Los coches de Hugo Chávez

El secretismo siempre ha rodeado al presidente de Venezuela. Nunca se ha sabido muy bien cuáles eran los coches de Hugo Chávez. Pero lo que sí esta claro es que era un gran amante de los coches.

En 2011 Chávez intentó modernizar el parque automovilístico del país promoviendo una empresa mixta, liderada por el Gobierno y asociada con la marca china Chery Automobile para ofrecer vehículos más baratos a los venezolanos, ya que los precios de los coches pueden ser dos o tres veces mayores a los de modelos similares en Estados Unidos y Europa.

La importación de automóviles siempre ha estado restringida y la producción interna no puede satisfacer ni la mitad de la demanda. Por eso, los coches nuevos aumentan de precio al salir de los concesionarios, que tienen listas de espera de hasta seis meses y de ahí que en el mercado de segunda mano los precios pueden ser superiores al de los modelos nuevos.

Grandes marcas como Ford, Chrysler, General Motors o Toyota construyen los elementos de sus vehículos en el exterior y luego ensamblan sus vehículos en Venezuela. La marca japonesa Toyota era una de las preferidas de Chávez y, aunque a finales de 2009 amenazó con expropiarla si no construían un vehículo de bajo coste, poco después le regaló una flota de dieciséis Toyota Land Cruiser a su homólogo de Bolivia, Evo Morales, para su seguridad presidencial.

Hugo Chávez también se había pronunciado en público varias veces sobre sus preferencias acerca de los automóviles, pero claro, estas declaraciones estaban condicionadas por su cargo político. En una ocasión, de visita por la fábrica de coches Venirauto, de capital venezolano e iraní, aseguró que si tuviera que comprar un coche, escogería un Centauro iraní en lugar de un Ford o un Toyota. También hizo alguna declaración en contra de la importación de todoterrenos Hummer, por su procedencia estadounidense.

Lo que no mucha gente sabe es que en la flota particular del ‘anticapitalista’ Presidente de Venezuela, a parte de varios Toyota y Mercedes, figuraba un Bentley Mulsanne, uno de los coches más exclusivos del mundo. Todo en este ‘salón con ruedas’ es excesivo, comenzando por su precio, de unos 250.000 euros y terminando por una potencia de 512 CV, una velocidad de casi 300 km/h o una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos. Está claro que al líder de la revolución bolivariana le gustaba desplazarse con comodidad.

Foto: Wikipedia.