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El Lexus GX 460 se renueva

Los japoneses han renovado su Lexus GX 460 para adaptarlo a la nueva línea estética del resto de productos del fabricante. Y han hecho algo así como ponerle la cara de James Bond a una especie de 'Falete'... ¿Qué te parece el resultado?

Sí. Probablemente sé lo que estás pensando acerca de este renovado Lexus GX 460... Y es que la división de lujo de Toyota está imprimiéndole últimamente a todos sus coches unos cambios estéticos más que satisfactorios para la gran mayoría del público... Pero parece ser que a este SUV (que no se vende en nuestro país) le ha debido tocar la peor parte.

Bien es cierto que la nueva y agresiva parrilla que lucen todos los vehículos nuevos -como pudimos comprobar en la prueba del Lexus IS 2013- que está lanzando Lexus le sienta de maravilla a todos sus modelos, pero en el restyling de este Lexus GX 460 parece no resultar precisamente la combinación más acertada.

Pero bueno, dejando opiniones estéticas aparte, este SUV de lujo japonés, que equipa un motor V8 4,6 cc de 301 CV unido a una transmisión automática de seis relaciones, estrena muchos más cambios además de este transplante de cara de dudoso gusto.

Su interior ha sido completamente replanteado respecto a su predecesor y ahora es capaz de acomodar una pantalla táctil de ocho pulgadas en el centro de su salpicadero. Ofrece conexión bluetooth, cámara trasera, y un equipo Radio HD capaz de ofrecer información sobre el temporal y el tráfico. También llegan con él una serie de nuevos acabados en madera para su habitáculo.

La marca ha asegurado que este Lexus GX 460 estará disponible en sus respectivos mercados con un precio igual o inferior al actual modelo, pero que ofrecerá nuevas características extras de serie respecto a su antecesor: como navegador, asientos delanteros calefactados y ventilados, traseros calefactados, asistente al aparcamiento y un climatizador trizona.

Además de estas novedades, también ofrece la suspensión adaptable de aire y el sistema Kinetic, que ajusta activamente las barras estabilizadoras de ambos trenes para reducir el balanceo de la carrocería en carretera y todo lo contrario, para aumentar la capacidad de tracción en suelos irregulares.

Su tracción integral constante, que transmite toda la potencia al suelo a través de sus dos ejes gracias a un diferencial Torsen, que en condiciones normales envía el 40% del par a las ruedas delanteras y el 60 a las traseras, de forma que puede variar el reparto según las necesidades de tracción hasta un 30:70 y un 50:50.

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