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Prueba: Cadillac CTS-V, ¡320 km/h!

Un 6,2 litros V8 que le permite cubrir el 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y alcanzar sin problemas los 320 km/h. Desde América llega un serio rival para las berlinas deportivas europeas. Esta es la prueba del Cadillac CTS-V.

En Estados Unidos, un galón de gasolina (casi cuatro litros) cuesta en torno a los tres dólares. Por eso los coches de altas prestaciones tienen allí mucho mercado, y el 10% de los conductores pisa de vez en cuando un circuito. Esto ha llevado a los responsables de Cadillac a aplicar la máxima de “cuanto más, mejor”. Esta es la prueba del Cadillac CTS-V.

Los americanos plantean una berlina capaz de plantar cara a los modelos deportivos de marcas como Audi, BMW y Mercedes AMG

Como en modelos anteriores, bajo el capó del Cadillac CTS-V encontramos el V8 de 6,2 litros y 649 CV, con unos impresionantes 855 Nm de par. En este segmento, lo cierto es que nadie ofrece más. 

Prueba: Cadillac CTS-V. Mecánica brutal.

Este motor es una combinación fascinante de las mecánicas tradicionales y la última tecnología: inyección directa, desconexión de cilindros y la última generación del compresor Eaton TVS. En definitiva: una máquina de altísimo rendimiento: 3,8 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, siempre acompañado del profundo y ronco rugido característico de todo V8 que se precie, capaz de ponernos la carne de gallina. 

El cambio es un automático Hydramatic de ocho relaciones con doble embrague, y la velocidad máxima se alcanza a los 320 km/h. La competencia alemana se queda muy atrás en estas lides. “Lograr llegar a esta velocidad, y mantenerla sin problemas, demuestra el nivel técnico al que han llegado nuestros ingenieros”, nos cuenta el jefe de desarrollo de Cadillac, David Leone.

Prueba: Cadillac CTS-V. Comportamiento sorprendente.

Un nivel que no solo se percibe en las prestaciones: también en la manera en que las traslada al asfalto. El chasis de este modelo lleva eje delantero McPherson y trasero de cinco brazos, con ruedas Michelin de 265/35 delante y 295/30 ZR 19 detrás. Los frenos montan seis pistones delante y cuatro detrás, y a eso añade un diferencial autoblocante electrónico que permite llevar sus cualidades dinámicas a límites insospechados.

La servodirección ZF ofrece buen tacto y permite dirigir a esta berlina de cinco metros con agilidad por las curvas. No solo eso: también facilita realizar espectaculares ‘drifts’ de forma sencilla y controlada. Ni rastro de tracción integral. “Nos costaría 100 kilos más, justifica Leone.

Dentro, encontramos un habitáculo elegante, pero que no llega a la sensación de calidad de sus rivales alemanes. El sistema ‘infotainment’ CUE, además, es poco intuitivo, y la selección del modo de conducción por botón se nos antoja algo difusa y retardada. Pero a cambio tiene detalles como las levas del cambio en magnesio, o el posavasos que se despliega de forma eléctrica. 

Sin duda, el Cadillac CTS-V es la respuesta más digna que nos hemos encontrado a las berlinas deportivas alemanas, aunque no esperéis encontrar aquí a un ahorrador: en conducción relajada rara vez bajarás de los 13 litros, y a poco que pises el acelerador con un poco de alegría, resulta sorprendentemente fácil llegar a los 20 litros. 

Valoración

Nota5

Un 6,2 litros V8 que le permite cubrir el 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y alcanzar sin problemas los 320 km/h. Desde América llega un serio rival para las berlinas

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