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Prueba al límite: Dodge Charger SRT Hellcat

Con 717 CV, es una de las berlinas más potentes del mundo. Nos ponemos al volante del Dodge Charger más salvaje de todos los tiempos.

El humo blanco inunda el Race Way Park de Nueva Jersey. Huele a goma quemada. Restos de neumáticos se ven desperdigados por el circuito. Y se ve una estela profunda y negra en el asfalto. Por aquí ha pasado (o más bien, arrasado) el Charger SRT Hellcat: la berlina más potente del mundo, en palabras de Dodge.

Lo cierto es que sobre el papel no les falta razón: supera al BMW M5 (560 CV), al Porsche Panamera Turbo (570 CV) o al Mercedes AMG S 65 (630 CV); y es que el americano arroja nada menos que 717 CV de un 6,2 litros V8. Con el ‘launch control’, acelera de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos, y deja atrás a los alemanes. En precio también les saca los colores: 62.300 dólares, lo que le da una relación peso/potencia realmente ventajosa.

Y es que por este dinero recibes la última generación del Charger actual, que inició su andadura en 2005. Hasta base, el techo y las puertas traseras ha cambiado respecto al anterior. Ahora tiene una abertura de refrigeración mayor, y con sus paragolpes negros y sus luces diurnas de LED en forma de C se ve más moderno y agresivo aún. 

En el puesto de conducción, hay que acostumbrarse a la abundancia de plástico duro, eso sí. Pero los asientos aportan confort y sujeción lateral incluso a personas de complexión gruesa. 

Enorme... Y ágil

Pero uno se olvida de todos estos detalles en cuando arranca. A diferencia de lo que suele estilar la competencia, el sonido de su V8 no se ha tratado y se deja que se explaye a placer, desde el borboteo grabe al arrancarlo hasta el aullido agudo cuando se pisa a fondo. La carne de gallina está garantizada.

Furia sin límite

Con cada golpe de acelerador aumenta el empuje y parece ponerse más y más furioso. He desactivado los asistentes electrónicos y dejo que los 881 Nm entreguen con plenitud, y en pocos segundos el infierno parece desatarse en el eje trasero. Los neumáticos en formato 274/40 han llegado a su temperatura idónea, y entro en un tramo de drift en el que las 1,8 toneladas de esta bestia danzan con sorprendente soltura. Un gran volantazo, y la directa dirección con apoyo hidráulico y la exuberante potencia del motor permiten entrar en las curvas con efectividad, merced a un leve sobreviraje. Aunque llevo las asistencias desconectadas, los potentes frenos Brembo me dan bastante margen de maniobrabilidad. Esta berlina llega a los cinco metros de longitud, pero dentro el habitáculo la sensación es de que son muchos menos. 

También confortable

La velocidad máxima son nada menos que 328 km/h, pero para disfrutarlos no queda más remedio que llegar hasta el carril izquierdo de una autovía alemana. En las carreteras americanas, eso sí, permite viajar de forma notablemente relajada si lo ponemos en modo Eco. Y es que el chasis del Hellcat se muestra inusitadamente equilibrado. De modo que es un ‘muscle-car’ que permite una conducción salvaje, pero también cómodos viajes en familia. Eso sí: con consumos por encima de los 14 litros cada 100 kilómetros.

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Con 717 CV, es una de las berlinas más potentes del mundo. Nos ponemos al volante del Dodge Charger más salvaje de todos los tiempos.

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