El nuevo Opel Zafira Tourer contra los mejores

A finales de los noventa, el Opel Zafira y el Renault Mégane Scenic fueron los que inventaron el segmento de los monovolúmenes compactos, que resultaban más prácticos que los Espace, Voyager y compañía. Pero ahora llegan nuevos aíres al segmento. El nuevo Opel Zafira Tourer quiere volver a ser la referencia de un grupo donde siempre ha primado ser práctico frente a atributos como el dinamismo o la deportividad. Te lo digo sin paños calientes: el nuevo coche de Opel es el monovolumen más dinámico del momento y, encima, no ha descuidado su sensacional habitabilidad interior. Por ello, he decidido ponerlo frente a tres especialistas: el Citroën Grand C4 Picasso, el Renault Grand Scenic y el Volkswagen Touran. Cuatro coches diferentes entre sí que tienen un mismo objetivo: que te vayas con uno de ellos del concesionario.

No te pierdas las siguientes páginas porque voy a desvelarte los secretos de cada uno. Te adelanto algo: en este grupo uno es el cómodo, otro el guapo, hay un equilibrista y un burgués nato. ¿Los reconoces a simple vista? 

Citroën C4, el más familiar 

Este coche no pasará a mi diario como el vehículo que más me ha apasionado conducir. Para empezar, su caja de cambios CMP (utiliza un embrague normal accionado automáticamente) tiene un funcionamiento tan tosco que te puede poner de los nervios. Si nunca has probado un cambio DSG y tienes un Citroën Grand C4 Picasso, no lo hagas. ¡Te morirás de la envidia! 

Pero este chico francés ofrece otras cosas muy atractivas: es el más cómodo de todos y, con mucha diferencia, tu mejor aliado si vas a hacer un viaje con toda la familia. Sus plazas traseras ofrecen mucho espacio interior y en variabilidad de la segunda fila de asientos solo le supera el Opel Zafira Tourer (también es 68 milímetros más largo). Otro punto a su favor es la baja boca de carga de 57 cm de su maletero. Por cierto, con sus 576 litros con la tercera fila de asientos escondida no es el más grande de todos, pero... ¿Realmente necesitas tanto? 

El último aspecto que me ha gustado de este Citroën es su dotación de serie. Lleva todo lo necesario para que no eches nada en falta. Esto quiere decir: climatizador, control de crucero o el dichoso cambio automático. Eso sí, si quieres gadgets como los faros de xenón, tendrás que pasarte al acabado 'Exclusive' (cuesta 30.690 euros) que los trae de fábrica. 

Renault Grand Scénic, más burgués

Renault es un especialista en hacer este tipo de coches. Prueba de ello es que apostaron por los monovolúmenes cuando nadie lo había hecho antes. Aunque ha quedado en tercera posición, el Renault Grand Scénic es un producto que le recomendaría a un amigo. Ofrece un buen maletero, sus acabados son más que correctos y viene tan bien equipado que te deja con la boca abierta. Para empezar, tiene un equipo de sonido firmado por Bose (esta versión dCi 160 Bose desaparecerá en el futuro nuevo Renault Grand Scénic, corre si quieres uno). Con sus nueve altavoces, tu música favorita tronará por todo el habitáculo. Además, tampoco tendrás que pagar nada por el navegador con pantalla a color de 5,8 pulgadas, el regulador velocidad o el sistema de arranque por botón. Eso sí, por los 30.000 euros que cuesta, me hubiera gustado que montase los faros de xenón (869 euros). También me complace comprobar que el sistema de ayuda al aparcamiento viene como dotación original. Pero donde no tiene rival el Grand Scénic es en prestaciones puras. Siempre lo he dicho, los motores diésel de Renault son muy buenos (¿nadie recuerda al excelente 2,1 litros del R18?), corren mucho y, a diferencia de sus rivales, su distribución por cadena te ahorra muchos euros en mantenimiento. Solo tiene un defecto, ha consumido medio litro más (7,3 l/100 km) que el más eficiente de esta comparativa: el Volkswagen Touran con su 2.0 TDI. 

Volkswagen Touran, receta equilibrada 

Sí, otra vez un Volkswagen muy cerca de la primera posición. ¿Por qué? Pues no es especialmente bueno en ningún apartado pero va sumando puntos poco a poco y cuando te das cuenta se ha puesto en segundo lugar de esta comparativa. Pero, ¿cómo lo ha conseguido? Para empezar, lo primero que tienes que hacer es añadirle 730 euros por la tercera fila de asientos a los 27.420 que cuesta el acabado Advance. Así obtendrás los 28.150 euros que vale el coche que he proba- do. Su precio no es barato, pero tampoco es tan elevado si lo comparas con los 30.000 euros del Renault. Eso sí, mientras el francés tiene un equipamiento de serie cargado hasta los dientes, el alemán es sobrio y discreto. Es decir, viene bastante peladillo. Tendrás que pagar 170 euros por una conexión auxiliar por USB y el navegador está disponible desde 880 euros. Si quieres el bueno, tendrás que desembolsar 2.145. 

Pero donde más destaca es su manejabilidad. Se conduce fenomenal, su suspensión absorbe muy bien los baches y su motor no es el más rápido, pero sí el que menos consume: 6,8 l/100 km. Si a esto le sumas que su habitabilidad interior es correcta, pues ahí tienes... ¡Directo a la segunda posición! 

Opel Zafira Tourer, el triunfador

Ha sido el último en llegar, ha dado un fuerte golpe en la mesa y se ha llevado la comparativa sin mayores problemas. Sin duda, se nota que es un producto más moderno y que ofrece elementos con los que sueñan sus rivales. Por ejemplo, este Opel puede llevar sistemas de ayuda a la conducción como el 'Pack Drive Assist', que incluye dispositivos como el control de velocidad adaptativo, la alerta de cambio involuntario de carril o el reconocimiento de señales. Todo por 900 euros. 

Otro equipamiento opcional que te recomiendo incorporar es el chasis configurable 'FlexRide'. Mediante este sistema (cuesta 850 euros) te será posible regular el comportamiento del coche y pasar de un modo confortable a otro más deportivo. Gracias a él, te aseguro que puedes conducir el Opel Zafira mejor puesto a punto de la historia. Ahora no es un coche con una suspensión seca, una dirección imprecisa y una clara tendencia subviradora. El Opel Zafira Tourer se mueve tan bien en carretera como el Volkswagen Touran y las prestaciones que ofrece su motor diésel de 165 CV son muy superiores que las de su rival. No ha podido con el Renault Grand Scénic porque el francés es unos 100 kilos más ligero. 

Pero también me ha gustado mucho la vida a bordo que te ofrece. El puesto de conducción estrena el salto en calidad que presentó el Opel Insignia. Ahora, los materiales están más cuidados, la posición al volante es más ergonómica y solo puedo criticar el exceso de botones que inunda la consola central. Sinceramente, me paso todos los días probando coches y los mandos de control de este Zafira son de los más complicados. 

Por último, te recomiendo que instales los faros de xenón por 1.000 euros. Eso sí, quiero advertirte de algo. Durante mis jornadas de pruebas he observado que ofrecen mucha luminosidad, tanto que puede llegar a ser molesto al resto de conductores. Como puedes ver, nada es perfecto.

Conclusión

Por una vez, lo tengo muy claro: ¡Me quedo con el nuevo Opel Zafira Tourer! Se nota que es un producto de última hornada y que está por encima de sus rivales. El Volkswagen Touran no lo hace mal, pero se le empiezan a notar demasiado los años. Renault presenta un buen candidato con su Renault Grand Scénic, pero no termina de convencerme y Citroën tiene el monovolumen del mercado más parecido a la alfombra mágica de Aladino. Por eso, prefiero el nuevo Opel.