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Prueba del Porsche Macan: deportivo para todo

Con cualquiera de sus tres mecánicas lo disfrutarás al máximo, aunque el Porsche Macan es algo más que un SUV deportivo… o al menos eso es lo que desprende después de un intenso día de pruebas.

Aquí tienes la primera prueba del Porsche Macan, que estará presente en el Salón de Ginebra 2014. Menos mal que hay vida más allá del Porsche 911. Eso es al menos lo que deben pensar los directivos de la marca de Stuttgart, que gustan tanto de la deportividad de sus coches como de una buena cuenta de resultados. Desde que apareció en el mercado, el Porsche Cayenne ha soportado gran parte de las ventas de Porsche, así que no era de extrañar que se lanzaran a por un miembro más en la familia SUV, aunque fuera a escala.

Dicho y hecho. El Porsche Macan llega en abril para seducir a todos esos conductores que quieren un Porsche Cayenne pero más pequeño, y de paso más deportivo. Lo primero que llama la atención del nuevo Porsche cuando lo tienes delante son sus proporciones. Eso fue algo que ya me comentó David López cuando estuvo en la presentación del Porsche Macan en el Salón de Los Ángeles y no muevo una coma de lo que entonces dijo. Por delante hereda los rasgos del Cayenne, pero en la zaga se desmarca de este para lucir palmito propio.

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Fabricado sobre la base de un Audi Q5 (comparativa entre el Audi Q5 y el Porsche Macan), el Macan eleva sus posibilidades deportivas para hacer gala del ADN de la marca. Dicho de otra forma: no se achanta al incorporar tecnologías que proceden directamente del Porsche 911, como la suspensión neumática PASM y el sistema 'Porsche Torque Vectoring Plus' (PTV Plus). ¿Dónde poner todo esto a prueba? En el propio Centro de Pruebas de Porsche en la ciudad de Leipzig, Alemania. Allí tengo vía libre para poner al límite las cualidades dinámicas de un modelo que se ofrece con tres alternativas mecánicas, a cual más estimulante (más adelante llegará una mecánica de cuatro cilindros). Para empezar, el plato fuerte: la versión turbo. Su motor V6 biturbo de 3,6 litros y 400 CV te pega literalmente al asiento cuando aceleras a fondo. No obstante, la patada tampoco es tan bestial como me esperaba. Es contundente, pero progresiva. Lo que está claro es que ganas velocidad a una velocidad de vértigo y la larga recta de meta de esta exclusiva pista, homologada por la FIA y con curvas que simulan las de míticos circuitos, se hace muy corta.

Porsche Macan: se desenvuelve muy bien en circuito

Tras llegar a fondo, preparo la primera curva y freno a fondo. Los neumáticos de invierno con los que va calzado este Porsche Macan de color blanco perla no son mi mejor aliado, pero el poder de frenada que ofrece hace que nada de esto importe demasiado. Curva a derechas y tras una subida vertiginosa viene una bajada que imita el 'sacacorchos' de Laguna seca. La suspensión en su modo más firme hace que estos cambios de apoyo sean coser y cantar. Y eso que voy sentado sobre dos toneladas de acero y aluminio. Milagros de la electrónica, que hace que controlar las inercias en un coche así sea sumamente fácil.

Con todos los controles desconectados, el comportamiento del Porsche Macan es sumamente divertido, ya que la trasera se insinúa con facilidad si aceleras a fondo a la salida de las curvas más lentas. Pero esa respuesta no hace sino ayudarte a redondear la trayectoria y se puede gestionar perfectamente desde una dirección que, aunque eléctrica, tiene un tacto y un funcionamiento muy logrados: a tus manos llegue mucha información. Otra de las claves del comportamiento de este Porsche Macan es su tracción integral, el ‘Porsche Traction Management (PTM)’. El núcleo del sistema es un embrague de discos múltiples que se controlan electrónicamente. El eje trasero está siempre propulsado, mientras que el delantero recibe el par en función del grado de cierre de los discos.

Porsche Macan: en tierra tampoco se achanta

Este mismo sistema de tracción es el que sirve para sobrevivir fuera del asfalto. Para hacerlo basta simplemente con activar el modo 'off road' (de serie). Así, por ejemplo, las revoluciones y velocidades del cambio se eligen automáticamente para lograr una mayor tracción, mientras que el embrague multidisco se pretenda para hacer llegar el par motor adecuado al eje delantero más rápidamente. Además, en combinación con la suspensión neumática opcional, el Porsche Macan aumenta la distancia libre al suelo unos 40 milímetros, de forma que llega hasta los 230 milímetros. Todo esto hace que el Macan pueda superar obstáculos de cierta entidad sin pestañear.

Porsche Macan en circuito

Pero el nuevo Porsche Macan, disponible a partir de abril, también lo hace bien en otros capítulos. La calidad de construcción no es noticia en un modelo de Porsche, así que paso directamente a analizar los elementos más prácticos del día a día. Así por ejemplo, sus plazas traseras resultarán cómodas para dos adultos, aunque la banqueta central es mucho más incómoda y la altura en todo caso (al menos con el cristal panorámico) se queda muy escasa para personas de más de 1,85 de altura. El acceso tampoco es todo lo amplio que uno puede esperar, ya que el paso de rueda invade mucho el espacio de la puerta.

El maletero, con sus formas regulares y 500 litros me merecen una mejor opinión. Disponible con portón eléctrico, si viene equipado con la suspensión neumática, dispones de una tecla que rebaja la altura al suelo en 50 mm para que te sea más fácil cargar el maletero, que con los respaldos traseros abatidos llega hasta los 1.500 litros.

Y me queda hablar del precio del Porsche Macan. Obviamente no podrás imaginar un Porsche barato. Este tampoco lo es, ya que la versión de acceso, el Porsche Macan S Diesel, parte de los 63.153 euros, mientras que el Macan Turbo llega a los 93.102 euros. Si le sumas todo el equipamiento que tenía la unidad que he probado, el precio se te dispara hasta los 120.000 euros fácilmente.

Todas las novedades del Salón de Ginebra 2014.

Prueba Porsche Macan S Diésel por Emilio Salmoral

Porsche suele tener la filosofía de trabajar con calidad para tener contentos a sus clientes, crearse una impecable imagen de marca y, de paso, ganar dinero. Es una compañía que lleva muchos años lanzando al mercado productos deportivos en diferentes segmentos. Si hace algo más de diez años presentó el Cayenne, un todoterreno de gran tamaño, en 2014 le toca el turno al Porsche Macan: un SUV del segmento medio que debe verse las caras con rivales como el Audi Q5 (del que es primo lejano), el BMW X3 o el Mercedes GLK. Te aseguro que ahora mismo todos sus rivales tienen en su laboratorio varias unidades de Porsche Macan que están descuartizando para conocer hasta el último detalle de este deportivo alemán.

Porsche Macan S Diesel

Como puedes comprobar, no tengo el mínimo rubor en utilizar la definición de deportivo en un coche que tiene una distancia libre al suelo de 205 milímetros. Sí, la misma que suelen declarar modelos como el Nissan Qashqai y similares. Si algo me ha quedado claro al realizar esta prueba es que si Porsche hiciera una cosechadora... ¡Sería la que ofrecería el comportamiento más deportivo del mercado!

Como ya te he comentado, el Macan es primo lejano del Audi Q5. Es decir, comparte muchos elementos con el coche de Ingolsdtad, aunque los ingenieros de Stuttgart no paran de decir que dos terceras partes de este SUV son diferentes a las del Audi. Una de ellas es, por ejemplo, el sistema de tracción. Mientras que el Q5 recurre al conocido quattro con un diferencial central tipo Torsen, en este Porsche usan un embrague multidisco que reparte la fuerza según las necesidades. Es un sistema de tracción integral parecido al del Porsche 911, ya que envía mucha fuerza al eje posterior. Incluso puedes ver cómo funciona si seleccionas en la pantalla de la instrumentación el menú específico. Aquí comprobarás como en línea recta y a una velocidad constante la mayoría de la potencia se envía al eje posterior. Eso sí, en cuanto aparecen las curvas y empiezas a darle gas... ¡la fuerza de distribuye en los dos ejes de forma impecable!

Porsche Macan S Diesel

Tengo claro que lo que más me ha impactado de este coche ha sido su comportamiento. Por pura casualidad, unos días antes de probar el Macan he estado conduciendo un Cayenne. Cuando dejé este SUV grande en las oficinas de Porsche y me subí al Macan no esperaba que el dinamismo extra que me ofreciera el nuevo modelo fuera tan acusado. Si el Cayenne ya te parece un coche deportivo... ¡tienes que probar el Macan!

Eso sí, tampoco te esperes que el nuevo SUV medio de Porsche sea un coche ligero. Declara un vacío un peso de casi dos toneladas (sus rivales andan por la misma cifra) y respecto a su hermano mayor hay una diferencia de unos 180 kilogramos que, como te he adelantado, se notan desde la primera curva. El Porsche Macan es el SUV medio más deportivo del mercado y solo podrían seguirlo coches como un BMW X3 xDrive 3.0d gracias a la buena puesta a punto de su suspensión. Un Audi Q5 3.0 TDI no podría mantener el ritmo endiablado que puede tomar el Porsche en una carretera virada. Tendrías que comprarte un SQ5 TDI con 313 CV si quieres despegarte del Macan.

De serie, este coche lleva una tradicional suspensión por muelles y amortiguadores. No he tenido oportunidad de probar esta configuración, la unidad que he conducido llevaba la suspensión activa PASM y la neumática que forman un paquete que cuesta 2.779 euros. Estos elementos opcionales te permiten configurar el chasis en tres modos: Comfort, Sport y Sport Plus. Así que puedes ir relajado por autopista con la forma de funcionamiento más cómoda y darte, de vez cuando, un capricho en los otros usos más deportivos. Este set up también actúa en elementos como la dirección e, incluso, reduce la altura al suelo de la carrocería.

Porsche Macan S diesel interior

En una carretera de montaña es donde te das cuenta de que conduces un Porsche. La puesta a punto es muy dinámica, el SUV entra con alegría en las curvas y desconozco la fórmula con la que los ingenieros alemanes hacen desaparecer las dos toneladas de peso en vacío de este coche. Está claro que tiene muchas más inercias que las de un Porsche Cayman, pero el paso por curva de este todoterreno es impresionante.

Además, el nivel prestacional de este simple motor diésel V6 de 3,0 litros con 258 CV es destacable. La unidad que he probado ha mejorado la cifra oficial de aceleración de 0 a 100 km/h en 0,5 segundos. Su capacidad de recuperación es muy buena, ya que completa el 80 a 120 km/h en 4,4 segundos, así que no tendrás problemas para realizar adelantamientos en carreteras de doble sentido. Está claro que el cambio automático por doble embrague PDK (S tronic en Audi) aprovecha dada uno de los Nm del motor gracias a su rápido funcionamiento.
Lo que no me ha gustado tanto de esta transmisión es lo complicada que resulta de manejar a bajas velocidades, es decir, al realizar precisas maniobras de aparcamiento. Debes tener un tacto en el pie muy conseguido si quieres moverte solo unos centímetros.

Hablando de distancia, me quito el sombrero con los 34,9 metros que tarda en detenerse el Macan desde 100 km/h. Se nota el trabajo de las enormes pinzas de freno de seis pistones y los discos de 350 mm de diámetro. Y ya que comento medidas, debo decirte que las de las plazas traseras son discretas para un coche que mide 4,6 metros de longitud. Tanto el hueco para las piernas como el espacio para la cabeza es suficiente, pero no esperes nadar en la amplitud.

Tampoco te decepciones cuando te encuentres con un equipamiento de serie bastante discreto y, lo que es peor, una lista de opciones interminable con unos precios muy elevados. Pero ya sabes, conducir el SUV más dinámico tiene un coste...

Justo abajo, puedes ver el vídeo del ‘crash test’ del Porsche Macan y en el siguiente enlace la ficha Euro NCAP del Porsche Macan.

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Con cualquiera de sus tres mecánicas lo disfrutarás al máximo, aunque el Porsche Macan es algo más que un SUV deportivo… o al menos eso es lo que desprende después

Lo mejor

Comportamiento del Porsche Macan es sumamente divertido. 

Lo peor

Banqueta central es mucho más incómoda y la altura en todo caso. Acceso plazas traseras poco cómodo.

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