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El nuevo Lamborghini Gallardo llega listo para los circuito

“Es el Gallardo más cercano a un coche de carreras”, asegura Lamborghini. Sus cifras lo corroboran: 570 CV, una velocidad máxima de 325 km/h y 3,4 segundos para pasar de 0 a 100 km/h. El LP 570-4 Superleggera ha llegado.

Un entramado de códigos se esconde en el nombre del vehículo que sustituye al 560-4. LP significa “Longitudinal Posterior”, aludiendo a la colocación de su motor V10. 570 son los caballos que desarrolla -10 más que en el modelo anterior-, mientras que 4 son sus ruedas motrices (con un reparto de fuerza de 30:70). ¿Impresionante, verdad? Pues aún te queda mucho por descubrir sobre el Gallardo Superleggera.

La marca italiana lo define como una máquina con auténtico carácter deportivo, un atleta de alto rendimiento. No es para menos, ya que Lamborghini ha rebajado su peso en 70 kilos, hasta dejarlo en 1.340. ¿Cómo lo ha conseguido? Gracias al empleo intensivo de la fibra de carbono, un material que no tiene secretos para el fabricante, tanto en el exterior como en el interior (la cubierta del túnel central, los paneles de las puertas...). Asimismo, se ha usado el policarbonato en el cristal trasero, las ventanillas y la cubierta del motor, de 5,2 litros: ofrece unas prestaciones de infarto. Utiliza la inyección directa estratificada de gasolina para mejorar la combustión, lo que significa que el consumo y las emisiones se reducen un 20,5% respecto a su predecesor. Aun así, el gasto medio de carburante es de 13,5 l/100 km.

Para dominar esta bestia se emplea un diferencial central de acoplamiento viscoso y uno trasero de deslizamiento limitado, además de una caja de cambios automática de seis marchas, con levas en el volante (opcionalmente y sin coste puede pedirse una manual). Estos elementos se encargan de hacer pasar la potencia a las ruedas; unas Pirelli P Zero Corsa desarrolladas por la casa italiana para este modelo y con un compuesto muy cercano al que se utiliza en competición. ¿Sus medidas? 235/35 ZR19 delante y 295/30 ZR 19 detrás. Añade llantas de aluminio, con tuercas de titanio, y tendrás la explicación a buena parte del ahorro de peso.

También la experiencia de la marca en las carreras (especialmente en el Lamborghini Blancpain Super Trofeo) ha influido en el esquema de la suspensión de aluminio y en los firmes amortiguadores. Además, se ha reforzado la barra estabilizadora. 

A lo largo (4,39 metros), ancho (1,90) y alto (1,17) de este Gallardo, dibujado en colaboración con expertos en túneles de viento, encontramos un paragolpes frontal rediseñado, con mayores tomas de aire, que incrementa la refrigeración y la fuerza que se aplica sobre el eje delantero. La forma de “V” y las luces diurnas tipo LED le dotan de personalidad.

En la zaga se ha cambiado el difusor, que ahora integra cuatro salidas de escape, también con el objetivo de mejorar la aerodinámica. Un pequeño alerón (que, opcionalmente, puede sustituirse por uno más grande) remata el conjunto.

Unos asientos de alcántara reciben al conductor, que tiene a su disposición un interior artesanal, cuidado al detalle, en el que no falta el aire acondicionado. Entre la dotación de serie está el ESP y un impresionante equipo de frenos: pinzas de aluminio de ocho pistones (cuatro en el eje posterior) aprisionan los discos ventilados. Opcionalmente, pueden solicitarse unos cerámicos, que acompañan perfectamente al resto de los “extras”: cinturones de cuatro puntos, un extintor y una jaula antivuelco de acero. ¿Listo para salir a la pista?

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