Logo Autobild.es

El Ford Focus más salvaje tiene el motor de un Nissan GT-R

Nacho de Haro

Ni Ken Block tiene un Ford Focus tan salvaje como este. Se trata de una creación realizada por un especialista neozelandés que ha transformado un Ford Focus sedán en un bólido de competición para subidas de montaña. Ahora, el compacto estadounidense monta el motor 3.8 V6 biturbo de un Nissan GT-R que para la ocasión, entrega 850 CV de potencia que tienen que mover un aparato con tracción a las cuatro ruedas de tan solo 950 kilogramos de peso. Tomará la salida de Pikes Peak 2016 el próximo 26 de junio.

No te pierdas: Ken Block conoce y prueba el Ford Focus RS RX

Ni el Ford Focus RS, ni tampoco el Focus RS RX de Ken Block: el Ford Focus más salvaje es este. No es precisamente el más bonito del mundo, como puedes comprobar en la galería de imágenes, pero no exageramos en absoluto cuando decimos que es el Focus más radical del planeta. Y es que bajo esa extravagante carrocería se esconde nada menos que el motor de un Nissan GT-R, un bloque 3.8 V6 biturbo que para la ocasión produce 850 CV de potencia y 976 Nm de par.

El Ford Focus más bruto es obra de Pace Innovations, un especialista neozelandés en vehículos de competición, que a petición de Tony Quinn, el mismo piloto que puso a dos ruedas un Lamborghini Huracán en un rally, ha creado lo que para ellos es el arma definitiva para enfrentarse a las subidas de montaña. De hecho, Quinn se estrenará con este coche en Pikes Peak 2016, pues tomará por primera vez la salida de esta legendaria carrera a los mandos de este bólido el próximo día 26 de junio.

Pace Innovations recibió el encargo de crear un coche de competición a partir de la base de un Ford Focus con carrocería sedán, un vehículo que en un principio debía ofrecer un mínimo de 800 CV de potencia, pesar unos 800 kilogramos y contar con una carga aerodinámica de 800 kg a 200 km/h. El producto final cumple prácticamente todos los requisitos, ya que este Focus salvaje es capaz de producir 850 CV de potencia, pesa 950 kg y a 200 km/h, produce 1.000 kilogramos de carga aerodinámica. Y según afirma Pace Innovations, todavía hay margen para sacar más rendimiento, pues fue diseñado para aguantar hasta 1.000 CV.

Eso sí, poco conserva del modelo original, pues los únicos componentes que han mantenido del compacto de Ford son el pilar A y el pilar B, el resto ha sido profundamente modificado. Como curiosidad, destacar que el Focus más salvaje del mundo cuenta con una disposición mecánica prácticamente idéntica a la del mítico Ford RS200 del Grupo B, esto es, con el motor en posición central-trasera longitudinal, con la caja de cambios descansando sobre el eje delantero y con un sistema de tracción a las cuatro ruedas. El coste de esta  creación asciende a unos 450.000 dólares, el equivalente a unos 400.000 euros.

Fuente: Periodismo del Motor

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.