Prueba Smart Fortwo Coupé Turbo: un tipo sin competencia

El Smart Fortwo no es un coche, es más que eso. Es algo único, un estatus, casi una religión. Conquistó a propios y extraños ya desde su primera generación (desde 1998) e hizo lo propio con la segunda (desde 2006). Y ahora llega la hora de sentarnos al volante de la tercera versión del Fortwo.

Parece el Smart original, pero con un 'chute de doping'. Es diez centímetros más ancho, lo que no merma demasiado su capacidad para aparcar, y dentro gana mucho en sensación de espacio. Ahora no obliga a ir a sus dos ocupantes casi tocándose: gana 14 centímetros más para los hombros y se va más desahogado. El maletero es 40 litros más grande y también el acompañante tiene más espacio para los pies.

Eso sí: casi todo lo que ves a tu alrededor en este 'pequeño Mercedes' tiene un coste extra. La versión básica es simplemente negra, lo que no es muy atractivo. Así que tienes que elegir entre uno de los tres niveles de equipamiento, que parten de 1.300 euros. Incluso las alfombrillas de 'velour', el cubreequipajes o la cerradura de la guantera tienen sobreprecio, nos parece excesivo. Tampoco nos convencen algunos apartados de su ergonomía: los elevalunas eléctricos están demasiado atrás, los botones para algunos asistentes muy bajos y el indicador de combustible se vuelve loco con facilidad. Sus acabados, justitos, con unos materiales y revestimientos que dejan que desear, no están a la altura de un coche de este precio.

Pero, por otro lado, es mucho mejor en aspectos que los conocedores de Smart llevaban tiempo echando de menos: potencia suficiente, un cambio cómodo y suspensiones agradables. ¡Prueba superada!

El tres cilindros turbo ya ha demostrado que es una garantía de diversión en el Renault Twingo (puedes ver aquí su prueba) y convierte al Smart en un tiro. Con sus 90 CV y el empuje de la turbina, deja clavados en los semáforos a todos los Smart anteriores. En autovía se puede abonar tranquilamente al carril izquierdo y su velocidad está limitada a 155 km/h. El bloque de 0,9 litros podría correr mucho más, también su afinado chasis. Solo el elevado ruido aerodinámico de los pilares delanteros enturbia la impresión de que el nuevo Smart es, por fin, un coche apto para viajar.

Aunque su hábitat natural sigue siendo la ciudad. Gira aún más que antes, con un radio de 7,2 metros, y una dirección más directa te permite zigzaguear a placer entre el tráfico. El cambio manual estira las marchas sin problema, y ha desaparecido la pausa que se tomaba en los modelos anteriores. Como decíamos, todo esto convierte a este 'gnomo' sobre ruedas en un coche único, que no tiene rival. Y si lo llevas al límite, cuentas con unos frenos con mucho mordiente y un eficaz ESP.

Muchos clientes del Smart esperan la llegada del cambio de doble embrague Twinamic, pero nosotros invertiríamos en este motor turbo más potente, que aporta un plus al Smart gracias a su poderío.

Conclusión

Novedades positivas
El Smart ha dado un paso de gigante. Más espacio, un motor más potente, y el cambio manual y la suspensión le hacen entrar en otra dimensión. Aunque los fans más puristas no quieran verlo, el Smart Fortwo no ha perdido, sino que ha ganado mucho. Este biplaza nunca fue tan manejable. Con esto no solo convencerá a los clientes de siempre: también atraerá a los escépticos.

En nuestro comparador de seguros hemos calculado lo que costaría asegurar un Smart Fortwo Coupé Turbo. Para calcular el precio, tomamos como referencia un hombre de 40 años, con 10 de antigüedad de carné y sin siniestros, que vive en Madrid, utiliza el coche a diario, aparca en un garaje colectivo y recorre hasta 20 000 kilómetros al año. Con estos datos, el seguro a todo riesgo más asequible lo ofrece Direct Seguros, por 337 euros.
Este coste podría ser menor si optas  por una póliza a todo riesgo con franquicia. En este caso, la más barata sería también la de Direct Seguros,. Cuesta 216 euros con franquicia de 220 euros.