Prueba Seat León Cupra 290: antídoto para el aburrimiento
El Seat León Cupra 290 se convirtió el año pasado, durante su presentación en el Salón de Frankfurt 2015, en el Seat más potente de la historia, un galardón que, si no se producen cambios de última hora, mantendrá todavía un par de años (al menos) hasta el futuro lanzamiento del León Cupra R: no está confirmado y delante de la prensa no quieren ni oir hablar de él, pero si seguimos la evolución histórica de los Cupra, llegará. No obstante, los cambios respecto al León Cupra 280 son mínimos, tan pocos que muchos nos preguntamos en un su momento si las modificaciones serían suficientemente importantes como para considerarlo una nueva versión.
Acudo a la primera prueba del Seat León Cupra 290 para despejar esta duda: ¿será mejor o no que el Seat León Cupra 280? Sinceramente, no creo que esta sea una cuestión prioritaria para la marca, el Seat León Cupra ha demostrado una y otra vez lo bueno que es y no dudo que este 290 volverá a serlo, pero tengo una curiosidad importante para comprobar cuál es el motivo del nacimiento de esta versión.
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Llego de los primeros a la elección de coches y me permito el lujo de elegir un Seat León Cupra SC 290 con una de esas combinaciones de colores que llama la atención, aunque no se si en el buen sentido o en el malo: gris pirineos con varios detalles en naranja, como las llantas o los retrovisores. Este toque de color es un opcional que forma parte del Paquete Performance, que además incluye unos frenos brembo con pinzas de cuatro pistones, unas llantas multiradio de 19 pulgadas y neumáticos Michelin Pilot Sport. ¡No pinta mal la cosa!
Afortunadamente, apenas un par de semanas atrás pude disfrutar de un Seat León ST Cupra 280, así que todavía tengo su recuerdo patente para poder comparar con más precisión. Mi ejemplar cuenta con la caja de cambios manual de seis velocidades y no con el cambio automático DSG, también con seis relaciones: tres cuartas partes de las ventas del León Cupra montan la caja automática.
Antes de ponerme a fondo con la prueba del Seat León Cupra 290 deja que te ponga sobre la mesa las novedades que monta respecto al 280: la principal es el aumento de potencia, diez caballos extra ganados no por el nuevo sistema de escape, que es la segunda gran novedad, sino por el ajuste de la presión del turbo, que ha aumentado en aproximadamente 50 milibares. No busques otras porque no las hay, esto es todo: 10 CV más y un escape algo más sonoro en las versiones SC y 5 puertas.
El resto sigue igual, afortunadamente. El Seat León Cupra 290 mantiene intacta una condición que para mi es ya fundamental en todo Seat Cupra: el compromiso entre confort y deportividad. No necesito ni hacer diez kilómetros para darme cuenta que sigue siendo tan bueno cuando quieres ir tranquilo. La suspensión filtra muy bien cualquier irregularidad y los asientos son, casi, como los de cualquier otro León: eso sí, si estás pensando en comprarlo, por favor, hazme caso y equípalo con los backets, cuestan poco más de 1.000 euros extra pero son mejor en todos los aspectos, incluso en el del confort, aunque parezca mentira.
En el selector de modos de conducción circulo en confort (también se puede elegir entre Sport, Cupra o Individual). Los primeros kilómetros de tranquilidad y relax me ofrecen la posibilidad de toquetear el sistema de conectividad Seat Full Link, que en esta nueva versión dispone de las últimas actualizaciones. La conexión se realiza rápidamente y sin complicaciones, su interfaz es intuitiva y tiene todo lo que buscas en un sistema de conectividad moderno, incluyendo el MirrorLink y la SEAT ConnectAPP, que permite gestionar tus mensajes o cuentas de Facebook o Twitter mediante el coche: incluso te lee los mensajes en voz alta para que no apartes la vista de la carretera.
Vale, mi mayor preocupación está resuelta: el Seat León Cupra 290 sigue siendo un coche fantástico para el día a día y no ha endurecido su comportamiento. Ahora toca comprobar si esos 10 CV de más se notan bajo el pedal derecho. Para ello, una vez más, Seat nos ha ofrecido la posibilidad de rodar con él en un tramo cerrado de carretera, sin preocuparnos de cualquier otro factor que no sea la conducción pura y dura.
Arranco y hundo mi pie derecho sobre el acelerador con rabia. Al igual que en anterior 280, las ruedas comienzan una batalla contra la física: ¡cada una tiene que lidiar con 145 CV de nada! Aún así, el Seat León Cupra 290 tracciona muy bien y en un abrir y cerrar de ojos (concretamente, 5,7 segundos) ya circulo a 100 km/h. Sinceramente, no te voy a engañar, encontrar esos 10 CV extra es algo que yo no he podido conseguir: corre mucho y corre bien, pero es que con 280 CV ya lo hacía.
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Llegan las curvas y aquí comienza lo interesante. Por supuesto, ruedo con el modo 'Cupra Drive Profile', la dirección se endurece, la respuesta sobre el acelerador es más directa e incluso el sonido parece ahora algo más contundente. El León Cupra 290 traza las curvas con una precisión increíble, el diferencial electrónico en el eje delantero hace que el subviraje no haga acto de presencia salvo que entres muy pasado. Una curva tras otra, el León Cupra consigue sacarte una sonrisa. Los frenos brembo del Paquete Performance responden también con contundencia cuando los necesitas, aunque si vas muy rápido, las transferencias de masas se notan algo más de lo que me gustaría: es el precio por tener confort en el 98% de las condiciones normales de circulación.
El chasis DCC adaptativo parece tragar con todo y cuando llevas tres o cuatro kilómetros y coges confianza, te das cuenta que este León tiene los límites muy arriba. Llegamos al final del tramo y tengo dos cosas claras: los 10 CV no se notan nada y este León es un maquinón. La mecánica es una auténtica maravilla y siempre está presente cuando rozas el acelerador: los 350 Nm disponibles de manera constante desde las 1.700 vueltas hasta las 5.800 son un buen ejemplo de cómo debe ser un motor pequeño moderno. La potencia maxima, los 290 CV, se alcanzan a 5.900 revoluciones, por lo que la mecánica nunca desfallece. Su consumo medio oficial es de 6,7 litros, aunque en una conducción normal es más fácil que ronde los ocho litros, para nada una mala cifra.
Ahora bien, no todo van a ser cosas buenas. Tengo que confesarte que siempre, en todas las pruebas que realizo, intento buscar las cosas negativas antes que las positivas y en este Seat León Cupra 290 me ha costado más de lo habitual. En el apartado estético no voy a entrar y bajo mi punto de vista, en el interior cuenta con la calidad de acabados suficiente para un coche como este; evidentemente no llega al nivel de excelencia de Audi o BMW, pero no creo que nadie necesite ir tan lejos. En cuanto a equipamiento también cumple, así como en habitabilidad (aunque si quieres espacio, no lo dudes, vete a por el Cupra ST).
Hay tres cosas que no me han convencido y eso que una de ellas era una de las dos novedades que incorporaba esta nueva versión. La primera sigue siendo la dirección: muy bien que sea progresiva, eso es genial porque te permite una buena maniobrabilidad en ciudad, pero echo en falta algo más de dureza cuando selecciono el modo Cupra. Se supone que este es el más deportivo y si bien la dirección es muy directa, me gustaría que fuese algo más dura y comunicativa: el eje delantero es una gozada, con una dirección más resistente a los movimientos sería perfecto.
Otro factor que considero que no termina de estar del todo redondo es el del sonido. Seat asegura que el nuevo escape mejora el sonido pero a mi me ha costado trabajo encontrar las diferencias. Es posible que algo mejore y que sea un poco más poderoso, pero sigue lejos de lo que te ofrecen sus primos de Volkswagen y Audi con el Golf R y el S3 respectivamente. La tercera son los asientos de serie: claramente pretenden priorizar el confort respecto al agarre, pero intentando lo primero arruinan el resto. La sujeción lateral no me ha parecido suficiente para un coche así y los backets me parecen una opción casi obligatoria en este coche: agarran tremendamente bien y me he pegado viajes largos con ellos sin problemas.
Por lo demás, el Seat León Cupra 290 sigue siendo igual de magnífico que era antes. Si encima tienes en cuenta que con descuentos se puede quedar por debajo de los 30.000 euros, creo que es uno de esos coches que si no fuese por la muchas veces mencionada 'marquitis' que afecta a nuestro país sería un auténtico superventas. Ahora bien, contando con él en su gama y teniendo una base tan buena como la del actual Seat León, creo que en Martorell deberían trabajar ya en un Cupra R: con tracción total, algo más de potencia, la dirección y suspensión con un punto extra de dureza y un sonido más emocionante, este coche sería absolutamente definitivo.
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Valoración
El Seat León Cupra 290 se coloca como el más potente de la historia de la marca española. En esta primera prueba busco responder a una pregunta que muchos nos hemos
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