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Prueba: Volkswagen Golf GTD Variant

Maneras de deportivo, confort y espacio para toda la familia, con consumos muy ajustados. Este Volkswagen Golf GTD Variant lo tiene prácticamente todo. Lo comprobamos al volante.

El Volkswagen Golf GTD Variant no tiene intención de ser un deportivo explosivo, sino más bien un eficaz corredor de fondo. Y para ello se vale de su acertada combinación de potencia y condición de familiar. Permite ciertas alegrías al volante al conductor, y viajar con la prole y su equipaje a cuestas. Un aliado perfecto para viajes largos, con consumos contenidos para redondear el conjunto.

Este diésel con chasis deportivo va 15 milímetros más cerca del asfalto, tiene un frontal y una zaga más anchos y doble escape. Como en todos los modelos GT de Golf, lleva los acostumbrados asientos deportivos de cuadros, con un buen agarre lateral, aunque pueden resultar algo estrechos para personas de complexión gruesa. Lo que no es en absoluto estrecho es el maletero, que admite hasta 1.620 litros de equipaje.

Como en el GTD normal, el dos litros turbodiésel rinde 184 CV (ya los conocemos del Skoda Octavia RS y el Seat Leon ST). Gracias a su entrega de 380 Nm de par entre 1.750 y 3.250 vueltas, empuja siempre con fuerza, si bien no llega a la vigorosidad, como es lógico, de su hermano el Golf R Variant de 300 CV

Un viajero muy dinámico

En autovías, este GTD rueda con brío, aun cuando el cambio DSG opcional se toma un segundo antes de cada inserción cuando reduce y vuelve a subir. En combinación con su conducción programable opcional, en modo Sport la dirección progresiva tiene una respuesta muy directa y precisa, y con sus llantas de 17 pulgadas y neumáticos de 225 entra y sale de las curvas con aplomo y agilidad. 

¿Merma la dinámica su carrocería familiar? No, porque en contra de los pensado, los 70 kilos extra del eje trasero ayudan a mejorar la estabilidad. La velocidad máxima es de 231 km/h y, según datos oficiales, acelera de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos. Esto son cuatro décimas más que la versión corta. Y si quieres aún más deportividad puedes poner el ESP en modo Sport con solo pulsar un botón, de manera que el diferencial electrónico XDS+ frena las ruedas interiores para aportar un agarre extra en curvas. 

Otro factor en el que puntúa: en nuestra prueba ha consumido una media de 4,4 litros, aunque si practicas una conducción decidida llegarás con facilidad a los seis, que sigue siendo una buena cifra. 

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