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Los 13 coches más terroríficos para conducir

Hoy es Halloween y a mucha gente le gusta pasar miedo... Cosa que se puede pasar incluso conduciendo. Sobre todo a los mandos de estos 13 coches que nuestros compañeros de About.Cars han seleccionado. Si tienes acceso a alguno de ellos.. ¡no lo dudes¡ Son vehículos perfectos para pasar una noche de Halloween de miedo.

Pasar miedo al volante es algo que puede ocurrir bastante habitualmente, por desgracia. En ciertas ocasiones uno se siente inseguro conduciendo, por los factores que sean. Pero desde luego, que si lo que conduces es alguno de estos 13 coches tendrás más razones para ir muerto de miedo por la carretera. Si no posees ninguno de los coches de Halloween que te enseñamos aquí, que será lo más posible, quizá puedas echar mano de estas alternativas que propone Cars.AboutNo son necesariamente excéntricos, pero también dan miedo... en otros aspectos.

Nuestros compañeros han confeccionado una lista con los 13 coches más terroríficos para conducir. Algunos de ellos seguro que ya los conocías, debido a su fama. Absolutas leyendas de la conducción que se han ganado claramente ese reconocimiento de coches terroríficos. Pero si le echas un vistazo a la lista descubrirás coches que quizá no te esperabas para nada que estuvieran ahí...

¿Qué tiene de malo el Citroën 2 CV, el Volkswagen Beetle o el Jeep Wrangler? Bueno, lo cierto es que cada uno tiene sus 'detallitos', que realmente pueden conseguir que te acuerdes de todos los Santos en algún momento dado. O todo el rato por lo que pueda pasar...

1.- Citroën 2 CV

El nostálgico 'Dos Caballos', conocido también en algunos lugares como 'La cabra', tenía algunos detalles que lo hacían bastante peculiar. Sobre todo su conducción, claro. Era un auténtico peso-pluma con sus 600 kilos de peso, lo que en teoría debía hacerlo un coche relativamente ágil. Pero la realidad es muy diferente: su suspensión era exageradísimamente blanda. Dicen que fue diseñada para que un granjero pudiera transportar docenas de huevos en él por un campo arado sin que uno solo se rompiera. Y así lo consiguieron... pero se olvidaron de las curvas. Su carrocería inclinaba tanto que parecía una galera. Hecho que, sumado a sus estrechísimas ruedas, hacía que en las curvas transmitiera la misma seguridad que una carretilla.

2.- Chevrolet Corvair

Ralph Nader escribió un libro de título 'Inseguro a Cualquier Velocidad' ('Unsafe At Any Speed'), y el Chevrolet Corvair fue el gran protagonista. Su esquema mecánico era de 'todo atrás'... Seguro que os suena. Su motor iba colgado detrás del eje trasero, por lo que todo su peso iba en aquel lugar, lo que hacía que se comportara como un péndulo terrible. Cuando sus ruedas traseras perdían la adherencia ya no había marcha atrás... 'La peonza' estaba asegurada. Además, su rudimentaria suspensión trasera, en los cambios bruscos de apoyo, digamos que no ayudaba precisamente mucho. Pero eso no era lo peor de todo; en caso de una colisión frontal, la columna de dirección iba directamente hacia el pecho del conductor. Aunque General Motors después intentó solucionarlo, ya era demasiado tarde. Todo el mundo le tenía miedo.

3.- Dodge Viper

El salvaje 'muscle car', cuando nació a principios de los noventa, tenía un motor de 400 CV y, sobre todo, un par motor enorme. Tanto, que lo difícil era conseguir que sus ruedas traseras se agarraran al asfalto. Además, sus neumáticos eran anchísimos, por lo que en curvas había bastante agarre. Eso sí, cuando la adherencia se acababa, entonces ya todo pasaba demasiado rápido. No tenía ABS tampoco, por lo que era sencillísimo pararse con el gas en todo momento, enroscarse con fuerzas centrífugas de infarto, asustarse mucho y pisar el freno. Resultado: cuatro ruedas bloqueadas de golpe, una masa de hierros a la deriva y acabar chocando contra cualquier cosa. Y, si acababas lo suficientemente bien como para poder salir por tu propio pie del Viper, después te los quemabas con su caliente tubo de escape lateral. No incorporó control de estabilidad hasta que la ley lo obligó.

4.- Jeep Wrangler

El Wrangler fue diseñado para responder lo mejor posible ante las peores situaciones fuera de la carretera... Por lo que su conducción en asfalto era solo era solo un problema secundario. Su suspensión de ejes rígidos, unida a esas ruedas de tierra, hacía que cada curva se convirtiera en todo un reto y jugar a las adivinanzas sobre qué eje sería el que perdería tracción. Actualmente las cosas han cambiado un poco, aunque sobre asfalto siga sintiéndose claramente fuera de lugar.

5.- Plymouth Hemi Cuda

Toda la generación, en general, de los famosos 'muscle cars' de los años 60 y 70 tenían más o menos las mismas características. Sí, 'motoracos' absolutamente exagerados, en este caso un V8 de 7,2 litros, capaz de propulsarlo a más de 225 km/h, unido a unos frenos de tambor de hierro fundido y sin asistencia que eran completamente inútiles a más de 110 km/h. Además sus resbaladizos asientos de vinilo, sin sujeción lateral ninguna, podían hacer que en curvas repentinas a izquierdas pudieras acabar en el asiento del copiloto si no te apretabas bien el cinturón de seguridad y... ¿en esa época quién lo hacía? Afortunadamente, el 'Barracuda' tenía barras de torsión bastante gruesas y no inclinaba tanto como sus rivales de Chevrolet o Ford...

6.- Porsche 911

Los coches no suelen tener el motor atrás del todo por una sencilla razón. Y es por que dicen que es una idea terrible. Lo cierto es que complica las cosas bastante, sobre todo la conducción. Al igual que varios coches aquí, su motor está ahí, y la tendencia al sobreviraje es demencial. Pero además, legandariamente, el 911 es de esos que además tienden a despegar. Cada vez que se ahueca, se levanta el acelerador o se frena, todo el peso pasa inmediatamente hacia la parte delantera del coche, por lo que la trasera se levanta, por eso, en cada curva, el morro del 911 va donde le indicas una vez que el peso está ahí, pero la trasera sigue queriendo irse hacia delante con todas sus ganas. Esta tendencia con los años se ha ido obviamente neutralizando cada vez más. Pero no fue hasta 1994 y realmente hasta la introducción del control de estabilidad, cuando ponerse al volante de uno dejó de dar respeto.

7.- Reliant Robin

Un coche con tres ruedas. Bueno, mejor dicho, un coche con solo una rueda delante. ¿Hace falta decir más? Por eso está entre nuestra lista de los 10 coches más absurdos del mundo. Fue muy popular en el Reino Unido, sobre todo entre los jubilados, que no corren mucho precisamente. Porque la realidad era que, en cuanto tomabas cualquier curva más rápido de lo debido, el coche volcaba. Por eso, Reliant reforzó las esquinas de su carrocería. De alguna manera debía saber que su coche estaría más tiempo patas-arriba que con las tres ruedas en el suelo. ¿He dicho coche? Perdón, allí era considerado como motocicleta.

8.- Renault Dauphine

Aquí en España se le conocía popularmente como 'El Coche de la Viudas'. ¿Alguna vez un apodo dijo tanto de un coche? Adivina dónde estaba su motor. Exacto, atrás. Su fina carrocería se oxidaba en cuestión de minutos y su minúsculo propulsor lo ponía a 100 km/h en... el mismo día; unos 30 segundos. Lo que en aquella época era rápido... Pero para un camión, no para un coche.

9.- Shelby Cobra 427

Uno de los coches que da más miedo a sus pilotos por antonomasia. Llegó a ser descrito como "dar un paseo enganchado a la parte trasera de un motor". Claro, nada de referencia a los frenos ni a las ruedas. Era tan salvaje que a veces parecían no servir de nada. Cuando Ford y Shelby cogieron al bonito roadster británico para convertirlo en el mosntruo que fue al ponerle el motor de siete litros y 425 CV, le cambiaron también las suspensiones y los frenos. Pero realmente no servían de nada debido a las ruedas de la época. Muy parecidas a coger las de ahora y cambiarles las bandas de rodadura por mantequilla. Más tarde produjeron el Cobra Super Snake, "El Cobra para acabar con todos los Cobras", pero que más bien resultó en "El Cobra para acabar con todos los conductores de Cobras". El difunto Carroll le dio uno a Bill Cosby, a quien le dio tanto miedo que se lo devolvió. Su siguiente dueño acabó con su vida y con la del coche al precipitarse al Pacífico con él tras perder el control.

10.- Skoda Estelle

Cuando apareció este coche en los setenta, colocar el motor atrás y las suspensiones oscilantes ya se sabía que era una mala idea. Cosa que a Skoda no le frenó para seguir haciéndolo y ahorrarse unos dinerillos al hacerlo. Como el resto de coches con su configuración, su trasera coleteaba sin cesar en las curvas. Menos mal que su propulsor 1.1 le impedía coger mucha velocidad, eso siempre después de que consiguiera arrancar. Una virtud era su maletero delantero, con espacio como para meter suficientes bolsas de cemento y mitigar su crítico reparto de pesos... pero nunca solucionarlo.

11.- Suzuki Samurai

El simpático 4x4 escamoteable de Suzuki realizó unas pruebas de vuelco para la publicación norteamericana Customer Reports, en las que el coche se salvó del accidente... pero solo gracias a unas barras de seguridad que habían colocado por si volcaba. Así que lo tacharon de inseguro e inaceptable. Hubo una polémica increíble en los EE.UU debido a esto. Aquí tienes el caso completo si tienes curiosidad. El asunto es que la gente en Estados Unido le cogió pavor y sus ventas cayeron estrepitosamente.

12.- Tatra 87

Del Tatra 87 se dice que fue el precursor del Escarabajo (data de 1936), y que de él se copío sus formas, su diseño de motor trasero y su tendencía a salirse de la carretera y volcar. Tenía un V8 refrigerado por aire detrás, y la misma suspensión oscilante que muchos coches de esta lista. Corría mucho, pero el problema es que era supuestamente tan inestable como los que los conducían. Su leyenda dice que los Nazis lo llamaban 'El Arma Secreta de los Checos', por la cantidad de oficiales alemanes que morían a sus mandos.

13.- Volkswagen Beetle

Y por último, el simpático Escarabajo. Estaba en las mismas con ese esquema crítico de motor trasero y demás. Solo que su estética de coche amable ha amortiguado su verdadera personalidad debajo de esa afable carrocería. Incluso Ralph Nader también le dedicó otro libro ('Small on Safety: The Designed-In Dangers'). Criticó lo que el llamó "sus asientos eyectables". En el caso de un impacto trasero por alcance, sus asientos se doblaban hacia atrás, dejando el camino libre a sus ocupantes para que salieran despedidos fácilmente por su ventana trasera. Pero no acaba ahí, también dijo que sus puertas se abrían en caso de choque con facilidad, al igual que el tapón del combustible, regando todo el accidente con gasolina. Pero al coche de Volkswagen no le afectó esto para nada. ¡Se vendió como churros!

Fuente: Cars.About

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