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Prueba Honda CR-V 2015, ahora el 1.6 i-DTEC de 120 CV

Tras haber probado el Honda CR-V 2015 en su versión diésel más potente, conducimos la interesante variante diésel de 120 CV, que tanto por precio como por prestaciones y consumo, se presenta como la versión más equilibrada de la gama. El todocamino más grande de Honda está disponible por un precio que parte de los 26.100 euros.

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Desde su lanzamiento en 1997 se han vendido más de 7,2 millones de unidades del Honda CR-V, que ahora en su cuarta generación estrena un lavado de cara.  El Honda CR-V 2015, llega con  leves cambios estéticos en el exterior, aunque las verdaderas novedades están debajo de la carrocería. Te las mostramos en la prueba del nuevo Honda CR-V 2015.

Para empezar, el nuevo Honda CR-V estrena un diésel que se suma a la moda del ‘downsizing’: tiene 1,6 litros de cubicaje en lugar de los 2,2 del anterior, y rinde más: 160 CV con solo 4,9 litros de consumo medio, según datos oficiales. Sustituye al anterior 2.2 de 150 CV (otro que se apunta a la moda del ‘downsizing’) y gana 10 caballos para llegar a los 160. Es una ganancia que no se nota mucho al volante, pues tanto la sensación de fuerza como las cifras son muy parejas. 

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Mejora en aceleración algunas décimas, pero en recuperaciones se mantiene, ya que el incremento de potencia se compensa con una menor cilindrada que le resta algo de brío a bajas vueltas. Por eso lo mejor es no dejarlo caer de 1.500 vueltas, sobre todo si vas con el pasaje completo y se suman kilos a los 1.600 que declara en báscula en orden de marcha. Por encima de 2.000 rpm la sensación de fuerza es muy satisfactoria y hasta 4.000 revoluciones empuja sin desmayo y sin que el consumo se desboca. He logrado medias de seis litros a velocidades de crucero de 140 km/h, una cifra muy buena. En ciudad, eso sí, la cifra sube y eleva la media. 

Donde brilla con más fuerza es en aislamiento, pues ahora su rodar es mucho más silencioso y cómodo. Aquí, se acerca a modelos premium. No tanto en la calidad de los acabados del interior, donde sigue padeciendo la presencia de plásticos duros en exceso. En cualquier caso, es un SUV muy confortable, que cumple con nota en autovías y en carreteras secundarias no tiembla si se acercan las curvas. Los frenos me han convencido, tanto por distancias como por mordiente. 

Sistemas de asistencia como el control de velocidad adaptativo o mayor conectividad gracias al nuevo equipo multimedia Honda Connect (basado en Android), colocan al nuevo CR-V a la altura tecnológica de sus grandes rivales. Eso sí, las versiones que lo montan de serie se van hasta cerca de los 40.000 euros. 

Con todo, el interior del Honda CR-V 2015 recibe pocas modificaciones: sigue siendo espacioso y con una sensación de calidad elevada, y su maletero, que permite plegar el respaldo con solo accionar una palanca, sigue ofreciendo la mayor capacidad de su clase: hasta 1.699 litros (589 con los asientos sin plegar). En cuanto a estética, el principal cambio es la banda cromada que recorre la parte baja del salpicadero. Por fuera, destacan el paragolpes delantero ensanchado y lasnluces traseras con LED.

Motor, tracción, cambio del nuevo Honda CR-V 2015

El motor diésel se apoya en un nuevo sistema de tracción con un reparto al 60%. La nueva mecánica de 1,6 litros ofrece, además, el mismo par motor que la anterior de 2,2 litros. Empuja con mucha fuerza, aunque se hace más presente con el cambio de serie de seis velocidades que con el automático opcional de nueve. En este caso, durante una conducción relajada tiene una respuesta suave tendente a ahorrar revoluciones, ya no tiene nada que ver con el anterior cambio automático de cinco relaciones, más tosco de reacciones.

Si conduces en modo S, mantiene más tiempo las marchas bajas antes de subir, y tiene unas reacciones más espontáneas cuando lo manejas manualmente en modo secuencial. Su empuje es contundente desde 1.500 revoluciones y tiene en la elasticidad su mejor virtud. En cambio, todavía debe trabajar para reducir la rumorosidad si quiere ponerse a la altura de sus rivales premium. 

Dirección deportiva

Otra de las grandes mejoras del nuevo Honda CR-V es la nueva dirección asistida eléctrica, que ahora es un ocho por ciento más directa que la anterior. Transmite un correcto contacto con el asfalto y reacciona con precisión. En carreteras de curvas, se notan las vías más anchas (15 mm) y sus 65 kilos menos respecto a la generación anterior. Ahora gira antes y subvira claramente menos, incluso sobre asfalto mojado. La nueva suspensión tiende a ser rígida, aunque tiene una buena capacidad de filtración de las irregularidades.

Una novedad mundial es el primer sistema Tempomat de control de distancia inteligente (i-ACC) del Honda CR-V. No solo se fija en la distancia con el coche que le precede directamente, sino con hasta cinco vehículos que vayan por delante, lo que le permite anticiparse antes a reacciones inesperadas y evitar bruscas maniobras.

Revolución Google

El nuevo sistema multimedia se llama Honda Connect, y se basa en el sistema operativo de Google, Android,  en su totalidad. Permite sincronizar las ‘apps’ del móvil y tiene un navegador basado en el sistema de Garmin. Además de las ‘apps’ de Android, puede sincronizar una serie de aplicaciones específicas para el Honda CR-V, que puedes bajarte de la tienda online creada al efecto. El móvil se sincroniza perfectamente con la pantalla de siete pulgadas gracias al sistema Mirror-Link, de manera que puedes manejar el teléfono a través de la superficie táctil. Los usuarios de iPhone, eso sí, deberán renunciar a muchas de las funciones hasta futuros desarrollos.

Prueba del Honda CR-V 1.6 i-DTEC 120 CV (por Nacho de Haro)

El Honda CR-V 1.6 i-DTEC 120 CV que pruebo se presenta como la opción más razonable de la gama, tanto por precio como por prestaciones y consumos de carburante. A igualdad de equipamiento, esta variante de 120 CV del motor diésel 1.6 i-DTEC de Honda cuesta unos 4.600 euros menos que el de 160 CV, diferencia justificada no solo por los 40 CV de potencia adicionales de este último, también porque el menos potente solo se ofrece con tracción delantera mientras que el segundo únicamente está disponible con tracción a las cuatro ruedas.

Este último aspecto, si no circulas habitualmente por zonas con condiciones climatológicas adversas o por superficies con poca adherencia, no debería ser un problema. Más bien al contrario. Al carecer de un sistema de tracción total, el CR-V 1.6 i-DTEC 120 CV pesa prácticamente 100 kg menos que la variante diésel más potente, lo que como imaginarás, en teoría supone una importante ventaja a la hora de lograr una mejor eficiencia energética. Y en la práctica, esa diferencia de peso y la menor potencia permiten que homologue un gasto medio de 4,4 l/100km, que durante la prueba que realizamos, se quedó en unos favorables 5,1 l/100km.

Para el que piense que un menor coste de adquisición y de utilización no compensa la pérdida de prestaciones, recomendarle que acuda a un concesionario y pruebe el Honda CR-V diésel de 120 CV: seguro que llega a la conclusión de que se mueve con suficiente soltura, incluso cargado. Y es que si destaca por algo este propulsor de cuatro cilindros en línea, tanto en esta versión como en la de 160 CV, es por su entrega de potencia lineal, con una respuesta contundente desde la zona baja del cuentavueltas. Estas sensaciones que me ha transmitido al volante se confirman si atendemos a las cifras de rendimiento, donde vemos que el par motor máximo de 300 Nm llega a 2.000 vueltas y la potencia de 120 CV a 4.000 revoluciones, una muestra más de su elasticidad.

El cambio en el Honda CR-V 1.6 i-DTEC 120 CV solo puede ser manual de seis velocidades, pero hay que reconocer que en este sentido ofrece una de las mejores transmisiones del mercado, tanto por los acertados desarrollos escogidos como sobre todo, por su manejo. Es un placer cambiar de velocidad con esta caja gracias a sus precisos y cortos movimientos, sin duda es la mejor caja manual del segmento. Lo malo es que si quieres el cambio automático de nueve relaciones tendrás que optar bien por el diésel más poderoso o bien, por el único propulsor de gasolina disponible.

En nuestro comparador de seguros hemos calculado lo que costaría asegurar un Honda CR-V 1.6 i-DTEC 120. Para calcular el precio, tomamos como referencia un hombre de 40 años, con 10 de antigüedad de carné y sin siniestros, que vive en Madrid, utiliza el coche a diario, aparca en un garaje colectivo y recorre hasta 20.000 kilómetros al año. Con estos datos, el seguro a todo riesgo más recomendable por su calidad-precio lo ofrece Genesis Auto, por 510 euros. Este coste podría ser menor si optas  por una póliza a todo riesgo con franquicia. En este caso, la más barata sería la de Direct Seguros. Cuesta 254 euros con franquicia de 280 euros.

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