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Prueba Mash Von Dutch 400: vintage, limitada y exclusiva

David Garcia de Navarrete

Probamos la Mash Von Dutch es una moto retro vintage, de serie limitada y exclusiva. El fortísimo y relativamente sorprendente 'boom' de las motos retro, vintage, clásicas o como quieras denominarlas, le ha hecho mucho bien al mercado en general. Por imagen son muy bien aceptadas por el público en general, y además se ha creado un segmento de público bien posicionado que ha hecho de ellas casi un elemento de su personalidad.

Mash, con modelos con la Von Dutch de serie limitada y exclusiva, está consiguiendo hacerse un hueco en un mercado donde hay marcas muy bien posicionadas históricamente en ese segmento, como Triumph, y otras que lo han ido viendo venir desde hace tiempo y ahora se han reforzado tremendamente, como el caso de Yamaha. Recuerda que la MT01 data del 2005, pero antes ya tuvimos la Bulldog… pero eso merecería un reportaje aparte

Bueno, el caso es que esta explosión “retro vintage” ha propiciado la aparición de preparadores y de marcas, entre las que están una de las más interesantes de los últimos tiempos. Se trata de Mash, de origen y diseño francés, y fabricadas en Oriente donde se aprovechan motores veteranos japoneses, con resistencia y rendimiento más que probados a lo largo de las últimas décadas y un precio excepcional. Así, podemos tener una estupenda y preciosa Mash Café Racer 125, que por lo tanto puede ser conducida con carné de coche, a un precio inferior al de muchos scooters.

O sea, que logra hacer motos buenas, muy bonitas y muy baratas. Como toque de distinción, y como detalle de admiración a las personalizaciones habituales del segmento, en la marca han cogido el modelo más grande de su catálogo, la Five Hundred, y han hecho con ella una preciosa serie limitada denominada Von Dutch. Rodando con ella te das cuenta del éxito que se consigue con unos pocos detalles estéticos bien puestos y con estilo, porque esta es una moto que os aseguro encandila igual a cualquier tipo de motorista como a todos los automovilistas. Así que vamos a probarla. Con vosotros, la Mash Von Dutch.

Simple, pero muy especial

Para centrarnos, recordemos como es el modelo Five Hundred. Se trata de una naked vintage elegante y muy simple con elementos estéticos muy clásicos como faro redondo, llantas de radios, asiento corrido de una pieza, transporte en metálico incorporado, escapes estilo “escupe guisantes” y el veterano  motor de la Honda XR400 monocilíndrico refrigerado por aire, 4 válvulas y culata SOHC. Seguro que te ha sorprendido porque el modelo base se llame Five Hundred (o sea, 500 en inglés) y que sea un 400, pero es simplemente una denominación comercial… Bastante lograda, por cierto. Además, ni siquiera llega los 400 reales, puesto que se queda en 397 cc. y declara 27,7 caballos a 7. 000 revoluciones.

Prueba Mash Von Dutch 400: vintage, limitada y exclusiva

Por cierto, si te preguntas qué o quién es Von Dutch, se trata de un customizador americano realmente llamado Kenneth Howard, un mecánico, artista del metal, dibujante y artista que tuvo cierta influencia en la época dorada de las preparaciones de diseño en los ´50, y cuya marca se mantiene hoy día en perfecto estado de forma.

Bien, pues la Von Dutch ha pasado por el “salón de belleza” francés y han logrado un conjunto fantásticamente atractivo con pocos detalles. El primero que resalta es la pintura, realizada por Daddy Graph en Francia y que combina colores clásicos como el marrón claro con elementos muy modernos y provenientes del mundo del graffitti urbano como el logo del ojo alado, todo a mano y muy bien rematado, por cierto. Digo esto porque a veces este tipo de preparaciones y personalizaciones tienen una pintura bonita, pero con unas terminaciones que no dicen mucho a favor de su durabilidad, así que este no es el caso.

Por otro lado, en el frontal sobre el faro podemos ver un precioso mascarón metálico con el número 500 pintada sobre ella y que, aparte del demoledor efecto estético, protege los relojes de mosquitos y todos los pequeños elementos que te puedas encontrar en la carretera. También el manillar cambia, siendo más tipo enduro que en el modelo de serie con un refuerzo central y los puños son del estilo caucho virgen, muy habitual hace años en las preparaciones domésticas y que están fabricadas por Ariete.

Sigamos. Detalles clásicos de piel no podían faltar, así que el asiento está forrado y rematado con estilo clásico en cuero, así como los cercos de los dos relojes centrales (tacómetro y velocímetro, claro) y también encontramos dos cinchas laterales con hebilla tipo cinturón, muy clásicas en las motos camperas antiguas. También se ha recortado la aleta delantera, se ha eliminado el transportín (por el tono aburguesado y poco rebelde que pueda dar, supongo) y se han forrado los codos del escape con cinta de amianto al mejor estilo “dirt track”. Como guinda, las llantas de radios han equipado con unos neumáticos de enduro Metzeler Karoo con grandes tacos.

Prueba Mash Von Dutch 400: vintage, limitada y exclusiva

Soy exclusivo

Una de las grandes ventajas de las Mash es que le ofrecen estilo, agilidad y bajo consumo a muy buen precio, de hecho bastante inferior al de muchos escúteres de prestaciones similares… Y con la ventaja de tener tacto de moto, recuérdalo.

No obstante, en el segmento retro y clásico la exclusividad es un elemento fundamental, y por eso Mash ha diseñado esta Von Dutch de serie limitada a 200 unidades y con un estilo arrasador.

Desde luego, es casi imposible rodar por la ciudad sin que las cabezas se giren y la gente te pregunte en los semáforos, pero además lo hace sin estridencias y con un estilo elegante que, yo creo, solamente son capaces de hacer los franceses e italianos. Por otro lado, el motor proporciona 28 caballos que son suficientes para disfrutar de ella en un entorno urbano y cercanías, pero desde luego se quedan justos en carretera, especialmente si van dos adultos encima de ella. No obstante, la inyección electrónica que se ha añadido a este veterano motor Honda se deja notar muy bien en carretera, aunque ya nos comentaron que le hacía falta una actualización de software y en una ciudad como Madrid, con la terrible ola de calor que hemos sufrido este verano, a veces tosía un poco.

También hay que considerar que el monocilíndrico vibra bastante, como los motores de su época, por lo que se hace obligatorio revisar el apriete tornillería cada cierto tiempo… También como la mayoría de las motos clásicas. De hecho, nosotros tuvimos que reapretar los tres tornillos de nuestra aleta trasera.

Prueba Mash Von Dutch 400: vintage, limitada y exclusiva

Tiene un pequeño depósito de 13 l, pero con un consumo de apenas cuatro a los 100 km (alternando carretera y ciudad) sí que desde luego tiene una autonomía más que correcta. En cuanto los frenos, el solitario disco delantero cumple teniendo en cuenta las prestaciones de esta Five Hundred embellecida, pero desde luego el ya caduco tambor trasero se queda muy corto. Por otro lado, el arrasador efecto estético de las ruedas tipo “off road” es indudable, pero como te puedes imaginar los tacos tan grandes restan manejabilidad y agarre en su medio natural que es el asfalto. El tacto de la dirección se vuelve bastante raro y la tracción en la más mínima inclinación es, digamos, muy mejorable. Por lo tanto, una de mis recomendaciones sería, si realmente la vas a usar con frecuencia, que o bien instalas neumáticos de carretera aunque sean menos llamativos, o al menos te decantas por unos tipo trail con un perfil menos agresivo, menos espectacular, pero mucho más lógico

Como digo, es la perfecta moto urbana para “hípsters”, como decía un amigo mío. Cómoda, barata, con poco mantenimiento y consumo y con muchísimo estilo. La Five Hundred básica cuesta 4395 €, mientras que con todos los detalles especiales que incorpora, la Von Dutch nos costará 6395 € gastos de matriculación aparte.  Además, legalmente puedes conducirla con el carnet A2 gracias a su contenida potencia disponible.

Sin duda, una de las mejores, más espectaculares, bonitas, polivalentes y rentables compras que puedes hacer si quieres una moto con estilo propio.

Más: estética inigualable. Serie limitada. Buena relación calidad precio. Consumos.

Menos: tacto de las ruedas “off road”. Frenada mejorable. Prestaciones justas para carretera.

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