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Prueba Porsche 911 Carrera 4GTS: el lado oscuro

El Porsche 911 Carrera 4GTS se caracteriza por contar con detalles en color negro que la distinguen del resto y que, lejos de oscurecer su aspecto, le dan un brillo especial. En esta prueba lo ponemos a fondo y sacamos toda su esencia.

El Porsche 911 4GTS protagonista de esta prueba es uno de esos coches para disfrutar desde el minuto cero. Su potencia, su imagen icónica y su facilidad de conducción le convierten en uno de los deportivos más apetecibles del mercado, eso sí, solo para los bolsillos más acaudalados. Pero antes de entrar en materia, permite que te ponga en situación.

El Porsche 911 empieza con el Carrera y sus 350 CV, continúa con la versión S, que sube a 400 CV y en el extremo opuesto están el radical 911 GT3 y el todopoderoso 911 Turbo, con 475 y 520 CV, respectivamente. Justo en medio se posiciona este GTS que ahora pasa por mis manos. Voy a contarte en qué se distingue de sus hermanos y, sobre todo, a comprobar cómo se las gasta.
La versión GTS del 911 se caracteriza por tener el mismo ancho de vías y carrocería que las versiones 4 (aunque en este caso, ya cuenta con tracción integral, así que no hay diferencia), además, monta llantas de 20 pulgadas de color negro, cuatro salidas de escape en el mismo tono y faros con carcasas oscurecidas.

Evidentemente, siempre que la llave de un modelo de este calibre llega a mis manos, me falta tiempo para bajar al garaje, arrancarlo, dar un aceleroncito en vacío para ver cómo hace gárgaras y poner rumbo a alguno de mis tramos de curvas favorito... Esta vez no ha sido una excepción. Así que tras girar la llave en el lado izquierdo de la columna de la dirección y disfrutar del profundo ronroneo de su motor bóxer, piso a fondo. ¡A disfrutar!

No tardo en llegar a la autopista, pero antes de hablarte acerca de su comportamiento, deja que te cuente que este coche sorprende por lo dócil que es en ciudad. Puedes ir todo lo relajado que te apetezca, mientras no pongas la suspensión en modo Sport, incluso es confortable.

Aparecen las primeras curvas. La cosa se pone divertida. Activo toda la artillería: modo Sport Plus, escape deportivo, el sistema antibalanceo PDCC (Porsche Dynamic Chassis Control)... y ¡a darlo todo!

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El mítico nueveonce infunde respeto, pero si nunca te has subido a uno te garantizo que, pese a ser uno de los mejores deportivos del mercado, no es en absoluto extremo. Te pone las cosas fáciles desde el principio. Este GTS sigue esa misma tónica y, teniendo en cuenta que la unidad que conduzco dispone de tracción a las cuatro ruedas el agarre y estabilidad que aporta es impresionante. De lo único que te tienes que preocupar es de no entrar colado en las curvas, que para eso tiene unos sensacionales frenos, capaces de detenerlo en seco en menos de 33 metros desde 100 km/h. Pero una vez dentro de la curva puedes empezar a dar gas de forma progresiva para ir buscando la salida y poder exprimir a fondo toda su potencia. No obstante, creo que el GTS de propulsión tiene un comportamiento lo suficientemente aplomado y deportivo, así que debes tenerlo muy claro para apostar por la versión 4.

Me voy emocionando en mi afán por transmitirte todas las sensaciones que este modelo te regala y estaba pasando por alto hablarte de su enérgico corazón. En este caso, el habitual bóxer con seis cilindros enfrentados entrega 430 CV y va unido a la eficaz caja de cambios de doble embrague PDK. Un consejo: ni te plantees el manual.

Su respuesta es redonda, porque pese a dar lo mejor de sí mismo al límite de la zona roja del cuentavueltas, es decir, a 7.500 rpm, más abajo no está para nada vacío y empuja con muchas ganas. Es más potente y tiene mejores prestaciones que el Porsche 911 Carrera 4S, sin embargo, su consumo es similar. En esta prueba ha gastado una media de 10,7 litros. ¿Mucho? Teniendo en cuenta que tiene 430 CV, creo que incluso está bastante bien.

Con la mano en el corazón (y con la cartera llena de billetes de 500 euros), te aseguro que si me comprara un 911, probablemente, sería el GTS. Su estética ensanchada cautiva, sus detalles exclusivos te distinguen del resto y no te obliga al desembolso exagerado de otras versiones más radicales, como el 911 Turbo o GT3. Eso sí, creo que con la variante de propulsión trasera hay más que suficiente.

En nuestro comparador de seguros hemos calculado lo que costaría asegurar un Porsche 911 Carrera 4GTS con cambio PDK . Para calcular el precio, tomamos como referencia un hombre de 40 años, con 10 de antigüedad de carné y sin siniestros, que vive en Madrid, utiliza el coche de manera ocasional, aparca en un garaje colectivo y recorre hasta 10.000 kilómetros al año. Con estos datos, el seguro a todo riesgo más recomendable por su calidad-precio lo ofrece Mapfre, por 2.760 euros.
 
Este coste podría ser menor si optas  por una póliza a todo riesgo con franquicia. En este caso, la más barata sería la de Mapfre. Cuesta 2.003 euros con franquicia de 300 euros.

Conclusión: ¿casa o deportivo?

Por 148.208 euros, hoy en día, puedes adquirir un buen pisito en un barrio acomodado de cualquier ciudad española. Eso, o comprar este 911. Te digo una cosa: igual no es tan descabellado vivir de alquiler, disfrutar de la movilidad que esto aporta y moverte con tu GTS de una comunidad de vecinos a otra para que vean que eres un tío con clase que prefiere disfrutar de su pasión que una vida acomodado. No todos podemos permitírnoslo, pero si tú puedes no lo descartes.

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El Porsche 911 Carrera 4GTS se caracteriza por contar con detalles en color negro que la distinguen del resto y que, lejos de oscurecer su aspecto, le dan un brillo

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