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Revisa tu moto para las vacaciones (1)

David Garcia de Navarrete

Preparar la moto para tus vacaciones es fundamental, como en cualquier otro vehículo.En la época de los viajes largos, como ésta en que estamos, todos esperamos que nuestra moto esté en el mejor de los estados. Una simple revisión que podemos hacer nosotros mismos nos puede ahorrar muchos problemas, y apenas nos ocupará unos minutos.

Preparar la moto para viajar cuando llega el momento, es casi un rito obligado para cualquier motorista, Con un manómetro, los líquidos y elementos adecuados y unos mínimos conocimientos, podemos dejar nuestra moto preparada para afrontar el más largos de los viajes.

En el siguiente reportaje podrás saber cómo revisar los puntos más importantes de tu máquina antes de disfrutar de esas bien ganadas semanas de descanso... sin que se conviertan en una odisea por culpa de una tonta avería que te deje tirado en medio de la nada. Básicamente, es lo mismo que hay que mirar en un coche, pero teniendo en cuenta que prácticamente cualquier moto tiene una potencia específica mucho mayor que cualquier automóvil.

Además, en los últimos tiempos los fabricantes de motos han puesto especial cuidado en crear una gama de productos que cubran concretamente las necesidades de sus modelos. Así, a lo largo de dos reportajes, te damos las nociones básicas para hacer una rápida revisión a tu moto para que en tus vacaciones sólo te preocupes de disfrutar y viajar.

Aceite

¿Te has fijado que un coche deportivo puede girar hasta 7.000 u 8.000 revoluciones por minuto?. Es mucho, ¿verdad? Pues considera que una moto “tranquila” gira por encima de las 9 ó 10.000, y las más deportivas (entre las que están muchos de los modelos más vendidos, las 600) llegan hasta las 16.000. Esto quiere decir que necesitan una lubricación muy precisa en zonas críticas. Además, con el calor veraniego, todos los propulsores se calientan más y trabajan a mayor temperatura, por lo que las holguras son también mayores.

Revisa tu moto para las vacaciones (1)

Así, es muy importante comprobar el nivel de aceite antes de iniciar un viaje largo, pues además los cárteres de las motos son menores que las de los coches (cuestión de espacio) y por tanto cabe menos aceite. Por tanto, si en un viaje largo se queman 500 cc de aceite esto sería una décima parte de 5 litros de un coche, pero la quinta de dos litros y medio de alguna moto Por otro lado, hay muchos modelos en el mercado que no tienen refrigeración líquida, por lo que aparte de la seguridad mecánica propiamente dicha está el factor refrigeración a través de pequeños radiadores de aceite.

No obstante, los gripajes que en los antiguos motores de dos tiempos eran relativamente frecuentes, con los actuales de 4 apenas se conoce ningún problema.. a no ser de fallos garrafales del tipo “uy, ¿pero hay que echarle aceite? Pues no la he mirado nada desde hace cinco años”. La resistencia de un motor actual de moto es muy superior a los que te puedas imaginar.

Agua

Pues la premisa es la misma que en al apartado anterior. En los motores con refrigeración líquida debes mirar el nivel antes de salir y comprobar de paso que el sistema o el radiador no tiene ninguna fuga, porque éste es el motivo más habitual de que no haya suficiente agua.

Por ejemplo, un manguito puede estar flojo o una junta tórica un poco pasada. No obstante, es básicamente difícil que el nivel baje si no hay algún problema añadido porque el circuito es estanco. De vez en cuando lo que sí puedes hacer cada cierto tiempo (me refiero a años, o si tienes una de segunda mano) es desmontar el vaso de expansión y limpiarlo por dentro, porque con el tiempo se acumula suciedad.

Lavado

En esta época es especialmente importante lavar la moto tras cada etapa del viaje, porque las nubes de mosquitos y pequeños trozos de asfalto lanzados por los coches y camiones pueden terminar arruinando la pintura o incluso derivando en algún problema eléctrico o similar.

Revisa tu moto para las vacaciones (1)
Así, puedes llevar un gel especialmente diseñado para plástico y pintura de moto, y darle una lavadita cuando llegue a tu destino o cuando vuelvas de él. Limpia especialmente el faro, porque la costra de suciedad que se forme puede disminuir peligrosamente su luminosidad.

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