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Jensen Interceptor: un caballero express

El Jensen Interceptor era el 'caballero express'. Tal vez lo recuerdes: tiene 41 años y una gran luna trasera. Ahora, esta disponible de nuevo con el mismo diseño de siempre, aunque es más potente.

¿Jensen Interceptor? ¿Quién es Jenson… El piloto de Fórmula 1?  En realidad eran dos hermanos de Inglaterra (Richard y Alan) que en 1934 compraron una pequeña fábrica para construir coches destinados a los conductores de la vieja escuela (de entonces). Ellos fueron los creadores de los primeros deportivos con tracción total además del sistema ABS, uno de los complementos de seguridad más importantes.

Los Jensen mantuvieron orgullosos esa filosofía, igual que el posterior propietario de la marca. Los argumentos financieros quedaban en un segundo plano. Quien quisiera hundir la mano en su cartera más de lo normal, pero mantener cierta discreción, acudía a Jensen. Eso hasta 1976, fecha en que la firma entró en concurso de acreedores. Y todos los intentos para reflotar la marca resultaron vanos. Hasta ahora.

Porque ahora existe Jensen International Automotive, un grupo compuesto por hombres que adoptan el eslogan de la marina británica: “Olvida los torpedos, ¡a toda máquina!”.

Jensen Interceptor frontal

El Jensen Interceptor fue bautizado como un caza militar, diseñado por la italiana Autocouturier Vignale y presentado en 1966. Era un coche cuyo aspecto cautivó a gente adinerada de la época. Tony Curtis 'voló' a bordo de uno, igual que el batería de Led Zeppelin, John Bonham. Tiene un aspecto sencillo, pero son las proporciones las que impresionan.

¿Es realmente nuevo este Jensen Interceptor? Difícil de creer, sobre todo por su diseño tan fiel. La carrocería recrea la original con total fidelidad. Y el número de chasis, que hace posible esta resurrección. También dentro provoca la misma ilusión: bienvenidos a los años 70. Los ingleses, en aquel entonces, se limitaban a comprar los diferentes elementos, pulsadores y palancas y a instalarlos unos junto a otros, para luego cubrirlo todo de cuero. Así lograban darle el toque exclusivo, que muchas veces también era práctico.

Como aquí. Tras la fachada clásica del Jensen Interceptor hay ahora un moderno climatizador, igual que la palanca del cambio, que ahora gestiona un cambio automático de cuatro velocidades facturado por General Motors. Delante, uno se sienta cómodamente, igual que detrás, siempre que las piernas no sean muy largas.

Jensen Interceptor interior general

Aprieto el moderno botón de arranque. A través de los enormes escapes, el motor del Jensen Innterceptor ronronea contenido. Un ocho cilindros de Estados Unidos, ese era el punto de Jensen. Sabor europeo combinado con músculo americano, una tentación en la que también cayeron otras marcas exclusivas como Bristol en Inglaterra, Facel Vega en Francia o Iso en Italia. Al 7,2 litros de Chrysler lo sustituye aquí un 6,2 de aluminio con 429 CV procedente del Corvette que da al Jensen Interceptor una velocidad máxima de 203 km/h.

Rozar el acelerador es suficiente para que el morro del Jensen Interceptor, con la aerodinámica de una autocaravana, empuje con vehemencia. Hundo el pie y entonces me doy cuenta de que el Interceptor no puede hacer palidecer a los superdeportivos actuales: de 0 a 100 km/h en 10,4 segundos.

Pesa 1.500 kilos, 200 menos que su antecesor y no mucho más que un Corvette. Traducido a la práctica significa que siempre dispones de más potencia que la que necesitas. Si aún así no te parece suficiente, Jensen ofrece versiones más potentes, una de 480 y otra de 500 CV que utiliza un turbocompresor. Y lo mejor es que digiere toda la potencia sin problemas.

Un Jensen Interceptor cuesta en torno a los 130.000 euros, unos 100.000 más que uno original usado, y sus dueños tienen que vender entre 12 y 15 unidades si quieren que les salgan las cuentas. Pero esconde mucho nuevo y mucho trabajo artesanal. Y la exclusividad de tener un Jensen así no admite réplica. Frente a él, otros coches modernos con sabor clásico, como el Bentley Continental, parecen coches de masas.

En definitiva, quien se decide por un Jensen, instantáneamente deja claro dos rasgos de su personalidad: mucha autoestima y un sentido del gusto más que privilegiado. Un Jensen Interceptor no es un éxito comercial, no traerá grandes beneficios a la firma, pero tiene estilo. Yo solo espero que se quede mucho tiempo entre nosotros.

Datos técnicos del Jensen Interceptor

Motor delantero longitudinal: seis cilindros y carburadores gemelos. Cilindrada: 3.442 cc. Potencia máxima: 160 CV a 5.100 rpm. Par máximo: 262 Nm a 2.500 rpm. Aceleración 0-100 km/h: 10,4 segundos. Velocidad máxima: 203 km/h. Consumo12,8-16,4/100 km. Tracción: trasera. Transmisión: automática de 4 velocidades. Suspensión delantera: independiente. Suspensión trasera: eje rígido. Frenos: tambores hidráulicos a las cuatro ruedas.

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