Primer cara a cara: nuevo Audi A4 2015 vs nuevo BMW Serie 3

¿De verdad es el nuevo Audi A4? A veces resulta arriesgado que un modelo totalmente nuevo se parezca tanto al anterior. Pero es solo el exterior. Debajo de la carrocería, la nueva berlina da un paso de gigante. Lo comprobamos enfrentándola a un duro rival. Este es el primer cara a cara: nuevo Audi A4 2015 vs nuevo BMW Serie 3.

Para empezar, el modelo con motor 2.0 TDI que hemos probado: ofrece tamaña diversión al volante, que BMW tiene motivos para temer por su trono en estas lides. Pero vayamos por partes: nada más subirme al nuevo Audi A4, vuelvo a entender por qué la marca de los aros es líder en acabados. Da igual qué superficie toque o a dónde dirija la mirada: todo es atractivo, funcional y, sobre todo, con una calidad de materiales y ajustes abrumadora. 

En este apartado, lo cierto es que el BMW 320d contra el que lo enfrentamos no tiene nada que hacer, por mucho que acabe de recibir su último facelift. La solidez de sus ajustes está fuera de toda duda, pero le falta el punto de refinamiento y calidad extrema del nuevo A4 

Opcionalmente, el Audi puede montar además la enorme pantalla que sustituye la instrumentación analógica tras el volante. Desde allí, aparte de las versiones digitales del velocímetro y el cuentavueltas, puedes controlar el navegador, asistentes electrónicos, etc. Con todo, el mando de control de la zona central del coche, frente al reposabrazos, no queda tan a mano ni es tan ergonómico como el de su rival, y es que el iDrive de BMW sigue siendo la referencia indiscutible. Por algo fue el primero. Además, el bávaro ofrece más espacio para las rodillas detrás, lo que lo convierte en un coche más apto para viajar en familia. Y hablando de viajar: veamos cómo ruedan.

El 2.0 TDI tiene una respuesta más silenciosa que el ya conocido y algo bronco 320d, también debido a que, por primera vez, la berlina lleva cristales absorbentes que aíslan mucho más. Los dos rinden 190 CV, los dos aceleran de 0 a 100 km/h en bastante menos de 8 segundos y son capaces de sobrepasar los 230 km/h sin problemas. En definitiva son dos motores para la clase ‘premium’ y se comportan como tales, con mucho empuje y un consumo real en torno a los 6,5 litros. 

Primer cara a cara: nuevo Audi A4 2015 vs nuevo BMW Serie3: Dinámica

Audi ha renunciado en este caso al empleo de aluminio en la carrocería por razones de costes, y el nuevo A4 arroja, con su aleación de cero, 1.505 kilos a la báscula en su versión manual. El 320d, con su cambio automático de 8 velocidades, solo pesa 3 kilos más. Por autovías alemanas sin límite de velocidad, los dos demuestran que son berlinas con mayúsculas. Los dos ruedan con mucho confort, también el BMW con sus nuevos amortiguadores, que solo se hacen notar en modo Sport y a partir de 180 km/h. El Audi, más de lo mismo con su chasis regulable, si bien solo puedes elegir entre los modos de conducción Confort y Dynamic, de manera que da menos juego. Pero la sorpresa llega cuando nos metemos por carreteras secundarias: cuanto más cerradas las curvas, cuanto peor el asfalto, más vivo se muestra el Audi, que de pronto da la impresión de pesar una décima parte. La nueva dirección y su eje de cinco brazos mejorado reaccionan con tal armonía, que casi te olvidas de que conduces un tracción delantera. Afronta los cambios de apoyo con sorprendente agilidad, preciso en frenadas al límite y sin rebotar nunca sobre baches y hendiduras. Nunca habíamos sentido tanto tacto BMW subidos en un A4.

De hecho, el 320d, con este acabado y el cambio automático, le da la contrarréplica confortable (¿el mundo al revés?), con una respuesta más suave. Pero sin perder la magia de todo modelo de la marca de la hélice que se precie con propulsión trasera: la eficacia y el tacto preciso por curvas están fuera de toda duda. En definitiva: dos berlinas ‘pemium’ de la clase media, al más alto nivel de su segmento. Aún falta enfrentarlas al Mercedes Clase C, claro está…