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Prueba radical: BMW M4 GTS 2016

Un coche concebido para arrasar a crono en circuito. Limitado a 700 unidades, todas agotadas. Nosotros lo hemos conducido. Prueba radical: BMW M4 GTS 2016

No es una novedad que los ingenieros de la división BMW M están siempre con el circuito de Nordschleife en el punto de mira. Cada nueva creación está pensada para rascarle una décima más al crono. Nos montamos en su último lanzamiento. Prueba radical: BMW M4 GTS 2016.

Lo cierto es que esta vez se han salido: con un tiempo de 7:28 minutos, es 22 segundos más rápido que un BMW M4 normal. También hay que tener en cuenta que nunca antes un modelo M había estado tan enfocado a circuito como el nuevo BMW M4 GTS

Especialmente radical ha sido concebido este modelo limitado a 700 ejemplares. Su aerodinámica ha sido optimizada al máximo, igual que la construcción ligera de su carrocería, en la que ahora abunda la fibra de carbono. 

También es radical la nueva solución para refrigerar su seis cilindros en línea de 500 CV y 600 Nm: tres inyectores de agua alojados en el recolector de aire, de modo que cada uno actúa sobre dos cilindros reduciendo la temperatura en 25 grados. A pesar de su elevada compresión (1,5 en lugar de 1,25 bares) logra rebajar así la carga térmica. 

Este sistema solo se activa en la entrega máxima de potencia, con la aguja en la zona alta del cuentavueltas (hasta los 450 CV el coche no tiene esta refrigeración extra). 

Lleva otras virguerías pensadas para circuito: semislicks de 19 pulgadas delante y 20 detrás, muelles helicoidales ajustables mecánicamente, eje trasero modificado y más firme, frenos cerámicos y salidas de escape Titan responsables de un sonido estremecedor. 

El GTS se siente absolutamente preciso en las manos, gira de manera fulminante y sin exigir una pericia excesiva al piloto. A diferencia de un Porsche equivalente, que llega a su límite de forma abrupta, este BMW es más solícito y noble, y da más tiempo a la reacción en situaciones extremas.

Su motor biturbo empuja como una exhalación y te incrusta en el baquet, pero el coche en ningún momento pierde tracción. Eso, junto con la reducción de peso en 30 kilos, se refleja en las prestaciones: ahora acelera de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos en lugar de los 4,1 originales, y esto se debe en gran parte a su portentoso grip. Y su velocidad máxima sube hasta los 305 km/h. 

El precio de este bólido estratosférico raya los 150.000 euros, pero antes de que eches la mano a la cartera, tenemos que anunciarte algo: las 700 unidades ya han sido vendidas, en tiempo récord.

Valoración

Nota9

Un coche concebido para arrasar a crono en circuito. Limitado a 700 unidades, todas agotadas. Nosotros lo hemos conducido. Prueba radical: BMW M4 GTS 2016

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