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GT-R, R8 V10 Plus, 911 Turbo S y M6: el 911, en otra liga

Hay movimiento en la categoría de los 550 CV. Porsche lanza al ruedo el nuevo Turbo S y BMW añade picante a su M6 con un paquete de competición. ¿Podrán mantener el tipo el Audi R8 y el Nissan GT-R?

Motorizaciones comparadas:

El nuevo Porsche 911 Turbo S es provocador, un pillo vestido de amarillo chillón se mire por donde se mire: empezando por la manera que tiene de darte los buenos días su bóxer biturbo de seis cilindros, con cierto carraspeo cuando arranca en frío. Pero enseguida muestra toda su bravura y la aguja del cuentarrevoluciones escala de manera fulminante, apoyada en su cambio de doble embrague y siete velocidades... A apenas 1.000 vueltas ya sale disparado. Y es que el nuevo 911 Turbo S viene a poner en aprietos al Audi R8 V10 Plus, el BMW M6 con pack de competición y el Nissan GT-R Black Edition.

Porsche 911 Turbo S

Solo enmudece cuando te detienes y el sistema Start-Stop corta el flujo de combustible. Cuando reanudas la marcha y alcanzas velocidades elevadas, el cambio desembraga a cada insinuación sobre el pedal del gas y navegas a toda máquina. Eso sí, con unas transiciones algo toscas. Su aspecto cautiva desde el principio. Se nota que este es un coche diseñado para gustar. ¿A costa del comportamiento? El espoiler delantero de ajuste neumático y el alerón trasero adaptable se encargan de pegar el conjunto al asfalto. Si quieres que arrase en circuito, te basta con pulsar el botón 'Sport Plus': ruge humeante, pero siempre controlable. Es fascinante como desata la tormenta el bóxer biturbo cuando la aguja del cuentavueltas llega a la zona roja.

Nissan GT-R Black Edition

Algunos pueden achacarle que tenga 10 CV menos, pero en cuanto miran la tabla de precios –cuesta la mitad que el de Stuttgart-, no les queda más remedio que callar. ¿Mitad de precio es igual a mitad de bueno? ¡En absoluto! El japonés brama furioso ya desde las 4.000 vueltas y se lanza al ataque. La marca de los 100 km/h la logra en 3,1 segundos. Los datos de fábrica prometían 2,7 segundos, pero es cierto que los neumáticos traseros patinan demasiado al salir desde parado, y penalizan el tiempo. El V6 sigue bramando cada vez más agudo, acompañado del silbido de su doble turbo, y 35,7 segundos después ya va a 300 km/h, aunque la aguja no toca la zona roja del cuentavueltas hasta que alcanza su velocidad máxima de 315 km/h, a 7.000 revoluciones.

BMW M6 Coupé Competition

Ruidos aerodinámicos domesticados, suspensión suave, confortables asientos forrados en cuero y una enorme tranquilidad a altas velocidades… El M6 cumple con su papel de gran turismo, también con el chasis deportivo que incorpora el paquete opcional Competition. Lo mismo vale para su motor vitaminado, con 15 CV más y mayor holgura en el cuentavueltas. El impetuoso V8 empuja fuerte ya desde la zona baja. La transmisión de doble embrague se encarga, en modo automático, de cambiar con anticipación, y en el modo manual más rápido, el secuenciador logra una respuesta aún más enérgica de este motor, que se encuentra muy cómodo en la zona alta del cuentavueltas… Hasta que el doble turbo desiste poco antes de las 7.000 revoluciones.

Audi R8 V10 Plus

Es el más mayor del cuarteto, a la vez que el más purista. Su suspensión helicoidal apenas hace concesiones, igual que su directa dirección, y es así como debe ser. En marcha te recorre un hormigueo hasta la última fibra, generado desde su palanca hasta la increíble respuesta del volante, pasando por la dureza de su chasis. Por carreteras normales responde vigoroso y enérgico, apoyado en su equilibrado reparto de potencia. Su motor V10 de 5,2 litros empuja muy elástico en todo momento, ávido de revoluciones hasta alcanzar las 8.000, donde grita endemoniadamente, después de bramar iracundo en la zona baja del cuentavueltas.

Conclusión

Quién pueda permitirse tamaña suma de dinero, cumplirá sus sueños de conducción con el 911 Turbo S. Rueda en una liga propia, y con un nivel de confort sorprendente. El Nissan cuenta con la baza de un precio imbatible. Con una configuración más suave de gran turismo, el BMW M6 balancea demasiado si ruedas al límite; su motor, eso sí, es excepcional, y eso le beneficia en circuito. Y en viajes largos, ninguno rueda con su categoría. El Audi R8 es el más maduro de la comparativa, también el deportivo más puro, y con un sonido increíble. Sin embargo, suspende en el lado del raciocinio: es casi tan caro como el Porsche, y más lento que el Nissan GT-R.


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