gran Circo, pero no con el equipo Jordan, sino con Benetton, la escudería que por entonces dirigía Flavio Briatore. El italiano aprovechó que Jordan no firmase un contrato final para el resto de la temporada y se lo llevó a su escudería, juicios mediante. El alemán puntuó en Italia, Portugal y España. La siguiente temporada, en el mismo Spa-Francorchamps, logró su primera victoria en la F1 a bordo del Benetton B192. Fue el primer triunfo de los 91 con los que se retiró.

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Un cuarto de siglo después, Michael Schumacher es todo un ídolo. Ha batido todos los récords en la Fórmula 1 y lo ha ganado todo en la categoría reina. Subió a lo más alto de la mayoría de circuitos en los que corrió y de ganar siete campeonatos del mundo, una marca difícilmente superable.  Sin embargo, desde el año 2013 ‘Schumi’ libra una batalla fuera de la pista. El accidente sufrido mientras esquiaba en la estación de Méribel, en Francia, le ha dejado graves secuelas. Su estado es una incógnita, el hermetismo sobre su estado de salud es máximo y solo queda desearle lo mejor al alemán a pesar de los poco alentadores rumores sobre su salud que aparecen cada cierto tiempo.

25 años después de su debut, Schumacher sigue muy presente en las pistas de todo el mundo. Sus números son tan imborrables como su recuerdo. Seguiremos esperando buenas noticias ... #KeepFightingMichael