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Mitsubishi FTO, un pequeño y desconocido deportivo japonés

Nacho de Haro

Este año se cumple el 16 aniversario del cese de la producción del Mitsubishi FTO, un pequeño y desconocido deportivo japonés, al menos para muchos, ya que inicialmente solo se comercializó en el mercado local de la compañía. Te contamos las claves de este modelo para que sepas por qué merece ser recordado.

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Además del Montero y del Lancer Evolution, la firma japonesa ha lanzado otros muchos modelos a lo largo de su historia que ya forman parte de la memoria de los aficionados por sus especiales características. Vehículos como el Eclipse o el rapidísimo Mitsubishi 3000 GT, uno de los cinco coches que hicieron de su complejidad técnica una virtud. Pero de todos ellos, quizá el menos conocido sea el Mitsubishi FTO, por eso hoy vamos a contarte cuáles son sus principales rasgos y qué es lo que hace que sea especial.

El FTO, que se fabricó entre 1994 y el año 2000, era uno de los deportivos de tracción delantera que por aquel entonces tenía Mitsubishi en su gama. Un vehículo que contaba con una esbelta carrocería coupé y que tomaba prestada su denominación de uno de los clásicos más icónicos del fabricante, el Mitsubishi Galant Coupé FTO, un coupé de propulsión que estuvo en venta en Japón entre 1971 y 1975.

Como puedes ver en la galería de imágenes, las líneas del Mitsubishi FTO reflejan a la perfección que estamos ante un modelo ligero (menos de 1.200 kg de peso en el peor de los casos) y también recuerdan a las de otros deportivos contemporáneos, incluso a los de otros fabricantes, como Toyota. En su lanzamiento, se ofreció con dos motorizaciones de gasolina, un 1.8 de cuatro cilindros y un V6 de 2.0 litros, mecánicas que se podían combinar con la caja manual que equipaba de serie o un cambio automático con posibilidad de accionamiento secuencial, denominado INVECS II.

La mecánica V6, además, se ofrecía con dos especificaciones, incluida una más poderosa, denominada MIVEC, que en lugar de producir los 168 CV que entregaba el modelo básico producía 200 CV a 7.500 revoluciones por minuto. Esta última mecánica estaba disponible en el Mitsubishi FTO GPX, una versión especial que fue lanzada para conmemorar que el modelo había logrado hacerse con el título de “Coche del año” en Japón.

Entre las características de estos FTO GPX destacaba la incorporación de un diferencial de deslizamiento limitado que se encargaba de asegurar la máxima capacidad de tracción, además de contar con elementos específicos tanto en el exterior como en el interior. De esta edición fabricaron un total de 207 ejemplares entre 1994 y 1995. Originalmente, el FTO era un modelo destinado exclusivamente al mercado nipón, sin embargo, tras comprobar que un gran número de unidades estaban siendo importadas a otros países, como Australia, Nueva Zelanda o Reino Unido, acabó comercializándose oficialmente en estas tres naciones.

Fuente: CarBuzz

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