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Porsche 911 GT3 RS 4.0: carne de circuito

Jorge Arenas

El Porsche GT3 RS 4.0 es el 911 atmosférico más potente de la gama y una auténtica bestia pensada para rodar en los circuitos más que en la calle. Jaula de seguridad, cambio manual de seis velocidades, suspensión de competición, 500 CV para 1.360 kilos… Una mezcla solo apta para 'gourmets' experimentados. La saga 997 se despide con fuegos atificiales. Pasen y vean.

Por si a alguien no le parecía suficientemente extensa la gama Porsche nueveonce, aquí llega un nuevo integrante capaz de ponerle los pelos de punta a las almas más racing. El GT3 RS 4.0 es interesante no solo porque por sus venas fluya sangre de competición, sino porque es el último modelo que se va a fabricar para la serie 997. Vamos, una auténtica joya, cuya revalorización sobre los 200.146 euros que cuesta, empezará a subir como la espuma desde el mismo momento en que escribo estas líneas.

Si te preguntas qué hace a este GT3 más especial que los demás, para empezar te diré que monta el bóxer más grande que jamás ha utilizado un 911. En este caso, el bloque de 6 cilindros opuestos aumenta su cubicaje hasta los cuatro litros, mientras sus cifras de potencia y par lo hacen hasta los 500 CV (a 8.200 rpm) y 460 Nm (a 5.750 rpm). El GT3 RS actual es un 3.8 de 450 CV y 430 Nm, que entrega su potencia máxima a un régimen más bajo y el par a un mayor número de vueltas. Esto quiere decir que el recién llegado tiene mayor capacidad de empuje desde bien pronto y que lleva un paso más allá el deleite de verlo subir hasta la zona roja. Lo siento, pero en este momento me desdoblo y mientras mi primera mitad le da a la tecla, la segunda se va de paseo (sí, imaginario de momento) con el 4.0 RS…

Por supuesto, la reducción de peso es un tema clave en un coche que tiene la vista puesta en los circuitos. Sus ligeros asientos tipo bacquet y otros elementos como el capó y los pasos de rueda de fibra de carbono han hecho posible que este 911 arroje solo 1.360 kilos en la báscula (85 menos que el GT3 RS actual y 300 menos que un Turbo). Pero también la suspensión de competición, las vías ensanchadas o el tremendo alerón posterior regulable hacen que el Porsche se encuentre realmente a gusto entre curvas. De hecho, ha logrado una marca de 7,27 minutos en el mítico Nürburgring-Nordschleife… Ahí queda eso. Por cierto, sobre la aerodinámica, llama la atención que además de faldones y alerones, monta unos deflectores en los extremos del frontal (los denominan flics), que mantienen el eje delantero pegado al suelo.

Solo 600 unidades de este apetecible Porsche saldrán a la venta. Será en julio y lo podrás reconocer a simple vista por su pintura blanca en carrocería y llantas, combinada con ciertos detalles en rojo (logos laterales, pinzas de freno, asientos).

Termina este texto y, a la vez, mi recorrido mental a bordo del GT3 RS 4.0. Ahora solo espero que alguna de esas escasas unidades llegue al parque de prensa de Porsche para poder contarte pronto y de primera mano las sensaciones que transmite el último 997 a sus mandos. Por cierto, ¿sabías que cuando nació el 911 sus creadores pretendían llamarlo 901, pero no pudieron hacerlo porque Peugeot ya tenía patentado ese nombre? Pues podría ser que, casi 50 años después, lo consigan para darle identidad a la siguiente generación.

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