Dos Toyota Land Cruiser 'suben' el Everest
Toyota EverTest, un proyecto de tres meses de duración (abril, mayo y junio de 2016) que ha reunido a un grupo de alpinistas para escalar el Everest junto a dos legendarios todoterreno de la familia Land Cruiser, ha llegado a su fin.
Dos unidades del Toyota Land Cruiser, un Land Cruiser 200 y un Land Cruiser Prado, han recorrido 15.250 km en condiciones extremas, tanto en lo que se refiere a las zonas de tránsito como a la meteorología. Ambos Land Cruiser prestaron apoyo a la expedición EverTest durante el ascenso al Everest y regresaron a Moscú sin una sola avería.
Todos los miembros del equipo de la expedición EverTest (el proyecto de medios Snob, el presentador letón de televisión Valdis Pelsh con la productora RD Studio y el portal web global Yandex) pudieron hacer realidad su ambición de subir al Everest y recopilaron material exclusivo para mostrar la montaña más alta del planeta a tanta gente como fuera posible.
Ascenso al Everest, narrado en directo
Se han contado leyendas y se han hecho películas sobre el Everest, pero nadie había conseguido hasta ahora mostrar toda la ascensión, desde la base hasta la cima. Fue una ambiciosa idea de Valdis Pelsh y RD Studio. Relatar una historia en tiempo real sobre gente real, los intrépidos conquistadores del techo del mundo, fue el germen del proyecto.
La expedición comenzó a 7.000 kilómetros del campamento base del Everest, y resultaba esencial recorrer todo ese camino con la seguridad de que los vehículos no fallarían.
El espeleólogo, alpinista, poseedor de récords Guinness y dos veces cima del Everest, Denis Provalov, cuenta: “Cuando me hablaron de la expedición en coche, mi primera reacción fue: ‘¿Cómo es posible? ¡Atravesar China en un coche!”.
Alexei Mochalov, planificador de la ruta de la expedición en su parte motorizada, afirma: “El viaje partió de Ulan-Ude (Rusia) y las dificultades surgieron allí mismo, mientras atravesábamos campos y estepas hacia Ulan Bator (Mongolia). Corría el mes de marzo, lo que significa que las carreteras estaban llenas de tierra. Nuestra ruta incluía tres puentes de hielo. Sin embargo, claro está, los Land Cruiser no nos fallaron, tampoco allí”.
Alexander Abramov, presidente del 7 Peaks Club, siete veces en la cumbre del Everest, afirma: “Los vehículos del campamento base eran absolutamente esenciales. Bajamos hasta cuatro veces para alcanzar una correcta aclimatación, mientras que en expediciones anteriores solo podíamos hacerlo una vez. Esta vez nos podíamos permitir bajar y disfrutar de un sueño reparador. Y no es tan sencillo como podría parecer. Hay que conducir 50 kilómetros de distancia para perder un kilómetro de altitud”.
Los miembros de la expedición, requieren un entrenamiento estricto y toda la fuerza moral y física posible para poder escalar un pico de 8.848 metros.
El Everest
No somos la primera generación en preguntarnos por qué mucha gente joven, motivada e inteligente, profesionales de éxito, va a la montaña y tiene la valentía de hacer algo que nunca antes se había hecho. No se trata del deseo de mirar el mundo desde lo más alto ni de una forma de demostrar nada; es un desafío personal. Y son las montañas, esos gigantes con siglos de antigüedad, quienes deciden quién puede subir hasta arriba y quién no.
Alexander Abramov declara: “A veces el líder entiende que un alpinista no está preparado y no le deja subir a la cima, porque el alpinista no se puede detener, en especial si está cerca de la cima. El Everest es tentador, pero la gente tiene que aprender a tragarse el orgullo”.
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