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Lexus LFA, primera prueba

Hace diez años un ingeniero japonés recibió el encargo de su vida: diseñar el Lexus LFA, que ahora he podido probar para exprimir los 560 caballos de su motor V10.

Será difícil volver a ver un Lexus LFA rodando por la calle, porque solo existen 500 unidades en el mundo y en España solo se ha venido... uno!!! Además, el afortunado propietario vive en las Islas Canarias, con lo que cruzármelo se complica.

Por es todavía más exclusiva la prueba del Lexus LFA que he realizado, un modelo que el ingeniero de Lexus Haruhiko Tanahashi empezó a concebir allá por el mes de octubre de 2000. Los responsables de la filial de lujo de Toyota le dieron las instrucciones que todos desearían oír: no te preocupes ni por el dinero, ni por el tiempo; solo fabrica el mejor deportivo que se haya hecho nunca en Japón. Con la deportividad por bandera para lograr el mejor reparto de pesos y un centro de gravedad ultrabajo.

Así se dibujó un LFA donde me siento y tengo la sensación de estar atado ya sin ponerme ni el cinturón, debido a lo envolventes que son los asientos.Todo es de carreras, incluso un cuadro de relojes electrónico con mucha información y una consola con el equipamiento propio de una berlina de lujo. Ahora llega lo bueno, me toca exprimir a fondo el motor V10 de 510 caballos del Lexus LFA. Una cifra que asusta solo de pronunciarla, aunque sería todavía mejor si tuviera que mover algún kilo menos de los 1.450 que pesa (es lo que ocurre cuando montas tanto equipamiento).

Antes de acelerar a fondo para la prueba, me cuentan que completa el 0-100 km/h en 3,7 segundos (un Nissan GT-R invierte 2,8) y que aprovecharé a tope el potencial si sitúo el cambio automático en modo manual. Allá voy, gas a fondo, primera, segunda... (cambiando a 8.300 rpm...) 200 km/h, 260 km/h... La frecuencia cardíaca se dispara, el sonido es abrumador (Yamaha ha diseñado los escapes aprovechando su experiencia en instrumentos musicales) y rozo los 275 km/h. Toco el freno con suavidad y los discos cerámicos de 390 mm comienzan a trabajar. Necesito más frenada, piso fuerte y un latigazo del tren trasero me hace pensar esta vez en ir a misa si salgo de esta... Pero el Lexus LFA se coloca sin rechistar y entra en la curva con una dulzura pasmosa.

Toca un zona virada, donde el eje delantero entra como si fuera por raíles y solo echo en falta algo más de rapidez en la transmisión por variador continúo que monta. Tiene seis velocidades (aunque podrían ser infinitas) y para volver a la posición N debo tocar las dos levas a la vez. Ni más ni menos que 600.000 euros cuesta cada uno de los 500 Lexus LFA que se han construido. Y no pienses en ir corriendo a echar la Primitiva: aunque te toque, ya están todos vendidos.

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Hace diez años un ingeniero japonés recibió el encargo de su vida: diseñar el Lexus LFA, que ahora he podido probar para exprimir los 560 caballos de su motor V10.

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