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Test Hyundai Tucson: y la polivalencia se hizo vehículo

Lo único que le falta es ser descapotable. Porque el Hyundai Tucson te ofrece mucho. Mucho motor, mucha tracción y mucho equipamiento, eso sí... por 'no poco' dinero. Pero, sin duda, vale lo que cuesta.

Desde que empezó su auge, los SUV me han parecido los coches más polivalentes del mercado. Con ellos puedes hacer prácticamente de todo, multiplicando la utilidad que te pueden brindar y la seguridad que pueden aportar con un ángulo de visión más elevado y con las ventajas de un sistema de tracción integral.

Bueno, pues esta polivalencia puede ser mayor o menor. Y el Hyundai Tucson es de los que más ofrece. El sustituto del Hyundai ix35, que recupera el nombre original del SUV coreano, cumple de fábula prácticamente en todas las facetas.

Para empezar, un vehículo de este tipo, y bajo mi criterio, no puede fallar en, por lo menos, dos cosas: espacio y una mínima capacidad offroad. Ambos parámetros no son problema. Las plazas delanteras de este Hyundai están aseguradas: grandes butacones, todo tipo de gadgets para los asientos y huecos de sobra para dejar todo lo que te apetezca. Eso sí, hay que revisar esos cabeceros tan inclinados hacia adelante y que se hacen incómodos en grandes trayectos. Detrás, no es que viajes en una limusina, pero tres adultos se ubicarán sin demasiadas estrecheces. Y, para finalizar, su maletero, con más de 500 litros y con un suelo plano al abatir los asientos traseros.

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Respecto al segundo punto, su capacidad todoterreno, cuenta con tracción automática y un bloqueo del diferencial central que reparte el par al 50 por ciento entre ambos ejes circulando hasta 40 km/h. Y a esto, como parte de su completísimo equipamiento, hay que añadir el control de descenso y un asistente de arranque en rampa. Con todo ello, no te debe dar miedo sacarlo del asfalto. Porque superará obstáculos que nunca te hubieras imaginado.

Si no lo separas del gris elemento, tampoco va a pasar nada, porque en él también se siente a gusto. Y te lo hará sentir a ti. Únicamente si fuerzas el ritmo, acusarás balanceos de su carrocería, pero son bastante suaves y los compensa con una amortiguación que trata de agradar al pasaje hasta en las superficies más rotas.

El motor diésel de 184 CV es algo ruidoso, sobre todo cuando subes un poco de vueltas, pero mueve muy bien al Tucson (aquí puedes ver la prueba del Hyundai Tucson 2015). Y mejor que lo hará si aprietas su botón Drive Mode, que activa una dirección más directa y un salto entre marchas más rápido.

Hablando de marchas, aquí sí que quiero hacer una apreciación. Porque aunque su cambio automático de seis velocidades es por convertidor de par y lo suficientemente rápido engranando relaciones, me ha sorprendido la gestión que hace del cambio en bajadas prolongadas en carretera. Aunque vayas a 120 km/h, en sexta, y toques muy levemente el freno, el cambio baja de marcha y las revoluciones se disparan innecesariamente durante un breve espacio de tiempo, hasta que recupera de nuevo la marcha en la que ibas. También se echan de menos unas levas tras el volante para manejarlo en modo secuencial y que ya bastantes SUV equipan de serie.

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Un mal menor para un coche lleno de virtudes, que incluso firma un consumo de combustible muy lógico. En este test se quedó en poco más de siete litros de media cada 100 km. Si piensas en un motor con casi 200 CV, un peso de 1.700 kilos y su cambio automático, reconocerás que la cifra es de sobresaliente. Como también es el equipamiento, y toda una guinda que corona este pastel tan apetecible. No falta prácticamente de nada, ni en materia de seguridad, ni de confort o de entretenimiento, lo que hace todavía más agradable su uso diario. El precio de esta unidad es premium, pero tienes versiones más asequibles y la esencia polivalente se mantendrá…


Conclusión: Me compraría uno sin dudarlo demasiado

Con un interior cómodo y sencillo en el manejo de todos sus elementos de control, espacio más que de sobra hasta en el maletero, un motor que funciona con bastante alegría, una conducción cómoda en cualquier circunstancia o un equipamiento en el que tienes todo lo que puedes desear, el Hyundai Tucson es uno de los vehículos más polivalentes y útiles que he conducido. Todo esto tiene un precio, pero valora también sus cinco años de garantía y haz tus cuentas. Si te cuadra, no lo dudes... ¡a por él!

Valoración

Nota8

Lo único que le falta es ser descapotable. Porque el Hyundai Tucson te ofrece mucho. Mucho motor, mucha tracción y mucho equipamiento, eso sí... por 'no poco'

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