Prueba del Seat Altea XL Electric Ecomotive, por Madrid

El Seat Altea XL Electric Ecomotive es el primer coche eléctrico en la historia reciente de la marca española, cuyo primer y tímido paso en esto de la electromovilidad se remonta a 1991, cuando presentó el Marbella eléctrico. Aunque han pasado más de dos décadas desde entonces, Seat no ha estado cortocircuitada todo el tiempo, ya que en los últimos años ha presentado el prototipo Seat IBe y ha participado en varias iniciativas de investigación en esta materia, tanto dentro del Grupo Volkswagen, como con otras empresas españolas –proyecto VERDE-.

El resultado tangible –el intangible es el conocimiento necesario que se está acumulando- son dos prototipos: Altea XL Electric Ecomotive y Leon Twindrive, que AUTOBILD.ES ha tenido ocasión de probar esta semana, por las calles de Madrid. El Seat Altea es un eléctrico puro del que Seat va a completar seis unidades. Dos de ellas se cederán a empresas y organismos de Barcelona, otros dos se destinarán a entidades de Madrid y habrá otro que se concederá al proyecto Smartcity que se está desarrollando en Málaga.

La unidad restante permanecerá en Martorell para estudios, actualizaciones tecnológicas y diferentes eventos. Con un paquete de baterías de ión-litio de 26,6 kWh montadas en forma de T en el suelo del vehículo, el Altea XL Electric Ecomotive dispone de una autonomía de 135 km y su motor eléctrico ofrece una potencia de 85 kW -113 CV- con unos 270 Nm de par que no tuve ocasión de llegar a probar realmente dentro del denso tráfico de Madrid. Las celdas de las baterías son del socio tecnológico de Volkswagen, pero el resto del coche ha sido desarrollo propio de Seat.

Incluso se ha montado el paquete de baterías en Martorell, donde Seat mantiene un proyecto de investigación del coche eléctrico (VERDE) con otras compañías del sector. El Altea XL Electric Ecomotive puede cargarse en unas 8 horas en modo convencional, pero además dispone de otros dos que hacen posible conseguirlo en 30 minutos o, incluso, en 10 minutos, si se usa el conector único cuyo estándar emplean Audi, BMW, Ford, Daimler, General Motors, Porsche y Volkswagen.

Una cosa que me ha gustado mucho del Seat Altea XL Electric Ecomotive es que puedes ajustar la recuperación de energía de la frenada con las levas del volante –que ya no tienen la función de cambio, inexistente en este modelo-. Así, cuando estás bajando un puerto por ejemplo, puedes sujetar con él el coche como si estuvieras reduciendo. Además, el Altea EV dispone de tres modos de conducción: Normal, Eco y Range. Este último, innovador, te permite ajustar todos los parámetros de gasto del coche para aumentar su autonomía hasta el próximo punto de recarga.

El aplomo del Altea XL Electric Ecomotive y su capacidad de acelerar rápidamente a la salida de un semáforo convencen tanto como en otros eléctricos que he probado y que ya están a la venta. Lo malo es que Seat no está interesada en este mercado, de momento, así que hacia 2015 comercializarán la versión del Leon Twindrive, que se base en la siguiente generación del compacto y, más adelante llegará el primer eléctrico de Seat en el Siglo XXI.

“No somos una marca Premium –evito reproducir el ejemplo concreto-: no tenemos la necesidad de introducir cada tecnología antes que nadie. Tampoco nos podemos permitir quedarnos en fuera de juego cuando el mercado comience a demandar coches eléctricos o híbridos enchufables y por eso tenemos ya estos dos prototipos, aunque hay que recordar que las marcas que están comercializando coches de este tipo ahora, están perdiendo dinero con ellos”, admitía Santiago Castellà, responsable de electromovilidad en Seat, después de que yo admitiera que el Leon Twindrive podría ser un duro competidor dentro del segmento de los híbridos hoy mismo.