Logo Autobild.es

Prototipos abandonados: Renault Espace F1 de 1994

Nacho de Haro

Aquí tienes la historia de uno de los prototipos más salvajes jamás construidos, el Renault Espace F1 de 1994. Un monovolumen brutal con motor Renault V10 de Fórmula 1 que nació como resultado de dos celebraciones diferentes: por un lado, el décimo aniversario del lanzamiento del Espace y por el otro, para conmemorar los buenos resultados logrados por la marca en competición.

No te pierdas: El Renault Espace cumple 30 años

Ya sumamos más de una decena de reportajes de la saga sobre prototipos abandonados, así que para celebrarlo, te traemos la historia de uno de los más radicales jamás concebidos: el Renault Espace F1 de 1994. Nunca antes, ni tampoco después, se ha visto nada parecido a este monovolumen desarrollado sobre la base de la segunda generación del Renault Espace, un vehículo conceptual que escondía en su interior el motor V10 atmosférico de un Fórmula 1, que descansaba como si nada entre los dos asientos de la segunda fila.

Como puedes comprobar en la galería de imágenes, el Espace F1 de 1994 se parece muy poco al vehículo de producción original de Renault. Y no es para menos, pues este prototipo olvidado desde el principio tenía que ser muy especial, pues nació como resultado de dos celebraciones diferentes: para conmemorar el 10 aniversario del Espace (que por cierto, superó en 2015 los 30 años de historia) y los éxitos logrados en competición por la marca francesa.

Así que la división de competición de la firma gala y Matra se pusieron manos a la obra para crear un monovolumen como nunca se había visto, un vehículo que bajo la apariencia de un automóvil familiar escondía el sistema de propulsión de un Williams-Renault FW15C de Fórmula 1 de 1993. Nada menos que un bloque 3.5 V10 atmosférico con 40 válvulas capaz de rendir 820 CV de potencia. Sí, el mismo motor que ganó el título mundial de F1 en 1994, que como en el monoplaza, estaba asociado a una caja de cambios secuencial de seis relaciones.

Presentado por primera vez ante el público y la prensa especializada en el Salón de París del año 1994, el Renault Espace F1 de 1994 contaba con una carrocería fabricada por completo en fibra de carbono, material que también daba forma al chasis, que contaba también con aluminio en gran parte de su estructura. Esto permitía que fuera extremadamente liviano (1.300 kg, nada mal para su tamaño), lo que unido al estratosférico rendimiento del motor, se traducía en unas prestaciones que incluso hoy en día están reservadas a los superdeportivos más potentes, caros y exclusivos del planeta.

El Renault Espace más radical jamás construido podía pasar de 0 a 100 km/h en unos ridículos 2,8 segundos y de 0 a 200 km/h en tan solo 6,9 segundos (es decir, es una décima de segundo más lento que el todopoderoso McLaren P1, de locos). A pesar de que la aerodinámica no era su fuerte, podía llegar a superar los 300 km/h con el espacio suficiente, así que no es de extrañar que este prototipo abandonado fuera utilizado en varias ocasiones como coche de seguridad. Eso sí, debido a la ubicación del motor (posición central-trasera), solo contaba con cuatro plazas.

Fuente: Periodismo del Motor

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.