Gama Skoda 4X4: mucho más de lo que parece

Aunque no lo parezca, la historia de la tracción integral de la marca checa es más antigua de lo piensas. Su primer coche de este tipo fue el Superb 3000: se trataba de un automóvil de lujo que se fabricó de 1941 a 1942 (se paralizó la producción a causa de la II Guerra Mundial). Pero la tradición por la tracción total se recuperó en 1999 con la llegada del Octavia 4x4. En poco más de una década, los chicos de Skoda han jugado bien sus cartas y ahora tienen una gama compuesta por el Yeti, el Octavia Combi 4x4, el Scout y el enorme Superb con sus dos carrocerías: berlina y familiar.

Para transmitir la potencia a los dos ejes, los ingenieros de la marca recurren al sistema por embrague Haldex de cuarta generación que regula, con la ayuda del control de estabilidad (ESP), la fuerza que hay que enviar al diferencial posterior. En condiciones normales, el reparto por rueda es del 48% a cada una de las delanteras y el 2% a las traseras. No obstante, si las condiciones lo requieren, se puede invertir la distribución, hacer que todas las ruedas tengan la misma potencia o que sólo una posea la mayor parte de la fuerza. Esto se consigue gracias al buen funcionamiento de la electrónica.

Respecto a los precios, la gama Skoda con tracción total empieza en los 25.960 euros que cuesta un Octavia Combi 4x4 TDI 105 CV y entra en los 40.300 del Superb Combi 3.6 V6 FSI. Sin olvidar los interesantes 26.840 euros que vale el polivalente Yeti con el motor diésel de 110 CV.