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Prueba del más vendido en EE.UU: nuevo Ford F-150 V8

Desde hace 32 años, la pick up Ford F-150 es el vehículo más vendido en Estados Unidos. Esta es la prueba de la última generación y su portentoso V8. Y nos llevamos una sorpresa: es confortable a la par que deportivo.

El gran cubicaje ha muerto. El cuidado del medio ambiente y el ahorro de combustible han ganado la batalla. Incluso los enormes pick ups americanos empiezan a montar motores V6, algo inconcebible hace no mucho. ¿Todos? No: el Ford F-150, desde hace 32 años el vehículo más vendido en Estados Unidos, resiste con una mecánica V8. Probamos el Ford F-150 4x4 2015. ¡Una brutalidad!

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Los suburbios de Detroit, al igual que esta pick up, parecen recordarnos viejos y mejores tiempos. Especialmente cuando lo invade todo el bramido del ocho cilindros de 390 CV: “¿Me oyes? ¡Aún sigo vivo!”, parece decirme el F-150. Su hermano mayor, el V8 de 6,2 litros, pasó a mejor vida hace un año, y desde finales del 2014 solo está disponible esta versión de cinco litros. No importa: suficientes para mover con poderío esta mole mítica. Y es que, respecto a su antecesor, esta nueva generación pesa 320 kilos menos, gracias a su nueva carrocería en aluminio y un chasis en acero aligerado. 

Un comportamiento sorprendente

Con todo, esta inmensa pick up de Ford de cuatro puertas no es precisamente una sílfide, aunque lo cierto es que al volante apenas se notan sus dos toneladas. Esta mole se mueve relajada y suavemente por el tráfico rodado, y los ruidos aerodinámicos no entran en el interior ni siquiera a velocidad de crucero por la autopista. El chasis es confortable, pero no demasiado blando. Los balanceos de la carrocería nunca son muy acusados, ni por curvas rápidas. El cambio de seis cilindros inserta fluido y con suavidad: te puedes acomodar en su amplio butacón , poner el tempomat y limitarte a girar el volante de vez en cuando durante horas y horas por carreteras americanas, sin atisbo de fatiga. Eso es todo.

Espíritu muscle-car

Hasta que pisas el acelerador a tabla, el ‘kickdown’ hace ‘clic’ y, tras un breve receso, 25 litros de gasolina entran a lo bestia en las ocho cámaras de combustión: entonces aparecen, sobre sus dos ejes, los 524 Nm de par en toda su extensión. Eso sí: si por terreno deslizante decides prescindir de su tracción integral y su diferencial autoblocante electrónico, que se prepare para sentirse sobre un toro mecánico desbocado. Aquí sale el espíritu muscle-car del Ford F-150, y solo su indirecta dirección te quitará la tentación de realizar espectaculares ‘drifts’. Conclusión: este F-150 es un coche de trabajo, un todoterreno, un vehículo familiar y un muscle-car. Todo en uno. ¡Larga vida al V8!

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Desde hace 32 años, la pick up Ford F-150 es el vehículo más vendido en Estados Unidos. Esta es la prueba de la última generación y su portentoso V8. Y nos llevamos

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