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Oriol Servià, sexto en las 500 Millas de Indianápolis

Carlos Flores

El piloto español Oriol Servià logró un meritorio sexto puesto en la edición del centenario de las 500 Millas de Indianápolis, en la que siempre luchó en los puestos de cabeza, llegando incluso a liderar la prueba. El británico Dan Wheldon se hizo con su segunda victoria tras un accidente del novato JR Hildebrand en la última curva.

Oriol Serviá estuvo cerca de hacer historia en las 500 Millas de Indianápolis. El piloto español del equipo Newman-Haas finalizó en sexta posición en la mítica carrera estadounidense, que este año celebraba su centenario. Servià, que había partido desde la primera línea de la parrilla de salida, se mantuvo durante las 200 vueltas en las posiciones de cabeza, llegando incluso a ser líder en algunas fases. Pero las estrategias en el tramo final le acabaron relegando y cruzó la meta en quinta plaza, a algo menos de nueve segundos del ganador, el británico Dan Wheldon.

Sin embargo, los comisarios le acabaron retrasando una posición tras analizar el transcurso de la última vuelta, en la que se produjo un accidente que acabó siendo decisivo en el desenlace. Su protagonista, JR Hildebrand, que justo en la última curva chocó contra el muro y entregó la victoria en bandeja a Wheldon, la segunda tras la conseguida en 2005. Hildebrand, con el coche dañado, aún pudo cruzar la meta en segunda posición. Pero Servià había adelantado a Scott Dixon después de que aparecieran las banderas amarillas, motivo por el que en la clasificación definitiva acabó perdiendo la quinta plaza.

Oriol, aunque satisfecho con su mejor resultado de siempre en el brickyard, se mostró frustrado por la gran oportunidad perdida. "Después de haber sido líder, acabar en esta posición no es suficiente, porque en toda la carrera nunca estuvimos por debajo del quinto puesto, pero ha sido un trabajo tremendo, estuvimos ahí y demostramos poder competir", comentó el catalán antes de producirse la posterior modificación en su resultado.

La última fase de la carrera se había desarrollado sin neutralizaciones y Servià -que conserva el tercer puesto en la general del campeonato Indycar- se declaró convencido de que, de haber aparecido alguna bandera amarilla, habría podido atacar en pos de la victoria: "No paraba de pensar 'va a haber una amarilla, va a haber una amarilla...', pero no la hubo; sinceramente, creo que con los reglajes de mi coche, habría podido dar problemas a los líderes", reconocía el gerundense.

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