Citroën DS3 Racing: ¿quieres sentirte como Sebastien Loeb?

Si piensas que en Citroën sólo saben hacer coches de enfoque burgués y confortable, abre bien los ojos porque te aseguro que este DS3 es puro veneno sobre ruedas. Los ingenieros de la división Racing de la marca son los responsables de que el pequeño deportivo sea tan eficaz en carreteras reviradas que hasta un Clio RS o un Mini John Cooper Works se echan a temblar cuando lo ven aparecer a lo lejos.

Bajo el capó esconde el conocido THP de 1.6 litros que, gracias a una vuelta de tuerca en el turbo y en la cartografía del motor, entrega unos contundentes pero dosificables 207 CV. Semejante caballería le sirve para llegar a los 100 km/h desde parado en 6,5 segundos o para alcanzar una velocidad punta de 235 km/h. Pero insisto, no hay sobresaltos mientras sube la aguja del cuentavueltas. El DS3 Racing acelera de una forma muy racional y progresiva, cosa que no pueden decir muchos de sus rivales. Esto, unido a un consumo medio homologado de 6,4 litros, hace que se convierta en un coche perfectamente utilizable en el día a día.

Otra historia es hablar del chasis. Frente a cualquier otro DS3 de la gama, el Racing cuenta con muelles y amortiguadores más firmes, vías ensanchadas y carrocería rebajada en altura. Todo esto permite que el francés sea tan eficaz entre curvas como incómodo, por lo seco que es. Es algo que debes tener en cuenta si estás pensando en poseerlo como vehículo único.

En cuanto a los elementos propios de esta versión, toma nota: son específicos los asientos tipo bacquet, las piezas de carbono presentes en el interior y en la carrocería, los adhesivos que lo recubren, las llantas de 18 pulgadas y los colores disponibles (naranja y negro o blanco y gris).

¿Algo que decir en su contra? Sí, los 29.990 euros que cuesta parecen algo exagerados. A veces, la exclusividad es difícil de justificar…

Jorge Arenas