El Land Cruiser más tecnológico

Tiene un interior cuidado, con mandos en la consola central diseñados para que puedan manejarse incluso con guantes (eso afirma Toyota). El portón del maletero permite la apertura independiente del cristal. Los paragolpes y los bajos de la carrocería se han pensado para que deslicen sobre los obstáculos sin que reciban 'heridas de guerra'. Sus medidas (excepto la altura) han aumentado. Pero lo más importante del nuevo Land Cruiser es toda la carga tecnológica que ha adoptado y que se asocia, en la mayoría de los casos, a la transmisión automática.
Así ocurre con el Multi-terrain Select, que modifica la respuesta de los frenos, el acelerador y el control de tracción según el modo elegido, desde 'Barro y Arena', hasta 'Rocas'. Además, junto al cambio secuencial (pero sólo en la versión diésel 3.0 de 173 CV), podrás escoger el Crawl Control, un regulador de velocidad diseñado para la conducción off-road con cinco posiciones, entre 0,8 y 5 km/h. Y todo esto, sin echar de menos el bloqueo de los diferenciales central y trasero, que siguen estando presentes.
También la electrónica ajusta la amortiguación en los dispositivos KDDS y AVS (Sistema de Suspensión de Cinética Variable  y Suspensión Variable Adaptativa, en sus siglas en inglés). El primero reduce el balanceo en las curvas y aumenta el recorrido de las suspensiones, mientras que el segundo permite adaptar su firmeza según tres programas: Normal, Comfort y Sport.
Otro de los nuevos instrumentos congrega cuatro cámaras (frontal, trasera y laterales), que suponen una interesante ayuda a la hora de superar pasos complicados. Este Toyota continúa siendo muy eficaz, gracias a su tracción total permanente, a un chasis de largueros más rígido y a una suspensión delantera independiente de doble triángulo: el Land Cruiser no pierde su esencia... aunque cambia la palanca de selección de las marchas cortas por una rueda. ¡Toca renovarse!