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Cómo actuar si tu coche sufre una riada

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Si te ha “tocado”, esto es lo que debes hacer.

Estamos viviendo un septiembre donde las inundaciones y gotas frías están a la orden del día en varias localidades de España. Una cosa tiene el verano y que tan pronto tenemos que darte 10 buenas ideas para aguantar el calor como, de repente, llega la 'gota fría' y toca preparar consejos para recuperar el coche tras las riadas.

Ahora, metidos en plena ola de calor llega el turno de lo segundo, porque tanto apretar el sol provoca que, en cuestión de minutos, calles enteras queden anegadas y los coches pueden salir muy mal parados. Aquí encontrarás información útil para saber cómo actuar. 

Medidas de prevención no hay muchas, salvo que evites aparcar cerca de un río, especialmente cuando su caudal es abundante. También es importante que tengas en cuenta que si te sorprende la riada lo más sensato es abandonar el coche, ya te preocuparás después por él.

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Nosotros, en este caso, no podemos ayudarte mucho más, salvo recordarte qué pólizas te cubren de riesgos extraordinarios y qué papeles debes presentar en el Consorcio de Compensación de Seguros: si el vehículo ha estado completamente sumergido, puede que sea imposible su reparación.

¿Qué cubre el seguro?

Tenemos malas noticias: salvo que pagues una póliza específica para inundaciones (échale un ojo a este Práctico sobre inundaciones y la protección frente a riesgos extraordinarios), algo que supondría un desembolso importante de dinero para una situación que rara vez se va a dar, el seguro no cubre los daños por este tipo de desastres naturales.

Lo bueno es que no todo está perdido: el Consorcio de Compensación de Seguros se hará cargo siempre que “el anegamiento del terreno producido por la acción directa de las aguas de la lluvia, las procedentes de deshielo o las de los lagos que tengan salida natural, de los ríos o rías o de cursos naturales de agua en superficie, cuando éstos se desbordan de sus cauces normales, así como los embates de mar en las costas”. En cambio se excluyen situaciones relativas a averías de presas, alcantarillas, tuberías o canales.

Respecto a lo que cubre el Consorcio en estos casos, es el coste de la reparación pero, dado que en muchos casos el coche está destrozado casi por completo, es habitual declararlo siniestro y dar al conductor el valor venal del vehículo.

¿Cómo solicito la ayuda?

Lo que hay que hacer es solicitar la Hoja de Comunicación de Siniestro, descargada directamente de la web oficial del consorcio en formato PDF, que puede imprimirse para rellenar a mano. Además, hay que adjuntar la documentación necesaria:

  • Fotocopia de tu DNI y de las Condiciones Generales y particulares de tu póliza, así como de sus apéndices y sus suplementos, y del recibo de pago de la prima vigente en el momento del siniestro, donde se especifique el recargo de primas abonadas al Consorcio (3,5 euros anuales).
  • Datos bancarios, con 20 dígitos, de la cuenta donde desees recibir el montante total de la indemnización.
  • Documentación adicional de los daños, tal como un presupuesto o fotografías del suceso.

Es posible reclamar tanto en persona, como por Internet o en el teléfono 902.222.665 de 9 a 18 h de lunes a viernes. Además, también está la opción de reclamar a la tu compañía aseguradora que sea ella la que exija la compensación al Consorcio de Compensación de Seguros.

Cuando el daño es reparable

Hay ocasiones en que la riada y la tromba de agua no destrozan el coche por completo. En esos casos en los que el vehículo es salvable, si te animas a intentar recuperarlo por tu cuenta, te recomendamos seguir estas pautas:

  1. El motor: la mecánica es lo primero que hay que salvar al recuperar un coche dañado por las inundaciones. Solo en el caso de que el barro se haya 'comido' el motor, aplica agua a presión como primera medida y con la batería desbornada. Sustituye el filtro del aire tanto si es metálico como si su núcleo es de papel, porque de no hacerlo, en ambos casos el moho hará de las suyas. La humedad acumulada en los filtros interiores actuará en forma de ruidos e insalubres pestilencias. Si el aceite del diferencial o de la caja de cambios se ha mezclado con agua o barro, hay que cambiarlo junto a sus filtros.
  2. Tapicería e interiores: desmonta los asientos y los revestimientos del suelo y las puertas. Esto hace que la recuperación de un coche dañado por las inundaciones sea mucho más efectiva. Ayúdate con un secador. Cada tipo de tapicería es un mundo y en las convencionales, lo primero es quitar la suciedad más importante con cepillo y esponja. Luego toca aspirar a fondo toda la tela para evitar humedad y posible moho. Lo más recomendable para que todo el proceso se realice satisfactoriamente, es contar con una máquina profesional de limpieza prestada o alquilada. Y antes de sentarte de nuevo, déjalo secar todo muy bien.
  3. La capota: previamente a una inundación, es posible que la lluvia vaya con granizo que, en un techo de lona puede dañarlo considerablemente. Lo primero es evaluar los daños, porque igual ya no tiene remedio y hay que cambiarlo todo. Límpialo bien y dale una crema hidratante.
  4. Faros y cristales: es raro que al recuperar un coche dañado por las inundaciones se pueda secar al 100% sin utilizar una máquina como la de la foto. Si las juntas de los faros ya no son impermeables, sustituye toda la pieza. Si la luna se ha roto, repararla en vez de cambiarla puede salirte hasta un 80% más económico.

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