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Fórmula 1: el previo del Gran Premio de Alemania

Carlos Flores

El Campeonato del Mundo de Fórmula 1 cruza este fin de semana su ecuador con el Gran Premio de Alemania, décima prueba de la temporada, que este año se celebra en el circuito de Nürburgring. Finalizada la controversia sobre el uso de los escapes, ¿volverán los Red Bull a imponer su dominio, o será Ferrari el nuevo equipo a batir?

Dentro del plan de alternancia para la celebración del Gran Premio de Alemania, el nuevo Nürburgring -durante mucho tiempo, sede del Gran Premio de Europa- toma este año el relevo de Hockenheim. Un circuito que, sin llegar a ser insulso, palidece en comparación con su hermano mayor, el mítico infierno verde y sus serpenteantes más de 20 kilómetros, a cuya sombra, y nunca mejor dicho, se ubica.

Con la prueba germana, llega el paso del ecuador para los Grandes Premios 2011 de Fórmula 1. Y a este punto se llega con un líder más que sólido, Sebastian Vettel. El joven alemán se presenta ante su público por primera vez como campeón, y será interesante contemplar si ya ha tomado el relevo en la atención de los aficionados locales de su predecesor, un Michael Schumacher en horas bajas.

Con sus seis victorias y tres segundos puestos, no se puede decir que Vettel ande escaso de éxitos. Pero si hay una carrera que quiera ganar, y de paso aumentar su ya monstruosa ventaja al frente de la tabla, es la de este domingo. Sebastian nunca se ha impuesto en su país, y este año tiene fundadas esperanzas de poder hacerlo. Intentando evitarlo, su compañero Mark Webber, una renacida Ferrari, con el impulso del gran triunfo de Fernando Alonso en Gran Bretaña y, tal vez, McLaren, si es que los británicos logran enderezar su, últimamente, errático camino.

Cuando caiga la bandera a cuadros, quedarán solo nueve carreras antes del final de la temporada. La lectura: si alguien aspira a complicar el hasta ahora plácido camino de Vettel hacia el título, debe comenzar a recortar diferencias desde ya.

Dónde está la emoción

Nürburgring ya era un circuito donde adelantar era relativamente factible en la era anterior a la llegada del alerón móvil, el Kers y los neumáticos Pirelli. La reforma, en 2002, de la parte inicial del trazado creó una primera curva en bajada muy propicia a las apuradas de frenada, y las curvas que le siguen daban la oportunidad de contraatacar. Pero, a menudo, un punto de adelantamiento puede ser a la vez una zona conflictiva, en especial en la primera vuelta, y a lo largo de los años ha habido bastantes colisiones nada más darse la salida. Es habitual que los monoplazas circulen en fila de a tres por el complejo inicial y que las posiciones no se aclaren hasta que salen de la curva 4. El otro factor de entretenimiento principal es el tiempo, muy variable en esta época en la montañosa región de Eifel; la lluvia viene y va, a veces en forma de leves chubascos que no llegan a requerir cambio de neumáticos, pero que hacen que la conducción con lisos sea delicada, y a veces en forma de tremendos aguaceros.

Las claves de Nürburgring

-De vuelta a las reglas de Valencia: las idas y venidas de la FIA sobre las reglas relativas a los escapes alcanzaron en Silverstone inusitadas cotas de surrealismo. Al final, se ha impuesto la lógica y ante la imposibilidad de contentar a todos, se ha dado marcha atrás. Desde Nürburgring y hasta final de temporada, se mantiene la prohibición de cambiar el mapa de motor entre calificación y carrera, pero los escapes podrán funcionar en todo momento, incluso cuando no se pise el acelerador. Así que, de nuevo, será un Gran Premio destinado a resolver una incógnita: la de si la victoria de Ferrari en Silverstone se debió a que las excepcionales circunstancias técnicas cortaron las alas a los Red Bull o, por el contrario, la mejoría del equipo italiano fue genuina y le permite seguir plantando cara a los grandes dominadores de la temporada.

-Alonso: ¿no hay dos sin tres? El bicampeón español ya ha ganado en un par de ocasiones en Nürburgring, y en su habitual blog previo a las carreras en la web de Ferrari bromeaba al respecto: “Hay un dicho que habla de cuando algo sucede dos veces, pero no quiero decirlo para no gafar mis opciones, ¡así que los aficionados tendrán que averiguar cuál es!”. Un reto sencillo de resolver. El objetivo de Fernando no es otro que sumar una tercera victoria que refrende la conseguida dos semanas atrás. Eso sí, sin pensar en el campeonato. “Nuestros progresos nos han llevado a lograr un triunfo plenamente merecido en un circuito que, sobre el papel, no era adecuado para nuestro coche; sin embargo, ese éxito no hará que cambie nuestro enfoque: ir carrera a carrera, sin mirar a la clasificación, y hacer las cuentas al final. Así que llegamos a Alemania con el mismo espíritu que demostramos en Gran Bretaña, pero con la confianza añadida de saber que el monoplaza es ahora más competitivo”, concluye Alonso.

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