Prueba del Mercedes Clase E 220 d

El nuevo Clase E llegará a los concesionarios solo con dos mecánicas de cuatro cilindros disponibles: el  E 200 con motor de gasolina y Mercedes E 220d que he probado, con un motor diésel de desarrollo completamente nuevo. A partir del verano de 2016, llegarán los 350 4MATIC y el 350 d, así como una variante híbrida E350 e. Por este motivo, aunque en esta presentación del nuevo Clase E tengo prácticamente toda la gama a mi disposición, voy a centrarme en la prueba del Mercedes Clase E 220 d, que entrega 194 CV de potencia y tiene un nada despreciable par motor de 400 Nm que, oficialmente, le permiten alcanzar los 100 km/h en solo 7,3 segundos. 

Hay dos preguntas que responder sobre este diésel que, por otro lado, no será el de entrada a la gama del Mercedes Clase E 2016, ya que también habrá disponible más adelante una versión menos potente -150 CV- para este motor. ¿Es el 220 d el Clase E más recomendable? Por consumo, sí, ya que según la marca solo necesita 3,9 litros para recorrer 100 kilómetros, cosa que sorprendentemente para una berlina casi XXL como esta se aproxima bastante a la realidad, ya que en los trayectos de prueba del Clase E el ordenador no me ha marcado nunca más de 5,2 l/100 a pesar de que no he sido nada cuidadoso con el pedal del acelerador ni con el freno. Si lo eres, seguro que podría bajar de cuatro litros. 

Pero, ¿de verdad será la frugalidad tan importante para quien tenga los 48.500 euros que, como base, cuesta este el Mercedes Clase E 220d de la prueba en el mercado español? Si es un coche de empresa, seguro que sí. Y desde luego a quien se lo ofrezcan deberá estar más que agradecido a su contratador, porque a pesar de que este coche tiene tanta tecnología que parece querer relevarte en cualquier momento, conducirlo es una delicia. No hay en el mercado un coche más relajante: el volante es una pasada de suavidad desde el cuero que lo recubre hasta cómo está calibrada la dirección, precisa y adaptable del modelo, por otro lado, el asiento va empujando el cuerpo del conductor para contrarrestar la fuerza centrífuga de en las curvas. 

Además, en la dirección Clase E 2016 tienes dos superficies táctiles con las que controlar no casi todas, sino todas las funciones del vehículo, así que tus manos no tienen por qué separarse de ahí jamás. Por otro lado, está el head-up-display para que no quites los ojos de la carretera y, aunque lo hagas, la tropa de asistentes electrónicos que lleva este coche empezarán a avisarte con pitidos y vibraciones en cuanto te acerques a los márgenes de la carretera, a un peatón o a cualquier obstáculo e, incluso, pueden llegar a frenar el coche si vas en rumbo de colisión con otro. De hecho, el volante preactúa en algunos casos en los que te facilita las maniobras evasivas para evitar atropellos, que también son evitados por los frenos automáticos. 

Cuando pruebo de noche el Mercedes E220d, se hace el día con las luces LED inteligentes del Mercedes-Benz Clase E y, aunque algo del ruido del motor dos litros diésel se cuela en el habitáculo, no puede decirse que llegue a molestar en ningún momento. Eso sí, quizá muchos conductores no opinen lo mismo de tanta ayudita, porque la nueva berlina alemana, está claro, ha abierto la brecha con respecto al resto,  sobre todo en el ámbito de los asistentes y de la conducción autónoma que, aquí, por limitaciones legales se circunscribe a la maniobra de aparcamiento, pero que podría ir mucho más allá en muy breve ya que según he visto en esta presentación, toda esta tecnología, ahora sí, funciona de manera increíblemente fácil e intuitiva. Otra cosa es que te sientas cómodo con ella.