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Komorebi, el megayate del futuro

Antonio López

La última creación de VPLP es el Komorebi, un megayate que une las características de un barco a motor y un velero. De esta manera se crea una nueva forma de navegar con eficiencia, estabilidad y confort.

El Komorebi es la última creación del estudio de arquitectura naval francés VPLP que ha diseñado un megayate que no es un velero ni un yate a motor, pero une las características de ambos creando una nueva forma de navegar con eficiencia, estabilidad y confort. 

El Komorebi (palabra japonesa que expresa el efecto de la lu cuando los rayos del sol traspasan las hojas de los árboles) es un trimarán híbrido de 85,5 metros de eslora que cuenta con dos velas rígidas, totalmente automatizadas, que son suficientes para propulsar el barco a 15 nudos de velocidad sin tener la necesidad de encender el motor. Con el modo híbrido activado, se ahorraría el 30% de combustible empleado en una travesía.

Las líneas exteriores y la distribución de este megayate es lo que realmente llama la atención, y es que tiene un diseño de cubiertas extremadamente abiertas ofreciendo todas ellas vistas panorámicas y muchos espacios privados. 

La popa del Komorebi se divide en dos zonas, una por cada costado de la embarcación, en un lado tiene un jacuzzi y un jardín y en el otro un comedor al aire libre. La zona de plataforma de baño, también en la popa, merece atención especial y es que crea una nueva cubierta donde se puede instalar un completo y espacioso beach club, con una inmensa orilla y una zona cubierta. 

Abajo, en la cubierta principal, los diseñadores han ubicado una enorme piscina que ocupa todo el bloque del casco central y en la que no faltan mesas y asientos para tomar un refrigerio a remojo. Un árbol -sí, un árbol- ocupa la parte central y separa las dos alas de la superestructura, cuyas paredes acristaladas aseguran una generosa entrada de luz natural interior, una zona reservada al gran salón. Quizá sea ahí dentro, tumbado en un sofá y contemplando cómo los rayos de un atardecer en alta mar entran a través de las hojas de un árbol, donde el propietario del trimarán entienda el significado de komorebi.

El casco de estribor, por su parte, da acceso al garaje, un hangar donde hay, entre otros juguetes, pequeños veleros, equipos de windsurf, kayaks y hasta un minisubmarino.

Pese a sus dimensiones, el Komorebi se presenta con un calado pequeño, por lo que podría adentrarse en calas y puertos donde no pueden atracar otras embarcaciones de eslora similar. A simple vista puede parecer un proyecto de ciencia ficción, pero habiendo sido trazado por los gurús de VPLP, tan sólo hace falta que un amante de la navegación y el lujo ordene su construcción.

Fuente: Expansión

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