Te contamos las 500 Millas desde Indianápolis... sin Alonso
Qué tiempos aquellos. Corría el año 2012 y casi nadie en España seguía la Fórmula Indy americana. Y si acaso, cuando alguien se refería a aquellas carreras que tenían lugar en un óvalo, lo único que se oían eran improperios. ¿A quién le puede gustar que una treintena de coches no hagan más que dar vueltas y más vueltas por el mismo sitio y durante más de tres horas? Pues AUTO BILD estuvo en esa edición y ya te contó cómo son las 500 Millas de Indianápolis desde el mítico óvalo estadounidense, y todas aquellas cosas que no se ven por la tele. Fernando Alonso sí ganaba entonces carreras de F1 para la escudería Ferrari y nada parecía indicar que el asturiano, sin haberse retirado de la categoría máxima del automovilismo, aceptara el desafío de la carrera más importante del mundo al otro lado del Atlántico. Esta fue nuestra crónica desde el Indianápolis Motor Speedway:
Así te lo contamos desde el terreno... hace cinco años:
"Dios bendiga estos coches, a sus pilotos, a los espectadores. Dios bendiga la velocidad y a América". ¡Olé! Solo en un estado como Indiana de gentes pacíficas y voto ultrarrepublicano podría celebrarse una carrera precedida por los himnos del circuito y de EEUU, cantados en directo... y por un reverendo decidido a bencecir a todos los que estábamos allí presentes, en las míticas, famosas y archiconocidas 500 Millas de Indianápolis.
Esta prueba la recuerda hasta mi suegro, a pesar de su enemistad confesa hacia el automóvil como agente contaminante y hacia el 'modus operandi' en política internacional de un país cuyos taxis llevan motores V8 de gasolina y despilfarran petróleo a raudales.
Pero hoy, mi pasatiempo turístico pasaba por reconciliarme con ciertos estereotipos que iban asociados a las carreras, a las tradiciones 'yankis' y a una manera de entender el automovilismo muy diferente a la europea. Así pues, además de volverme a casa con un chute de adrenalina de lo más 'racing', me llevo en la maleta todo esto:
1.- Los soldados del Ejército estadounidense no solo se dedican a hacer misiones en Afganistán o Irak, sino que levantan banderas de su país ante cientos de miles de personas, las cuales les muestran su respeto y gratitud desde que los coches se colocan en la parrilla de salida. No en vano, las 500 Millas de Indianápolis han coincidido con el Día de Homenaje a los Caídos.
Eso sí, en cuanto todo el mundo ha comenzado a cantar el himno -que me había pillado sentado en la grada lleno de cables, cámaras, móviles y un portátil- me he puesto de pie y me quitado la gorra, pues esta gente todavía tiene en la memoria la 'sentada' que hizo ZP al paso de su bandera el día de nuestro desfile, como protesta contra la guerra de Irak (quita, quita, que no quiero líos).
2.- Los miembros del cuerpo de Bomberos. Son considerados héroes nacionales, no como en España, que solo parecen ser admirados por su físico -en eso, por cierto, les ganan los españoles, porque aquí les encanta el picoteo y las porquerías-.
En cambio, en la Indy 500 no solo posan, desfilan y son objeto de agradecimiento púbico, sino que salen raudos y veloces a pista, tan pronto como hay un accidente.
3.- La gente de la América profunda es igual de 'nice' (o más) que la de las ciudades, y encima tienen 'pick-up' más gordos y van con menos prisa por la vida.
4.- Y, por supuesto, que quede claro: las carreras de coches en un óvalo NO son aburridas. Yo también pensaba eso hasta que he estado las 500 Millas de Indianápolis 2012.
Es cierto que haciendo zaping y a deshora, a o mejor no es lo más apetecible para alguien no iniciado, pero en directo te das cuenta de cómo los adelantamientos, los accidentes y los derrapajes son continuos, en una especialidad con ese encanto de lo 'amateur' y accesible que la Fórmula 1 perdió hace demasiados años. Y de divertirse, los americanos (yo prefiero, 'estadounidenses') saben de lo lindo, porque tienen animadores de fiesta hasta para emenizar las colas de los grandes espectáculos...
... así que si esto es lo mejor que saben hacer y bendicen la velocidad en circuito, yo también beso por donde pisen. Los coches de carreras, digo.
Vídeo: así fueron 'nuestras' 500 Millas de Indianápolis:
Etiquetas: 500 millas de Indianápolis
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