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Infiniti Emerg-e: se sale de los límites

Javier de la Calzada

El Infiniti Emerg-e es una prueba de fuego para la marca japonesa, que pone toda la carne en el asador con este superdeportivo eléctrico con 400 CV de potencia. Fue presentado en el pasado Salón de Ginebra y ahora, por fin, AUTOBILD.ES lo conduce en circuito.

El espectacular Infiniti Emerg-e fue presentado en el Salón de Ginebra 2012. Por primera vez, la marca japonesa contaba entre sus filas con un superdeportivo que combina un motor eléctrico con uno pequeño de gasolina. Su siguiente puesta en escena fue en el Goodwood Festival of Speed, donde el piloto de Fórmula 1 Mark Webber se puso a sus mandos ante el clamor de todos los allí presentes.

Y, finamente, AUTOBILD.ES se ha puesto a sus mandos en la pista de pruebas de Millbrook, a una hora de Londres. No es habitual conducir un concept; de hecho, es algo tan exclusivo que las marcas no se quieren arriesgar a que algo salga mal y que su bonito show car quede en evidencia. Sin embargo, en Infiniti tienen mucha confianza en todo el trabajo que hay detrás del Infiniti Emerg-e y sus 400 CV de potencia. Su configuración se basa en dos motores eléctricos alimentados por baterías y un 1.2 de tres cilindros.

En el proyecto del Emerg-e han estado involucrados muchos actores: Jaguar/Land Rover y Nissan Motor Company para crear un superdeportivo que, en principio, no verá la luz aunque sí que se tomarán de él soluciones tecnológicas y estéticas para futuros modelos de la marca.

Las baterías tardan en cargarse totalmente cuatro horas y, a partir de ese momento, el Infiniti Emerg-e puede circular totalmente independiente durante 50 kilómetros emitiendo cero emisiones contaminantes. Al acabar esta carga, cobra protagonismo el pequeño motor de tres cilindros con el que se puede completar ya una distancia considerable: 450 kilómetros. Exteriormente, sus líneas son espectaculares. Llama la atención la fuerte implicación aerodinámica que el coche tiene con el viento, ya que sus formas han sido cinceladas con esmero para que nada interrumpa la marcha del coche. Además, en la parte trasera destaca un pequeño alerón perfectamente integrado que pega el coche al asfalto.

Para introducirse en el Emerg-e hay que hacer un pequeño ejercicio de contorsionismo porque no es fácil. Una vez acoplado, compruebo que los mandos que me rodean son más artesanales de lo que esperaba. Es un coche de pruebas, no un modelo definitivo porque hay botones que no funcionan y pantallas que no tienen un funcionamiento definitivo todavía. Giro la llave y no sale un estruendo del box número 18 de Millbrook… ¡Es un eléctrico! me recuerdo a mí mismo…. Aprieto el botón con la 'D' y suelto el pedal del freno. Salgo lentamente porque no quiero liarla (solo hay dos unidades en el mundo). Un ingeniero de la marca me acompaña en el asiento de la izquierda (sí, el volante va a la derecha) aunque no pone ningún impedimento cuando empiezo a animarme a los mandos.

Las instalaciones de Millbrook son espectaculares. No es un circuito al uso sino distintos tipos de carreteras con subidas y bajadas, diferentes asfaltos y un óvalo. El Infiniti Emerg-e se comporta de manera brillante en todo momento. La estabilidad es sorprendente y cuando hundo el pie en el acelerador el coche responde inmediatamente con un ruido que procede de la parte trasera muy característico. Todo es muy intuitivo, lo que facilita que me acople rápidamente a la máquina. La visibilidad hacia atrás y por los retrovisores es regular aunque me da igual porque la pista es de una única dirección. Me concentro, únicamente, en manotear con su deportivo volante.

De pronto, mi compañero habla… Es el momento de volver al box. Se ha acabado la fiesta pero ha sido una experiencia alucinante porque no todos los días se tiene la suerte de conducir un aparato tan exclusivo como el Emerg-e. No te pierdas este viernes en el número 363 de AUTO BILD la prueba y más fotos de un día que tardaré en olvidar.

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