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El Mitsubishi Outlander se renueva

Casi tres años después de su lanzamiento, Mitsubishi ha actualizado el Outlander con un nuevo diseño del frontal, un nuevo interior, la posibilidad de montar una la transmisión automática secuencial de doble embrague y un nuevo equipamiento. Estará disponible desde 22.400 € con motor de gasolina y desde 27.450 € con motor diésel.

El Outlander es un verdadero caballo de batalla para la marca japonesa. De él dependen buena parte de los beneficios de Mitsubishi. El Outlander salió al mercado en 2005, aunque en España empezó a venderse en 2007 atrayendo nuevos clientes a la marca.
Desde su nacimiento se han vendido 328.212 unidades en todo el mundo. Con esta nueva actualización se ha conseguido que sea más deportivo, esté mejor acabado y con un equipamiento más completo. La estética es muy importante, por ello quieren que todas las miradas se centren en la nueva parrilla cromada basada en el avión de combate F2 de Mitsubihi HeavyIndustries.
Junto a él, los nuevos retrovisores con intermitentes LEDs, protector de bajos y llantas de renovado diseño, que mejoran la aerdodinámica. En el interior, también se ha dado un salto de calidad introduciendo nuevos revestimientos y cuero sintético cosido en plata o el sistema inteligente “Hide&Seat”, que permite que la tercera fila de asientos quede oculta bajo el suelo.  Además, pulsando un sólo botón también se puede plegar la segunda hilera.
Cuenta con tres motores, uno gasolina de entrada a la gama de 2 litros y tracción 2WD con una potencia de 147 CV, y un par motor máximo de 199 Nm que permite alcanzar una velocidad máxima de 184 km/h, un tiempo de aceleración de 10”8 para pasar de 0-100 km/h, así como un consumo a los 100 kms de 8,0 l. y un nivel de CO2 de 189 g/km.
En cuanto al diésel tiene dos mecánicas: una 2.0 de 140 CV y otra 2.2 de 156 CV. La primera tiene turbocompresor, intercooler, doble árbol de levas y 16 válvulas. Equipada con un sistema bomba inyector, y complementada con una caja de cambios manual de 6 relaciones, esta planta desarrolla una potencia de 140 CV a 4.000 rpm, y un par motor de 310 Nm a 1.750 rpm, con lo que se consigue una velocidad punta de 187 km/h y un nivel de emisiones de CO2 180 g/km.
El diésel más potente tiene un turbo de geometría variable, y rinde 156 CV a 4.000 rpm y 380 Nm a 2.000 rpm. Para hacer un uso óptimo de este par a sólo 2.000 rpm, dispone de una caja de transmisión manual de 6 relaciones de Aisin AW calibrada específicamente por MMC para este modelo o bien de la sofisticada y efectiva transmisión automática secuencial de doble embrague TC-SST.
Aunque no es un todoterreno puro, sí se puede salir con él de forma ocasional por pistas que no representen excesiva dificultad. Para ese momento, el conductor dispone de una ruleta con tres modos: 2WD, 4WD para pistas y zonas de tierra y 4WD LOCK que transfiere 1,5 veces más par a las ruedas traseras para superficies de baja adherencia o cuando el vehículo no pueda avanzar. Para el asfalto, lugar en donde el Outlander pasará la mayor parte de su vida, Mitsubishi estrena en este modelo la caja automática de doble embrague (es el único de su categoría) que se gestiona mediante las levas de magnesio detrás del volante o con la propia palanca del cambio. Cuenta con dos modos: Normal o Sport. En este último el corte se estira hasta las 4.000 vueltas además de tener mayor retención.

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